El nombre del francés vuelve a sobrevolar el Parque de los Príncipes tras el último batacazo en la Champions y con Christophe Galtier en la cuerda floj
El PSG trabaja ya en cómo reconstruir el proyecto de cara a la próxima temporada y volver a la carga en ese intento de ganar la ansiada Champions o, al menos, volver a estar cerca después de estos dos últimos años cayendo en octavos de nuevo. Como contaba MARCA, la reconstrucción girará en torno a Kylian Mbappé más la apuesta por jugadores jóvenes y comprometidos con el club. Sin embargo, la derrota ha dejado señalados, especialmente Christophe Galtier y su máximo valedor, el asesor deportivo Luis Campos, que vino al club con la renovación de Kylian.
Pero la gran pregunta es quién sería el elegido en caso de que al final el PSG decida prescindir de Galtier, con contrato hasta 2024 pero que no encuentra el rumbo desde que arrancara este 2023, con seis derrotas ya, eliminado de la Copa y de la Champions.
Y cómo era de esperar, el sueño de París, tanto de aficionados, como dirigentes de Francia y de Qatar es Zinedine Zidane. Hasta la fecha, y entre los sucesivos relevos en el banquillo de París, el nombre de Zdiane se puso alguna vez sobre la mesa. El problema es que siempre fue imposible, pero hay varias circunstancias que invitan a pensar que en esta ocasión hay más opciones que nunca. De momento, y como acostumbra, lo que opina Zidane y si aceptaría esta vez dar el paso es una incógnita.
La carta de la selección ya se ha perdido
Zidane quiere volver a entrenar. Desde que abandonó el Real Madrid en 2021, la selección francesa era su gran deseo, pero bajo un escenario y unos tiempos que no se han cumplido. Deschamps acaba de renovar hasta 2026 por decisión unilateral de Noël Le Graët, ya fuera de la presidencia de la FFF, así que el ex entrenador del Real Madrid vuelve a mirar a un banquillo de un club aunque no barajaría tantas opciones.
Un regreso al Real Madrid, aunque remota, es una posibilidad. Si bien su relación con el club se resintió con su marcha, las relaciones son ahora mucho más fluidas. Para Zidane el club blanco era, es y seguirá siendo su casa. En España no hay más opciones que una tercera aventura en el Bernabéu aunque de momento la continuidad de Ancelotti no se pone en cuestión, a falta de lo que ocurra esta temporada. En Italia, hay otro club especial para él, la Juventus, pero no parece el mejor momento para probar en Turín. Inglaterra, en principio, no es una posibilidad por el obstáculo del idioma, obstáculo que se puede trasladar también para la Bundesliga. Y luego queda su país, Francia, con dos clubes: el primero por su afinidad de identidad, el Marsella, y el segundo por la envergadura del proyecto, el PSG. Pese a nacer en Marsella, donde no llegó a jugar, el entrenador no ve que eso sea un obstáculo para no dirigir en París.
Sus vínculos con Qatar
Zidane es un ídolo en Qatar, país con el que ya tiene relación. Apoyó en su momento la candidatura y después fue imagen del Mundial y embajador para la competición. En una amplia entrevista concedida al diario L’Équipe por su 50 cumpleaños en junio del año pasado, Zidane no se cerraba ninguna puerta porque, confesaba, una cosa es ser jugador y otra entrenador, y hablaba del PSG: «Ahora no es un tema de actualidad, pero nunca debes decir nunca, sobre todo cuando hoy eres entrenador. Cuando era jugador, podía elegir. Como entrenador no tengo 50 clubes, hay dos o tres clubes a los que pueda ir. Es la realidad. Si vuelvo a un club, es para ganar. No puedo ir a cualquier parte», apuntaba Zizou, que si bien no se cerraba la puerta de Francia, Deschamps no había aún renovado: «Francia no se ha terminado».
Cosas que cambiar en el PSG
Ya se sabe por tanto que Zidane no cierra la puerta del PSG, donde coincidiría con Mbappé, pero el entrenador, como en el Madrid, tiene sus condiciones y su personalidad. El ex técnico blanco iría con capacidad de decidir sobre el proyecto y en esto chocaría frontalmente con Luis Campos, que llegó la campaña pasada con plenos poderes en la planificación y que apostó por Galtier. Si el PSG viera, por un lado, que Zidane es posible, se vería obligado a cambiar el proyecto también con la posible marcha del luso, ahora mismo ante un futuro incierto.
/Marca
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