Tanto Sampaoli como algunos integrantes de la selección chilena se refirieron despectivamente al esquema táctico de Holanda, luego de caer en la fase de grupos por 0-2 en Sao Paulo. Hoy, ante el tercer lugar y el invicto de los dirigidos por Van Gaal, a lo menos estarán arrepentidos de lo que dijeron, supuestamente ofuscados por la derrota.
SANTIAGO.- «Ratón» le dijeron los hinchas a Louis Van Gaal la tarde que Holanda derrotó a Chile por 2-0. Con conceptos más diplomáticos, pero queriendo decir lo mismo, se expresaron algunos jugadores de la «roja» y aquel grupo de periodistas que adhieren a ojos cerrados a la línea «bielsista».
Sin embargo, lo que más molestó a los holandeses es que Sampaoli haya declarado en conferencia de prensa que «ganó el equipo que no propuso nada en la cancha». De hecho, la respuesta del propio Van Gaal a los periodista fue contundente y lapidaria: «No me interesa lo que diga Sampaoli. Si él juega para entretenerse, allá él. Yo juego para ganar. Veremos quien llega más lejos» .
Hoy, luego que esta tarde Holanda derrotara 3-0 a Brasil y terminara tercero e invicto su participación en el Mundial, se supone que tanto Sampaoli, algunos de sus jugadores y los periodistas mencionados reconocerán, que fueron -por decir lo menos- injustos en sus apreciaciones.
EL FÚTBOL PRÁCTICO Y GANADOR DE HOLANDA
Once metros. Esa es la distancia que evitó que Louis Van Gaal peleara por el título Mundial para Alemania. La llamada ‘lotería’ de los penales, esa instancia en la que calidad de los lanzadores y del portero, más la diosa fortuna, se ponen en común para determinar qué equipo continúa con vida en el torneo, determinó que Holanda no pasaría a la final, obligándola a jugar el partido por el tercer puesto frente a la anfitriona, Brasil, donde reiteró todo su enorme potencial como juego de conjunto.
Holanda se va invicta desde Brasil. Y lo hace entre alabanzas a un entrenador muy criticado antes del torneo, por la elevada edad de muchos de sus jugadores, los pobres resultados en los amistosos previos al certamen y, sobre todo, por el defensivo esquema del seleccionador holandés.
Van Gaal hizo jugar un inexpugnable 5-3-2 en una selección que ‘inventó’ el fútbol-total, cambiando el juego vistoso por el juego práctico. «Es lo que impera ahora, los grandes equipos deben armarse de atrás hacia adelante y va a quedar de manifiesto en este Mundial«, dijo proféticamente el día que arribó a Brasil.
Al respecto, las cifras son espectaculares y constituyen el mejor aval a sus palabras: Holanda recibió apenas cuatro goles en siete partidos (dos de ellos convertidos por Australia, equipo al que miró bajo la pierna) y en la ronda final y decisiva, en los últimos tres partidos (incluidos dos alargues), su arco terminó invicto. Pero, además, en el arco de enfrente, en esos mismos siete partidos encajó catorce goles, lo que da la no despreciable cifra para un Mundial de dos goles por partido.
Con el paso de los partidos la afición holandesa y mundial se dieron cuenta que el entrenador holandés estaba en lo cierto y los equipos que no lo entendieron (Inglaterra, Chile y esta Italia que se pasó de su «catenaccio» a la desaprensiva vereda del frente) fueron quedando a la vera del camino.
Más aún, ese fútbol práctico, compensado, inteligente, resultadista, no estaba exento de calidad y tampoco le cortaba las alas a los buenos jugadores (el mejor ejemplo es Robben, para muchos el mejor de todos en Brasil 2014). Por lo mismo, los que se mostraron sorprendidos por la paliza inicial que le dieron a España, poco a poco comenzaron a encontrarle el gusto a un equipo, al que costaba mucho crearle situaciones de gol en su arco y que cuando le dejabas un espacio arriba, simplemente te mataba.
¿Quienes le crearon algunos problemas? Fundamentalmente, los que le jugaron de manera parecida, como Argentina y Costa Rica, que lo llevaron a un alargue y penales, o México que fue el único rival que lo obligó a variar su esquema, por un 4-3-3 más ofensivo, para dar vuelta un partido que hasta el minuto 85´tenía perdido.
Pero, otros adversarios como España y Brasil, que quisieron atacar a Van Gaal, lo pagaron muy caro y terminaron lamentando sendas y humillantes goleadas.
¿Y Chile? Según Sampaoli, en aquel partido «fue el único que propuso». ¿Y de qué le sirvió? De nada. Porque en 90 minutos no le creó una sola ocasión de gol (revise el video del partido si no me cree) y lo más parecido a una aproximación fue una entrada de Alexis por la izquierda, que terminó con un remate sin ángulo y a las manos de Jasper Cillessen.
En cambio, los holandeses – sin Van Persie suspendido- que necesitaban tan solo empatar para ganar el grupo, hicieron dos goles de muy buena factura y tuvieron, al menos, un par de oportunidades más que neutralizó Claudio Bravo.
Louis Van Gaal, es el artífice de un verdadero milagro al mando de un equipo que desembarcó en Brasil rodeado de expectativas agoreras.
Pero más que nada lo que ha conseguido el futuro entrenador del Manchester United, donde quiere tener a toda costa a Arturo Vidal, es disparar aún más sus bonos como uno de los grandes estrategas del fútbol mundial.
«Tenemos a un entrenador extraordinario, un entrenador que hace magia con sus instrucciones en pleno partido», dijo el delantero Arjen Robben luego que Van Gaal cambió de porteros justo antes de la definición por penales ante Costa Rica en los cuartos de final.
«Es tal vez el mejor tácticamente en el mundo», comentó Dirk Kuyt, maravillado tanto por el genio y la audacia de Van Gaal para improvisar esquemas. Y los elogios de Kuyt, de 33 años, no son meramente para congraciarse con el gruñón Van Gaal. Toda su carrera como delantero, Kuyt se estrenó como lateral en este Mundial, terminando por ser uno de los mejores en su puesto en el torneo..
Facebook
Twitter
Instagram
YouTube
RSS