Los albos cayeron en el Monumental por 1 a 0 ante el Atlético Nacional dejando nuevamente una pobre presentación y muchas dudas sobre el momento futbolístico del equipo.
SANTIAGO.- El hincha colocolino llegó en masa al Monumental. Había ilusión y de hecho se sentía un ambiente distinto, de mucha expectación por el debut de los albos en la Libertadores. Eso era algo que hace mucho tiempo no se sentía en la tierra de Macul. Y razones habían de sobra, porque Colo Colo cuenta con nombres de calidad y que al menos prometen consolidar un equipo sumamente competitivo. Valdivia, Paredes, Valdés, Carmona, Rivero, Oríon, entre otros, son jugadores de gran experiencia y calidad que juntos deberían ser sinónimo de triunfos internacionales, algo que Colo Colo no sabe desde que lo tomó Blanco y Negro. ¿Casualidad?, parece que definitivamente no lo es.
Claro que el debut en ningún momento parecía algo fácil de abordar. Atlético Nacional viene de realizar muy buenos torneos internacionales, de hecho campeón de la Libertadores sólo hace un par de años y en su tierra uno de los clubes más fuertes. Y su experiencia y calidad quedó demostrada esta noche en el Monumental, donde no sólo fueron capaces de anular a Colo Colo, sino que aprovecharon las falencias de los albos para terminar ganando el partido con un solitario gol del pequeño Vladimir Hernández.
COLO COLO NO SABE A QUÉ JUEGA
Lo peor de Colo Colo es que todavía no tiene un estilo de juego muy claro y definido. Y eso se le ha notado en el torneo local, donde terminó siendo campeón principalmente por sus individualidades que fueron fundamentales en momentos claves, pero como equipo, como conjunto, nunca dejaron un buen sabor de boca. Guede no logra dar con el equipo , ni con el funcionamiento ideal. Su juego es fácil de leer y cuando las luminarias no se encienden, el equipo carece de profundidad, de variantes y de juego asociado.
A eso hay que sumarle, que el DT rival, Jorge Almirón, supo plantear muy bien el juego y le cerró todos los pasillos a los volantes de Colo Colo. Como muestra es que tanto Valdés como Valdivia se vieron casi siempre superados y no tuvieron espacios suficientes como para marcar diferencias con un pase en profundidad o buscando la diagonal a la entrada del área. Acá en Chile esos espacios se los dan y ahí se florean.
Con eso, el juego de Colo Colo fue sumamente reiterativo, predecible y le hizo fácil la tarea a los colombianos que apretaban muy bien al medio y los defensa tomaban muy bien las marcas de Rivero y de Paredes, lo que obligó por ejemplo a este último a retrasarse en varias ocasiones al mediocampo para poder participar del juego. Y eso ya es signo de que algo no andaba bien en el funcionamiento del equipo.
Colo Colo era el dueño del partido, pero no por méritos propios, sino porque el rival se lo permitía y seguramente era su estrategia. Y vaya que sí les resultó, porque a los 67′ la presión fuerte al medio les dio un maravilloso resultado, cuando la visita intercepta un pase de Carmona, lo que permite a Campuzano ir directamente en demanda del arco, la defensa colocolina comete el grosero error de retroceder en vez de al menos un central salir a presionar y el volante cafetero, con esa libertad, mete un pase rasante entre los dos defensores albos para que Vladimir Hernández se metiera entre los zagueros y enfrentara sólo a Orión quien pese a salir apresuradamente no pudo con la finta del pequeño volante colombiano que tras sacarse al portero argentino de Colo Colo definió con un tiro potente de derecha. Y listo, eso bastó para sellar el partido.
Si antes del gol, el Atlético había sido un cerrojo, imagínense como fue con la victoria parcial. Guede metió dos cambios instrascendentes ( Berríos y Orellana) y Colo Colo no cambió en nada su estilo ni intensidad y chocó una y otra vez con la muy bien parada estructura defensiva de la visita.
Al final un inicio triste y decepcionante para los albos. Una derrota que duele y que para muchos era impensada, pero más que nada porque siempre hay una gota de ilusión de que las cosas serán distintas, pero año a a año la realidad los golpea fuertemente en la cara. Hay una sola buena noticia, y es que recién es el primer partido y queda mucho aún, pero claramente de esta manera será muy difícil que la historia este año no se vuelva a repetir y temrine con una nueva triste eliminación en primera ronda.
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