Alemania campeón del mundo. Y es de plena justicia. Porque fue el mejor equipo en esta Copa Brasil 2014. Lo comprobó frente a lod dos grandes de Sudamérica: aplastó a Brasil y hoy, en la final, se impuso merecidamente a una Argentina que vendió muy cara su derrota. Uno a cero, con gol de Gotze en el segundo tiempo de alargue.
RÍO DE JANEIRO.- Acaba de concluir la Copa del Mundo Brasil 2014. En la cancha, el festejo interminable de los alemanes. En un costado, la otra cara, el desconsuelo de los argentinos y en la imagen internacional, las palabras llenas de pesar, pero plenas de grandeza de Sabella. Para reconocer la legitimidad del triunfo germano, pero agradeciendo la tremenda entrega y el gran campeonato hecho por sus dirigidos.
Es un resumen perfecto de la fiesta que acaba de concluir.
Con el planeta fútbol recibiendo con los brazos abiertos a su nuevo campeón, el mejor de todos: Alemania.
Y con un continente, un nuevo continente, llorando la perdida de su imbatibilidad en los mundiales jugados en casa. decepcionados por el papelón de Brasil, el gran candidato en la previa, pero a su vez, orgullosos por la entrega de un equipo como el argentino, que llegó más arriba y dio más lucho de lo que muchos pensaban o imaginaban.
Argentina, cabe destacarlo, no se arrugó ante la apisonadora alemana y le complicó mucho la vida. Cómo le iban a tener miedo al partido de sus vidas.
POSESION v/s SALIDA RÁPIDA
El primer tiempo concluyó sin goles, pero la cuenta pudo haberse abierto en ambos arcos.
Pasado el cuarto de hora, lo tuvo el «Pipita» Higuaín, habilitado involuntariamente por Kroos se fue sólo en dirección al arco de Neuer. Se apresuró el delantero del Nápoles y remató muy mal, perdiéndose la pelota lejos del palo derecho.Pudo haberse acercado, pudo haber hecho cualquier otra cosa. Debió haber hecho el gol. Era la apertura de la cuenta para Argentina.
Y cuando terminaba el partido, un córner ejecutado desde la derecha por Lahm y por primera Klose le ganó a la marca de Garay para cabecear desde la entrada del área chica y la pelota se estrelló en el vertical izquierdo del arco de Romero. También pudo y debió ser gol, en este caso para Alemania.
Estas dos jugadas claves son el reflejo de lo que fue un emotivo primer tiempo. Alemania apostando a la posesión de la pelota y la llegada con mucha gente. Argentina esperando, para salir en rápidas contras, donde la habilidad de sus delanteros les permitía ganar en el mano a los defensas germanos, especialmente por el sector que cubría Howedes.
Por ese costado se cargó Messi, se asoció con Zabaleta y Lavezzi, creándole innumerables problemas a la defensa teutona y provocando varias intervenciones de Neuer.
Pero, Alemania, con su fútbol, con su dominio, sin llegar en ningún momento a sentar superioridad como ante Brasil, también inquietó a Romero. Principalmente por los descuelgues y los centro de Lahm, que encontraron siempre bien parados a Demichelis y Garay. Pero, la sensación de riesgo estaba rondando en el Maracaná, cada vez que los alemanes se acercaban al área de Romero.
El duelo de la posesión de pelota por parte de los alemanes contra la salida rápida de los argentinos, en los primeros 45 minutos terminaba en tablas.
Y era lo más justo. Demostraba que los rivales se merecían.
Por lo mismo, el gol anulado a Higuaín (bien anulado, porque llegó en posiciónadelantada a conectar el centro desde la derecha) fue sólo una anécdota para un primer tiempo marcado por el cero, pero que esta vez no era el reflejo de un mal partido, Menis aún, de un partido aburrido
ENTRA EL KUN AGÜERO
Un cambio hecho por Sabella marcó el trámite del segundo tiempo: entró Sergio «Kun» Agüero y salió Lavezzi.
Claramente, el entrenador argentino apostaba a cambiarle el tablero a su colega, el alemán Joachim Löw.
Y lo consiguió. Por lo menos, inicialmente.
Porque en el cuarto de hora inicial de la etapa de complemento, Argentina hizo verse mal a Alemania, la desordenó en defensa y pudo asegurar el partido.
No lo hizo porque Messi definió ancyha una pelota que por lo general mete junto a la red del segundo palo. Pero, su tiro cruzado con el borde interno del pie izquierdo se perdió apenas desviado.
Y no pudo hacerlo, porque el árbitro italiano Nicola Rizzoli estimó que no había falta en una entrada con todo de Neuer sobre Higüaín. Es cierto que el arquero llegó con su puñetazo a la pelota, pero de paso, se llevó puesto al «Pipita». Tuvo mucho olor a penal.
Sin embargo, los riesgo asumidos por Sabella con el cambio (que se ampliaron posteriormente al ingresar Gago y Palacio) se hicieron sentir al correr los minutos del segundo tiempo.
Porque, al salir Lavezzi y Pérez, Argentina perdió marca y despliegue, especialmente por el trabajo de corte que hacían estos dos hombres al adelantarse los laterales de Alemania. Agregado a que prontamente Biglia quedó disminuido físicamente, esta etapa concluyó con una Alemania mejor plantada en la cancha. Aparte, más entera físicamente.
Lo pudo definir Palacio. Fue cerca del final del primer alargue.
En lo que eran las últimas fuerzas que le quedaban a Argentina, que comenzó sufriendo con un tremendo bombazo desde cerca impactado por Schürrle y que devolvió Romero con un manotazo.
Y que pudo ganarlo, en ese centro perfecto de Rojo, el mal cálculo en el salto de Hummels y Palacio que queda solo, entrando al área. Lamentablemente, al bajarla con el pecho el control le sale largo y por eso llegó muy exigido a esa pelota dividida con Neuer. Por eso, no pudo empalmar bien y el globito se fue ancho, cerca del palo que ya cubría Boateng.
Lo definió Gotze. Exactamente en el minuto 112 del alargue.
Una jugada tremenda de Schurrle por la izquierda, llevándose a la rastra a tres defensores argentinos y aún así, después de ese tremendo esfuerzo, con claridad para levantar la vista y colocar el centro preciso para la entrada del pequeño Gotze, que bajó la pelota con el pecho y la cruzó de primera para derrotar a Romero.
Era el gol que definía la Copa del Mundo. El gol que consagraba al campeón del mundo. El gol que sería imposible de remontar.
Porque aunque Argentina cayó luchando y tuvo un cabezazo sorprendente de Messi que se fue apenas por sobre el travesaño, ya no tenía ni fuerzas, ni fútbol, ni individualidades para dar vuelta el resultado.
Ha concluido la Copa del Mundo Brasil 2014.
Y la copa ha sido para el mejor: Alemania.
Aunque nos duela. esta vez, el mejor vino desde Europa. Por eso se lleva la copa. Merecidamente. Muy merecidamente.
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