Si esto fuera Hípica y el torneo de Primera División una carrera de 800 metros, doblando la curva de los primeros 400, ColoColo va dos cuerpos adelante, (33 puntos), U. Calera le sigue con 31 y no le pierde pisada y más atrás cabeza a cabeza, U. de Chile, U. Católica y A. Italiano con 28 unidades cada uno, estos cuatro equipos y un para más que vienen atropellando por los palos, tienen posibilidades, pues están jugando “relativamente bien” y pueden cruzar la meta en primer lugar, aunque sea por nariz.
En la foto de arriba, podemos observar seis de los quince valores jóvenes, que conforman el plantel de 33 jugadores del primer equipo del Cacique, de los cuales 28 son chilenos y 5 son extranjeros. Esto trajo como consecuencia la renovación del camarín albo, y afianzar el liderazgo de su técnico, Gustavo Quinteros. Es así que, en menos seis meses pasaron de jugar un partido de definición por mantener la categoría ante la U. de Concepción y vencerlo, a esta realidad que vive y disfruta hoy al tope de la tabla de posiciones.
Esta renovación no fue fácil y seguramente con muchos sentimientos encontrados y heridos por parte de sus dirigentes, en que la delgada línea del reconocimiento y agradecimiento, con él no va más, porque ya cumplieron un ciclo. ColoColo se desprendió de 36 jugadores, entre cesiones, dejados en libertad, traspasos y prestamos, tales como Esteban Paredes, Matías Fernández, Jorge Valdivia, Juan Manuel Insaurralde, Pablo Mouche, Julio Barroso, Carlos Carmona, Miguel Pinto, Branco Provoste, Felipe Campos, Juan Carlos Gaete, Nicolás Blandi, Brayan Vejar y Jaime “Pajarito” Valdés…son algunos de la larga lista. A varios de estos nombres, la familia colocolina le debe mucho, pero también están los que no dieron nada por el club y que solo cobraron el sueldo, los albos saben cuáles son los unos y cuáles son los otros.
Estos nobeles jugadores como los Colocolinos, Vicente Pizarro (hijo de Jaime, el exjugador y ex subsecretario del deporte), Bruno Gutiérrez o Joan Cruz, como también los “veinteañeros” de U. de Chile, Marcelo Morales, Franco Lobos y Simón Contreras, estos futbolistas por señalar solo algunos, más los también jóvenes de otros clubes, están pidiendo “pista” y oportunidades en serio, en la división de honor. Cuando digo en serio, es en serio y no hacerlos jugar los últimos 5 minutos de un partido. Recuerden, de estos muchachos saldrá una nueva generación de futbolistas para nuestra selección. A lo mejor tan buena como la “dorada”, solo que tendremos que asignarle otro metal.
Al término de esta primera rueda, tenemos que se jugaron 136 partidos y que se convirtieron 333 goles, (2,45 goles por partido), además se cometieron 3.477 infracciones, con un promedio de 25,57 pp. El equipo que menos infracciono fue U. Española con 164 faltas en total, con un promedio de 10,25 pp. El que más faltas propicio, es Huachipato con 259 infracciones en total, con un promedio de 16,20 pp. Los árbitros que menos infracciones sancionaron fueron, Héctor Jona, Piero Maza, Fernando Vejar con 22 faltas por partido y los más rigurosos son, Felipe González, sancionando 29 faltas pp, Chris Rojas 30 pp y Julio Bascuñán con 33 pp.
Entre el 2 y el 9 de Septiembre, se juega la fecha triple de las eliminatorias rumbo al Mundial de Qatar 2022. Chile deberá enfrentar a Brasil en Santiago, a Ecuador en Quito y a Colombia en Barranquilla. El técnico de la Roja declaro “en estos tres partidos nos jugamos la vida” y que razón tiene, pero no sé si la vida, lo que si nos jugamos es toda una ilusión y esperanza de estar presente en la justa mundialista. Entre tantas malas noticias, Chile necesita un “bálsamo”, aunque sea futbolístico.
Gonzalo Mingo Ortega.
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