El Barça de Koeman decidió en un gran primer tiempo con los cuatro goles de la victoria
El FC Barcelona empezó la Liga de forma inmejorable con una goelada sobre el Villarreal en el Camp Nou. Koeman apreció que su trabajo ha cuajado con un equipo intenso, dinámico y efectivo. A ello añadió una pieza incontrolable: Ansu Fati. El canterano fue el factor diferencia. Dos goles en apenas cuatro minutos y forzó el penalti del tercero. Su ilusión es la del nuevo Barça y contagió al propio Messi.
Koeman situó el once con el que había trabajado los últimos días y se notó que el equipo tenía bastante asimilados los automatismos. Solo un susto de Alcácer nada más empezar antes de coger la batuta con un Coutinho dominador desde la media punta y un Ansu Fati imparable arrancando desde la izquierda. Todo ello acompañado de un equipo que funcionaba como un bloque, algo que fundamental para minimizar los errores como algunas pérdidas poco habituales de Sergio Busquets.
El Barça volcó su peligro por la izquierda, donde Jordi Alba irrumpió como un puñal. De sus botas partió la primera asistencia del partido. Ansu se avanzó a Messi en la jugada clásica por este flanco y empalmó con violencia a la red.
Un gol con el que ganar tranquilidad y asentar los nuevos mecánimos. Ansu estaba crecido y siguió una contra conducida por Coutinho para culminarla con otro zapatazo. En apenas 20 minutos había sentenciado el partido, pero quería más.
Imparable Ansu
El cantearno asistió a Messi, cuyo remate fue bloqueado in extremis y forzó un penalti de Mario Gaspar, quien ni se enteró que le pasaba un rayo por el lado. Leo fue el ejecutador de la pena máxima y lo celebró con alegría con sus compañeros. Los últimos disgustos irán pasando con goles y mucho fútbol.
La goleada pudo ir en aumento, pero Asenjo sacó dos remates a bocajarro de Alba y Coutinho. El Barça estaba desbocado, jugando rápido y presionando como hacía tiempo que no se veía. Incluso Messi se sumó a la presión y robó un balón a Estupiñán entre los aplausos de sus compañeros.El Villarreal estaba groggy y recibió otro mazazo justo antes del descanso cuando Pau Torres envió al fondo de su propia portería un centro de Messi. Un 4-0 para cerrar un primer tiempo de ensueño en el estreno de Ronald Koeman.
Baja la intensidad
Un resultado tan condunente llevó de forma irremediable a un segundo tiempo mucho más calmado, si bien el Barça lo siguió intentando. El equipo ha recuperado el hambre, una premis fundamental para Koeman. Los cambios de Emery dando entrada a Trigueros e Iborra sirvieron para poco. Solo para evitar que la sangría fuera mayor.
De todos modos, fue Asenjo quien evitó el quinto en un remate de De Jong y Messi cabeceó fuera en buena posición otro centro de Jordi Alba. El partido estaba para dar oportunidades y salieron Dembéle, Pedri, Trincao y Pjanic. El recueprado Ousmane y toda la savia nueva sobre el campo.
Portería a cero
Algunos detalles de Take Kubo animaron el final del partido, pero Neto mantuvo su portería a cero. Otro gran objetivo cumplido por el equipo después de acabar la campaña anterior con los dolorosos ocho goles del Bayern.
/Sport
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