Sorpresa mundial: el Barça cayó en el Nou Camp ante el Málaga

Dani Alves se equivocó gravemente al intentar ceder de primeras hacia Bravo un saque en largo de Kameni y regaló el gol a Juanmi en el minuto 7 de partido. De ahí en más, el Barça buscó desesperadamente el empate, pero estuvo más cerca el 0-2 que el 1-1

BARCELONA.- Señor Gracia, escriba usted un libro. Se lo pido por favor. Los más sesudos analistas del fútbol patrio han dejado ríos de tinta sobre la imposibilidad de frenar al Barça sin apelar a la suerte o las patadas, sobre todo cuando juega al calor de sus aficionados.

Eso decía la teoría, porque la práctica ha demostrado que siempre quedan lecciones por aprender en este bendito deporte. Descomunal su planteamiento y descomunal el partido de sus pupilos. Si llevase sombrero no me lo volvería a poner en su presencia.

El Málaga ganó en el Camp Nou y ganó bien, por fútbol y por ideas, sin dar una sola patada y sin queKameni tuviera que hacer una sola parada de mérito, de esas que nos tiene acostumbrados el heterodoxo portero camerunés.

Se puede hablar del mal partido del Barcelona, pero cometeríamos una tremenda injusticia si no pusiéramos primero de relieve lo logrado por los ‘boquerones’, que en ningún momento recurrieron al cerrojazo puro y duro pese a lo tentador de la idea, sobre todo cuando el reloj apuraba sus últimos minutos.

Por contra, el Málaga buscó siempre un segundo tanto que certificara su incontestable triunfo, obligando así al Barça a cuidar su retaguardia durante los 90 minutos.

El Barça, espeso como pocas veces se ha visto en los últimos tiempos, apenas generó ocasiones de verdadero peligro aunque Rafinha anduvo cerca de lograr la igualada con un remate que Weligtonsacó con una rodilla bajo palos.

Poco antes, Alves había puesto en bandeja el 0-1 a Juanmi en una cesión a Bravo que, obviamente, no llegó a buen puerto. El groseso error del brasileño pudo quedar en anécdota pero el resultado final le penaliza de forma notable. Y eso con una renovación de por medio.

El dominio del Barça fue aplastante a lo largo del encuentro. Tan aplastante como estéril, porque apenas se tradujo en ocasiones. Un cabezazo picado de Iniesta que Kameni detuvo sin aparente esfuerzo fue lo más peligroso del conjunto azulgrana en la primera parte, más allá de la ocasión ya reseñada de Rafinha.

El Málaga, por contra, acarició el 0-2 en la mejor jugada de la tarde, pero Horta no pudo superar aBravo tras una majestuosa dejada de tacón de ‘míster pulmones’ Darder. Hubiera sido el colofón perfecto a su fantástica puesta en escena.

La segunda parte siguió por los mismos derroteros, con el Barça cada vez más atascado y ofuscado por el resultado. Un par de fueras de juego más que dudosos tampoco ayudaron a los de Luis Enrique pero sería grotesco apelar a esos errores arbitrales para justificar el desaguisado de este sábado.

Un disparo de Pedro al lateral de la red en los minutos finales del encuentro supondría, a la postre, la mejor ocasión de los azulgranas en una segunda parte francamente desesperante para las aspiraciones ligueras de los catalanes.

Tan mal pintaban las cosas, que Neymar y Jordi Alba perdieron los papeles en esos instantes finales, aunque sus groseras patadas fueron sancionadas con sendas amarillas.

Queda ahora que Javi Gracia se ponga manos a la obra y nos cuenta su secreto en un libro. Que explique cómo se cierra el grifo a este superlativo Barcelona, por partida doble. Sería un éxito de ventas, aunque quizás prefiera llevarse su secreto a casa. Como sea, felicidades, míster.

/Escrito por Tomás Campos para el diario Marca de España/