La expulsión de Esteban Valencia en el minuto 40´cambió absolutamente el partido y de vuelta en el segundo tiempo, Altamirano y Di Yorio pusieron a los azules en ventaja. El tercero lo anotó Fernández, que poco antes había desperdiciado un penal y el cuarto, nuevamente Di Yorio. Cerró la goleada el Nico Guerra, que mucho lo había buscado
Varias curiosidades marcaron en la previa este partido que daba inicio a la participación de Universidad de Chile y Ñublense en este campeonato que ahora se denomina Liga de Primera.
Lo primero es que no es para nada común que se topen un cancha dos mellizos y que admás juegan en el mismo puesto. Nos referimos a los centrales argentinos Franco y Pablo Calderón.
Y lo otro que llamó la atención es la gran cantidad de actuales jugadores chillanejos con pasado azul y obviamente deseosos de hacer cumplir la Ley del Ex: Lorenzo Reyes, Esteban Valencia, Federico Mateos y el Pato Rubio. Sin contar a su entrenador Francisco Arrué, que como jugador también vistió la camiseta de Universidad de Chile y es uno de los pocos futbolistas nacionales que, además, jugó también por Colo Colo y Universidad Católica.
VAMOS AL PARTIDO
Una clara disposición de Ñublense a hacerle difícil el partido a Universidad de Chile. Con algunos duelos marcados , como Lorenzo Reyes sobre Marcelo Diaz y Carlos Labrín sobre Leandro Fernández.
Y con una curiosa posición para Esteban Valencia, al que habíamos visto jugar en muchos puestos a lo largo de su carrera, pero no de último hombre como lo ubicó esta vez el Pancho Arrué.
Fue justamente la falta de experiencia la que le jugó en contra al hijo del recordado «Huevito», porque quedó desubicado tras un excelente pase de Altamirano a Guerra y cuando el Nico se iba hacia el arco, el defensor chillanejo se apresuró claramente y recurrió a un agarrón, tan innecesario como evidente.
Nicolás Millás no dudó, le mostró la tarjeta roja, Ñublense se quedó con diez jugadores y comenzó a contar del minuto 40, otro partido.
Porque hasta ese instante, mal que mal el visitante competía y le hacía un partido cerrado a los azules. Porque no se conformaba con marcar, sino que a través del buen juego de Mateos y Graciani más las llegadas punzantes de Rubio y Sosa, llegaba con bastante frecuencia al arco de Castellón.
Porque si bien quedaba poco para el término del primer tiempo y el marcador se mantuvo sin novedades, quedaba flotando la impresión en Ñuñoa que le resultaría muy difícil a Ñublense seguir manteniendo el cero durante los 45 minutos restantes
De hecho, Gustavo Álvarez determinó un cambio en los vestuarios y la U volvió a la cancha con una formación mucho más ofensiva, ya que se quedó un defensa central en los camarines (Ignacio Tapia) y a la cancha uno de los «9» que llegaron de refuerzo Lucas Di Yorio.
Y para ratificar a plenitud que estábamos ante otro partido, dos goles antes de los diez minutos.
El primero un golazo, realmente un golazo. Minuto 48´pelota de izquierda a derecha, centro atrás de Hormazábal, para Javier Altamirano que se acomoda, engancha con la derecha y saca un zurdazo violentísimo que se clavó en un ángulo.
Lo invitamos a verlo de nuevo, gentileza de TNT Sports
🥵🤘⚽ No diga gol, DIGA GOLAZO
Javier Altamirano abrió la cuenta para #LaU con este tremendo golón durante el #MatchdaySábado de esta #LigaDePrimera 2025.
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— TNT Sports Chile (@TNTSportsCL) February 16, 2025
Y tres minutos más tarde, Di Yorio, en la primera pelota que le llegó a su pies – tras recibir un excelente pase de Aránguiz– la cruzó al segundo palo y derrotó a Nicola Pérez.
Pudo venir casi de inmediato el golpe de knockout, porque tras un foul innecesario de Lorenzo Reyes a Altamirano, penal cobró Millas y Leandro Fernández lo ejecutó muy mal. Por quere colocarla junto al poste derecho terminó mandándola afuera.
¿O nos defendemos para que no sea goleada o intentamos hacer algo para estrechas las cifras?
Eso debe haber pensado Francisco Arrué y decidió hacer algo más: a la cancha, Pedro Sánchez y Martín Rodríguez (de vuelta al fútbol chileno) por Lorenzo Reyes y Gabriel Graciani.
No tuvo tiempo el entrenador chillanejo para comprobar si le resultaban o no los cambios, porque éstos apenas pisaban la cancha y Universidad de Chile marcaba el tercero.
Revancha para Leandro Fernández, que lo gritó con furia. Y ratificación que el mejor jugador de este partido se llamó Javier Altamirano, otra vez gestor de la jugada.
Y doblete para Lucas Di Yorio, que está mostrando sus credenciales de goleador. Era falta contra Marcelo Diaz, aplicó la ley de ventaja el árbitro Millas y el argentino empalmó de zurda desde la entrada de la área y la clavó junto a un poste.
¿Faltaba algo? Por supuesto, el gol de Guerra. Que lo buscó y lo buscó. Hasta que lo encontró en el último minuto de partido. Gran desborde y perfecta asistencia de Leandro Fernández desde la izquierda para que el Nico llegara para meterla adentro en la boca misma del arco.
Una chilenita de Lucas Di Yorio pudo haber sido la tremenda guinda para la torta, pero la pelota se fue apenas desviada.
Y ahí se terminó el partido, con 35 mil personas eufóricas cantando y saltando en las tribunas del estadio nacional
Claro, no faltaran los que van a decir: «Mansa gracia, ¿porque no hicieron los goles cuando estaban once contra once?».
No les faltara razón a los que opinenn así, porque obviamente fueron dos tiempos muy distintos y en el primero el marcador reflejó el equilibrio que logró establecer Ñublense en la etapa inicial.
Pero, también es cierto que no todos los equipos aprovechan la ventaja numérica como lo hizo Universidad de Chile en el segundo tiempo.
Porque esos 45´finales fueron sencillamente arrolladores por parte de la U. Con una gran actuación en lo colectivo y con buenísimas figuras en el plano individual.
Por ejemplo, Javier Altamirano, que esta noche demostró que afortundamente todos los temores del pasado reciente ya quedaron atrás. Todo lo que hizo en el segundo tiempo fue de una calidad extrema.
Dos goleadores que querían marcar y marcaron: Lucas Di Yorio (un doblete para mostrar sus credenciales) y el Nico Guerra, que fue confirmado como titular por su hat trick en la selección chilena y no podía dejar de anotar esta noche.
Muy bien también Fabián Hormazábal, un jugador que por la raya derecha establece diferencias y desequilibra partidos. Por la forma como está jugando nadie duda que debiera ser el titular en la próxima fecha Fifa de las clasificatorias.
Y aplausos también para Lendro Fernández, que se perdió un penal y casi de inmediato fue a buscar su revancha y la encontró.
Falta muchísimo, el año futbolístico recién está empezando y los desafíos por delante son enormes. Pero nadie le quita a los hinchas de Universidad de Chile el derecho a ilusionarse. Porque tiene fundamentos para ello.
/Por Gerardo Ayala Pizarro. Fotos. twitter Universidad de Chile y Ñublense. Videos: TNT Sports
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