En un partido lleno de situaciones límites, los albos ganaron el clásico al vencer en San Carlos de Apoquindo por 2 a 1 a Universidad Católica. La figura fue Jaime Valdés que hizo el gol del triunfo cuando el partido estaba más complicado. Se viene un final de torneo de infarto.
por Christian Ayala Rojas
cayala@todofutbol.cl
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SANTIAGO.- Hoy lo más importante de todo era ganar. Así de simple, no había doble lectura más allá del ingrediente extra siempre importante de vencer a un archirrival y además hacerlo en San Carlos de Apoquindo. Pero, es que el traspié de ayer de Universidad de Chile había sido esperado por las huestes colocolinas desde hace muchísimo tiempo y no se podía dejar pasar la posibilidad de alcanzar a los azules en el liderato, sobre todo si sólo quedan dos fechas para terminar el campeonato t reverenciar al nuevo monarca del fútbol chileno.
Por esa razón, que Colo Colo salió con todo para poder liquidar rápidamente el compromiso y dejar claro, que a pesar de ser forastero y enfrentar a otro club grande de nuestro fútbol, debían dejar claro desde un comienzo que en la cancha había una enorme diferencia futbolística. Por algo es que Colo Colo está peleando el título y Católica sólo sigue sumando fracasos en un torneo para el olvido. Pero ojo que aún así el partido en ningún caso iba a ser fácil para los albos.
De todas maneras comenzó bastante bien para el Cacique, porque no sólo dominó sin contrapeso la primera mitad del juego, ayudado también por una UC muy defensiva que salió a esperar y colocó muchísimo hombres de mediocampo hacia tras, dejando al pobre Llanos sólo en ofensiva a su propia suerte, al más puro estilo de un naufrago en una isla perdida donde sólo depende de sí mismo para sobrevivir. Sin embargo, ese trabajo defensivo, como suele suceder con esos esquemas, se derrumbó al más mínimo error. Y eso ocurrió a los 15 minutos, cuando Parot trató de salir jugando y entre Vecchio y Delgado le robaron el balón, alargaron para Fierro que sacó un centro desde la izquierda buscando la definición de Paredes, pero el goleador albo no logró darle de llenó y sólo desvió la trayectoria lo que permitió que el defensor cruzado, Cristián Alvarez en su intento por rechazar la bola, terminó con muy mala fortuna convirtiendo un autogol que significó la apertura de la cuenta a favor del Cacique, resultado con el que se irían al descanso.
45 MINUTOS CON POLÉMICA
El segundo tiempo tuvo de todo y eso le dio mayor morbo al compromiso. De partida, Católica logró el empate y eso cambiaba de frentón el panorama de la definición del campeonato. El gol fue a los 56 minutos, tras un tiro libre desde el lado izquierdo que conectó en el área Mark González para batir la valla popular y decretar el 1 a 1.
Los reclamos albos nos e hicieron esperar, porque en el momento de la ejecución de la falta cayó una bomba de ruido en el campo de juego ye l portero colocolino Justo Villar cayó al suelo tapándose los oídos por el fuerte ruido, lo que le impidió participar de la jugada del gol con total capacidad. Sin embargo el árbitro del compromiso, Eduardo Gamboa hizo caso omiso de la situación y válido el gol. Las repeticiones de televisión muestran cuando Villar se tapa los oídos, cae al suelo y luego trata de rehacerse ante la inminente aparición de González, pero sin tiempo ya para reaccionar. Sin embargo, las cámaras de TV también muestran que la bomba de ruido estalló bastante lejos de donde estaba el portero albo, por lo que no se entiende del todo su reacción. Para mí el, el portero trató de sacar ventaja de la situación y no le resultó, por lo que el gol es totalmente válido.
Esa situación tuvo detenido el partido varios minutos a lo que luego se agregó una nueva situación, donde una vez reanudado el partido, Villar nuevamente como protagonista recibió un proyectil, lo que tuvo en vilo la continuación de la brega. Sin embargo, el árbitro decidió continuar.
Valdés también quería seguir y se escuchaba claramente en la cancha como les decía a sus compañeros que «dejemos esto aquí, hay que continuar y ganar esto». Él fue clave, porque ánimo a sus compañeros y además se puso la camiseta de líder que se espera de un jugador de su trayectoria, por eso comenzó a pedir la bola y en el minuto 72 tomó la diagonal desde derecha a izquierda y sacó un remate de zurda, arrastrado al primer palo de Constanzo, que a pesar de su estirada no llegó a manotear la bola y vio con dolor como la pelota se anidaba en su portería. Golazo del «Pajarito» que valía más que un triunfo, sino que además a la postre puede ser un gol de campeonato.
De ahí en adelante, en el tiempo restante, la UC intentó empatar, pero no tuvo claridad para superar el bloque defensivo que puso Héctor Tapia para asegurar la victoria. Y a pesar de los 8 minutos de descuentos por los incidentes, Colo Colo logró aguantar y conseguir el ansiado triunfo que les permite alcanzar a la «U» en el liderato.
Se viene un final del torneo que será sencillamente de infarto. De atrás pica el indio dicen ¿ o no?
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