Los García, Álvaro y Fran, comandan la victoria coral del equipo de Iraola, muy superior a los de Ancelotti que pierden el liderato. Asensio y Courtois se salvan del naufragio
Pues no, no estaba preparado el madridismo para el momento de bajón. El Madrid entregó su condición de invicto en Vallecas con toda justicia ante un equipo mejor, más fresco y concentrado. Desde la victoria del Clásico, los blancos no sólo no han estirado la ventaja sino que han perdido el liderato. La intensidad y la velocidad del juego rayista, especialmente por banda izquierda, desarbolaron a los de Ancelotti, con la cabeza muy lejos del estadio franjirrojo. El bajón es evidente.
Se sospechaba que al Madrid le esperaba una noche de sufrimiento en Vallecas. Frente a rivales dinámicos, organizados, atrevidos, de esos que no tienen miedo a nada, el equipo blanco no se encuentra cómodo, especialmente en el punto en que estamos. Asomados al balcón del Mundial, con algunos futbolistas más atentos a la lista de su país que al compromiso liguero, y con ausencias capitales, como Benzema o Kroos. Gente a la que le pasas un balón con apuros y te mejora la jugada. Pues todo eso que se esperaba desde fuera debió sorprender a los de dentro, porque el Rayo fue incontenible durante media hora.
Marcó a los cuatro minutos Comesaña, recibiendo solo en la frontal el centro desde la izquierda de Álvaro García. Profundidad en banda y centro atrás, sin vigilancia de Tchouaméni. El francés no tenía sitio ni Modric balón. La presión franjirroja asfixiaba a los de Ancelotti, que perdían un balón tras otro. Una salida fallida de Militao dejó a Álvaro García mano a mano con Courtois, que sacó con el cuerpo. Tiró Isi alto, acabando jugada, y Militao enmendó en parte su error limpiando de la cabeza de Camello el remate a centro del inevitable Álvaro.
La intensidad del Rayo, indiscutible, focalizó a Vinicius, que mereció la amarilla por una entrada destemplada a Balliu y le convirtió en el objetivo franjirrojo. Que Vini se calienta «como la madre que le parió», que diría Aragonés. Balliu le buscó en una disputa y le calentó la oreja. Isi con el brasileño y le sacó del campo con un empujón. Junior pareció Senior y templó gaitas, como un veterano. Circunstancia que agradeció el Madrid dando la vuelta al duelo.
/Marca
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