Los refuerzos de Colo Colo, Esteban Paredes, Jaime Valdés y Julio Barroso, se sentaron a conversar de fútbol, de analizar su rendimiento y el de sus otros dos compañeros. Entre las confesiones, el goleador admitió ser muy enojón, pajarito comparó al «Almirante» con Fabio Cannavaro y el defensa admitió que perder un duelo es casi como perder un partido.
Rocío Ayala
rayala@todofutbol.cl
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SANTIAGO.- Colo Colo se tomó esta semana de vacaciones para descansar y volver con toda la energía para enfrentar la Copa Chile. Es cierto que Tito Tapia ya empieza a pensar en refuerzos para este semestre, pero los que trajo a comienzos de este año se juntaron para analizar su rendimiento durante el campeonato. Esteban Paredes, Julio Barroso y Jaime Valdés conversaron con www.colocolo.cl para opinar de sí mismos e incluso bromear sobre sus otros dos compañeros.
Analizando a Jaime Valdés
Esteban Paredes de los 16 goles que convirtió, varios fueron una jugada en la que participó «Pajarito» Valdés. En conferencia de prensa se nota que es un tipo bastante tranquilo, pero el portador de la casaquilla 30 confiesa que dentro de la cancha se vuelve un líder muy importante que integra la columna vertebral del equipo.
«Primero, Jaime es una gran persona. Tranquilo. Pero dentro de la cancha tiene un liderazgo muy importante. Nos sirvió bastante el que haya llegado, junto con Julio. Todos hablan de la columna de Colo-Colo con Julio, Pajarito y yo, más las otras piezas, el equipo se acopló bastante bien.
Cuando uno juega con jugadores de la clase de Pajarito, uno se entiende rápidamente. Además los dos somos experimentados, hemos jugado muchos partidos, hemos estado en la selección… Cuando empezamos a entrenar y a jugar de a poco íbamos sintiéndonos bastante bien.»
Julio Barroso describe a Valdés con una palabra: experiencia, elogia su paso y permanencia por Italia. Admira su adaptación, sobre todo, en la posición donde se quedó, respetando a Vecchio.
«Experiencia. Me parece que es la palabra para describir a Jaime por todo su recorrido en Italia, un fútbol donde pocos llegan y sobre todo pocos se mantienen. Él demostró en Italia que es un jugador de nivel. Vino y lo trajo intacto. Creo que no vino acá, que a veces pasa, que muchos vuelven para terminar su carrera. Al contrario, llegó pleno en todo sentido y eso se le notó mucho al equipo. Su experiencia y sobre todo su mentalidad. Siempre fue un tipo que empujó para adelante al equipo.
Jaime equilibró al equipo en todo sentido. Un jugador de experiencia sabe lo que necesita el equipo dentro de la cancha. Él se adaptó rápido y lo hizo de una manera plena, entendiendo que Emiliano era el enganche natural y no trajo en sí un cartel para decir: ‘Estoy yo y jugaré yo en esa posición’. Eso hace que el grupo note la importancia de que un jugador de experiencia, en vez de venir y querer cambiar las cosas, se adapte y quiera sumar, y diga que entre todos hagamos equipo. Hizo que el grupo entendiera rápido la línea de juego que íbamos a adoptar durante el semestre. »
Pajarito hablando de sí mismo, se puso una nota bastante buena por lo rendida durante el semestre, aunque admite que puede mejorar. Confiesa que le costó rendir de inmediato y borrar la imagen del Valdés «canchero» que jugaba en Palestino a tres cuartos de cancha.
«Creo que hice un buen campeonato. Vine a aportar y lo pude hacer. Aporté experiencia, jugar con jóvenes que crecieron mucho… Creo que fue muy bueno para ellos sentirse cómodo conmigo. Pude ayudar al equipo; eso es lo que quería. Yo me pondría una nota 6. Todavía me falta mejorar mucho. Yo venía de Italia, con un fútbol totalmente distinto y siempre se necesita un período de adaptación. Esto fue un poco de adaptación, no en lo futbolístico, que creo que anduve bastante bien, pero sí puedo mejorar.
Para mí fue bastante difícil. Aunque venía de un fútbol muy competitivo, nunca es fácil llegar a Colo-Colo y rendir de inmediato, sobre todo por el momento que vivía el equipo. Estoy muy contento. Sé que puedo rendir mucho más, lo sé, pero aparte estoy en una posición donde mi juego no se nota mucho. La gente estaba acostumbrada a verme de tres cuartos de cancha hacia adelante, o se recordaba algo de mí en esa posición. Ahora creo que en muchos partidos fui fundamental y no se notó tanto porque estoy en la parte más atrás del campo. Estoy muy contento con el rendimiento que tuve y con el equipo, que funcionó bastante bien. Creo que vamos a seguir mejorando.»
Analizando a Esteban Paredes
Jaime Valdés no para de tirarle flores a su compañero, afirma que visogol es uno de los grandes jugadores del fútbol chileno, un goleador innato que fue un aporte dentro y fuera de la cancha.
«Creo que Esteban es un goleador innato, nos ayudó mucho en varios partidos, con jugadas personales, sacando goles increíbles ¡Qué más puedo decir! Toda la gente lo conoce. Fue un aporte importantísimo para nosotros, futbolísticamente y en el camarín.
Esteban técnicamente es muy fuerte, devuelve muy bien y es un goleador. Esteban es uno de los grandes jugadores del campeonato y del fútbol chileno.»
Julio Barroso afirma que él siempre dijo que Paredes era el mejor delantero de Chile, desde que el almirante jugaba en Ñublense que lo pensaba. Para caracterizas al goleador, usó el término amor por ganar, ya que no importa la edad que tenga, jamás se le quitaron las ganas. Además admite que para él como defensa, visogol es uno de los delanteros más difíciles de marcar.
«Es un goleador de raza, como se dice. Me tocó marcarlo antes con Ñublense y siempre dije que era el mejor delantero de Chile ¡Lejos! Por sus movimientos, por su jerarquía, que digo yo que es el jugador que tuvo la posibilidad de ser campeón, de jugar en la selección y jugar en el extranjero. Tiene mucha capacidad para leer y reconocer lo que necesita el equipo y brindarlo. Es un tipo que se puede tirar de cabeza en el córner con tal de que el equipo gane. Un ganador en todo sentido y eso fue un gran contagio que el equipo vio de él. Un tipo que por ahí en edad es uno de los más grandes, pero demostró que esto no se trata de edad sino que del amor por ganar. Eso lo define a Esteban.
Tiene mucha capacidad de reconocer el partido. Se da cuenta si se tiene que recoger, si tiene que jugar entre los centrales, si tiene que aguantar la pelota demás o tiene que rebotar rápido… Son cosas que él define rápido dentro de un partido y eso es lo difícil para un defensor. No enfrentar a un delantero que uno lo lea y diga: ‘Ya sabemos que a este delantero le gusta tal cosa’. Él se adapta a cualquier cosa y lo hace diferente. Hoy en día, en Chile, es uno de los delanteros más difícil de marcar.»
El máximo artillero del campeonato analizó su rendimiento, comentó que era muy enojón pero que siempre le gusta ganar. Admite que él fue tan importante para el equipo como cada uno de sus compañeros.
«Soy una persona que siempre me gusta ganar, siempre quiero salir adelante. Soy muy enojón. Con los rivales, con los compañeros, conmigo mismo. Pero después se me pasa (risas). Creo que hice un buen complemento con mis compañeros.
¿Nota? Eso se lo dejo a ustedes. Los que deben analizar eso son ustedes (los periodistas). Sí siento que fui importante, como cada uno de mis compañeros. Todos dieron un poco de sí para conseguir el objetivo. Somos un equipo y nadie ganó solo.
Este título, a diferencia del de 2009, creo que fue más importante para el equipo. Por todo lo que se estaba viviendo. Hace mucho que andábamos en busca de esa estrella y creo que lo disfruté más. No estando dentro de la cancha en el partido decisivo pero lo disfruté más. »
Analizando a Julio Barroso
Esteban Paredes, goleador de Colo Colo, cree que la llegada del «Patrón» era necesaria, menciona entre sus cualidades la tranquilidad que tiene el defensa y admite que desde el fondo le gritaba que se para bien o le señalaba donde tenía que presionar.
» Julio es un hombre que tiene poder dentro de la cancha, tiene mucho diálogo con nosotros. Le da un perfil bueno para lo que nosotros queremos. Era necesario que llegara un tipo como Barroso. Él junto a sus compañeros de la defensa se supieron acoplar bien y entender lo que quería Tito.
Insisto: Es un jugador de mucho poder. Tiene mucha comunicación, lo que lo hace más grande. Sabe dirigirse hacia sus compañeros. Nunca lanza una puteada, siempre serenamente. A veces en el fútbol uno se complica y quiere reventar todo, pero él siempre tranquilo y calmado, sabe muy bien decir las cosas.
Es muy ordenado para jugar. A mí me decía que me parara bien o me señalaba por dónde comenzaría la jugada. O que presionara por tal sector.»
Jaime Valdés, con la tranquilidad que lo caracteriza, cree que «el Almirante» fue fundamental para el equipo, sobre todo porque no necesitó adaptarse. Pajarito incluso se la juega con un nombre de un jugador importante al que enfrentó en su estadía en Italia.
«Me sorprendió gratamente. Es un jugador de calidad que nos ayudó mucho, con su experiencia y su buen fútbol. Fue fundamental para nosotros que llegara y comenzara a aportar desde el inicio. No tuvo ningún periodo de adaptación, siempre fue un punto alto en todos los partidos. No me queda más que felicitarlo.
Un jugador como Julio me recuerda mucho a (Fabio) Cannavaro. Son de la misma estatura más o menos, rápidos, muy fuertes en el uno contra uno, no los superas casi nunca. Fue un aporte fundamental.»
El Almirante admite que cuando llegó a Colo Colo dijo que quería ser campeón, pero esas palabras no fueron sólo un discurso, fueron un convencimiento. Por eso está orgulloso de haber cumplido su palabra. También comenta que trabaja día a día para ser difícil de pasar, admitiendo que para él perder un duelo es casi como perder un partido.
«Para mí es muy difícil analizarme, porque no me gusta caer en sobresalirme yo. Me encanta cuando el análisis razonable lo hacen otros, la gente que sabe de fútbol o el periodista mismo.
Solo puedo decir, como lo dije en algún momento: Soy feliz porque apenas llegué dije que era un desafío grande pero venía para ser campeón. Tuve mucho convencimiento y demostré que esa palabra la iba a pelear a muerte. Sé que muchos siempre vienen y está claro que uno da ese discurso… Lo mío no fue un discurso sino un convencimiento de lo que quería hacer. Venía de O’Higgins, de haber salido campeón, y dije que era el momento de aspirar más alto.
El análisis táctico o técnico no me gusta hacerlo. Solo puedo decir que me puso muy contento haber cumplido mi palabra porque si no, hubiera quedado como un tipo que vino, vendió con palabras y no cumplió.
¿Lo mejor mío? Soy un loco por ganar los duelos que hago. Creo que en un duelo se define un partido. Cuando cuidas tu arco bien, sabes que después en un equipo como Colo-Colo vamos a hacer un gol. Trabajo mucho para tratar de ser un jugador que sea difícil de pasar. No cedo ante nada ¡Ante nada! Me toquen delanteros grandotes, delanteros rápidos, la característica que tenga, trato de reconocerlo, de estudiarlo, de saber lo que tengo que hacer y realmente entrego todo para no perder. Para mí perder un duelo es casi parecido a perder un partido. Pareciera agigantado lo que digo pero esa es la mentalidad con que me enfrento. A partir de eso, sé que estoy más cerca de ganar un duelo. Mi cabeza está preparada para ganar en lo que hago.
¿Valdés dijo que le recordaba a Cannavaro? ¡Uf! Me dejó grande Pajarito. Es un orgullo. Tuve la posibilidad de compartir con él y conocerlo de cerca… Soy un agradecido porque sé que sabe de fútbol. Me pone orgulloso lo que dijo. Estar acá es un privilegio. Con Pajarito y con Esteban tenemos una relación muy buena también fuera de la cancha. Eso hizo que armáramos un grupo extraordinario. Este equipo dejó los egos personales de lado para transformarse en un equipo que se entrega en la cancha.»
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