Después de años de fracasos, el cuadro popular por fin volvió a gritar campeón y nada menos que bajando la ansiada y esquiva estrella número 30. Felipe Flores anotó el gol del triunfo para la victoria por 1 a 0 ante Wanderers.
por Christian Ayala R.
cayala@todofutbol.cl
Follow @chayalar
SANTIAGO.- Fueron años muy negros para el club, de los peores que se recordarán en una historia plagada de momentos felices y heroicos. Por eso quizás que este nuevo título se siente de manera tan especial para los colocolinos, un título brillante considerando que lo terminan ganando antes que el campeonato finalice y mirando para atrás asu más cercano perseguidor. Y como si fuera poco se le agregar el ingrediente que es con Héctor Tapia en la banca, un ex jugador del club que tomó el equipo para por fin darle un sentido de juego, de funcionamiento y le devolvió a los jugadores esa pasión que significa vestir la casaquilla más importante del país. Así, todo lo que rodeo este campeonato enaltece aún más el hecho de que este título es la estrella 30, la tan esperada, ansiada y que se había vuelto ya en una obsesión por lo esquiva e indiferente que se había vuelto con los albos, tal como una niña bonita de una fiesta.
Pero hoy el dueño de la fiesta era Colo Colo y esta vez no la dejaría escapar. Y eso lo dejó claro desde el primer minuto que está tarde quería comenzar temprano el baile y de inmediato sacar a la más linda a bailar. Los albos en los primeros 20 minutos fueron una tromba llegando por todos los sectores y atosigando en su propia área a un cuadro caturro que no encontraba respuestas y que tenía absolutamente clausurada todas las salidas.
De esta manera se sucedieron las llegadas albas, especialmente con centro al corazón del área y remates de distancia como uno de Luis Pávez que de casi unos 35 metros casi la coló en el ángulo, pero el meta wanderino estuvo muy bien en la reacción para mandar qal córner.
Pasados lo 20 minutos, Colo Colo bajó el ritmo y eso le permitió a Wanderers tener algo más de aire, pero de todas maneras era muy poco el daño que le causaba a la última zaga colocolina, de hecho quizás sólo Poll intentaba encarar y tratar de buscar un manera de crear algo de peligro real, pero claramente que con eso no bastaba para preocupar a la última línea del Cacique.
Claro que con el pasar de los minutos Wanderers se animó un poco más y por ahí Mier tuvo una que pasó cerca cuando tomó la diagonal de derecha a izquierda y quedó con flanco de tiro, pero su remate final pasó por sobre el travesaño, avisando que Colo Colo estaba dejando mucho espacio por esa zona y que si Wanderers apuraba un poco podía tener réditos.
Claro que en la jugada siguiente, los albos también avisaron, tras un centro del Chapa que fue aprovechado por Vecchio que a la carrera y entre los centrales metió la cabeza y la pelota pasó rozando el parante derecho que defendía el meta Castellón, que estaba absolutamente vencido y sólo atinó a seguir con la mirada la trayectoria de la bola.
Sin embargo, Colo Colo lentamente comenzaba a desaparecer y eso denotaba además la falta de jerarquía de sus hombres en ataque y comenzaba a penar la ausencia de Estaban Paredes, el hombre que claramente le da otro peso al ataque colocolino. Así los embates del popular eran producto más de las ganas y el empuje, que de jugadas asociadas o bien de vez en cuando aparecía alguna individualidad que rompía el molde, como Delgado que en una se animó y sacó un remate muy ajustado que Castellón envío al córner tras una vistosa volada.
Pero, Colo Colo tenía que sobreponerse a esas dudas y problemas si quería ser campeón y tal como en otros partidos, cuando ya menos se esperaba cambió el panorama y más encima cuando la primera parte ya terminaba. Delgado que encaró por la izquierda y tomó la diagonal dentro del área, sacó un remate fuerte que Castellón sólo pudo contener a media y en el rebote apareció Felipe Flores, el mismo delantero tan criticado y resistido por la parcialidad alba, pero que definitivamente está hecho para las grandes ocasiones y cada vez se mete más y más en la historia grande del club.
Ya en el segundo tiempo, Colo Colo entró a terminar la tarea lo más rápido posible. Y casi lo consigue de entrada y nuevamente en los pies de Felipe Flores que recibió en el área un centro De Fuenzalida y le pegó una volea preciosa que Castellón alcanzó a desviar y en el rebote Pávez le pegó con el alma, pero Robles, bien parado en la línea de sentencia la sacó de milagro.
Ese comienzo con el acelerador a fondo hacia presagiar que Colo Colo sería una tromba, pero la verdad es el que el Cacique no fue tal y por momentos se dedicó a mantener el balón pero sin ser punzante ni directo, quizás afectados por el intenso calro que había a esa hora en el terreno de juego, que realmente era algo insufrible.
Wanderers en tanto aprovechando la desidia de los albos, comenzaron a jugarse su chance y ojo que por ahí Poll lo pudo haber empatado tras entrar por izquierda y sacar un remate que remeció el travesaño cuando Villar estaba absolutamente vencido. Eso podría haber cambiado la historia, pero ni aún esa alarme hizo que Colo Colo se sacara la modorra de encima.
Pero de ahí poco que contar. Tapia quiso cambiarle la cara al equipo con el ingreso de Vidangossy y la reaparición sorpresiva del Mauro Olivi, pero la verdad es que el ingreso de ambos no produjo mayores cambios en el funcionamiento albo y ambos tuvieron muy poca participación.
De todas maneras, a esa altura, ya pasados los 30 minutos de la segunda fracción, el rival, Wanderers, no era digno rival y no se veía por donde pudiera amagar la victoria y el título colocolino. Y eso se comenzó a sentir en las gradas donde comenzaron a bajar los cantitos de “campeón, campeón hay uno sólo” y “eso de ser campeones”, la gran mayoría de ellos dedicados al archirrival.
Y así pasaron los minutos hasta que por fin llegó el ansiado y esperado pitazo final y las más de 40 mil almas colocolinas que llegaron a la cita al Monumental estallaron en una celebración contenida por años, olvidando esos años negros donde el equipo escribió los peores capítulos de su historia. Hoy la ansiada, esperada y esquiva estrella número 30 por fin bajaba del cielo para anidarse en los estantes llenos de copas que han convertido a Colo Colo en un equipo valiente, fuerte y por sobre todo grande ¡felicidades campeón!…o mejor dicho al eterno campeón.
Facebook
Twitter
Instagram
YouTube
RSS