En los días previos al duelo entre los dos equipos más grandes del país, un repaso por anotaciones que quedaron en la historia del enfrentamiento entre los Azules y el Cacique.
El Superclásico del fútbol chileno entre la Universidad de Chile y Colo Colo ha dejado situaciones imborrables: victorias épicas, resultados humillantes, muchas polémicas y golazos que marcaron a hinchas y jugadores. Este domingo la U y los albos se vuelven a ver las caras en el Estadio Nacional. Acá un repaso por las anotaciones más bellas y significativas de los últimos años.
Con el banderín del corner en alto, Marcelo Espina corre celebrando por la pista atlética del Estadio Nacional, frente al sector de la Garra Blanca. El argentino marcó gracias a un terrible zapatazo que se clavó en el ángulo del meta de la Universidad de Chile Aníbal Pinto. Un tanto tan inolvidable como su festejo. Era el 0-2 para Colo Colo a los 71′, que perduraría hasta el final del encuentro. El Cacique eliminó a la U en las semis de la Copa Chile 1996 y se impuso en la final ante Rangers, para una nueva corona en sus vitrinas.
Pedro Heidi González era un goleador que puso a sufrir en más de una oportunidad a Colo Colo. El 17 de junio de 2000, por la novena fecha del torneo, la Universidad de Chile venció por 3-1 al Cacique en el Estadio Nacional. La apertura de la cuenta fue una obra maestra del tercer máximo anotador de Primera División. A los 17′, recibe un balón en el área, amaga un remate con la zurda que deja desparramados al meta Marcelo Ramírez y al defensor Cristian Flores, y define rápido con la pierna derecha. Pura categoría.
La imagen de Diego Rivarola festejando el gol colgado en la reja del estadio Monumental se transformó en la gran postal de la última oportunidad en que la Universidad de Chile pudo salir victoriosa del recinto de Macul. Fue el 9 de septiembre de 2001. Seguramente, en ese momento, el goleador argentino de la U jamás imaginó que al pasar el tiempo su tanto alcanzaría todo un simbolismo. Centro al área de Castañeda, Arilson pelea el envío con el Coca Mendoza y todo lo aprovecha Rivarola con una impecable definición a los 44′. Fue 2-3 a favor de la U. La tarde de la última vez.
La Universidad de Chile se imponía por 3-0 a un golpeado Colo Colo, por la primera fecha del Apertura 2004. Los universitarios fueron muy superiores y todavía tendrían otro inolvidable premio: Ibarra lanzó un balón al espacio para Sergio Gioino, quien entrando al área grande notó a Claudio Bravo adelantado y le tiró un sombrero que ingresó ajustadamente al arco sur del Nacional. Era el cuarto a los 81′ y una fiesta azul imborrable.
Los hinchas albos se preparaban para gritar gol cada vez que Matías Fernández se colocaba frente al balón para servir un tiro libre durante ese mágico 2006. El 21 de junio, en la final de ida del Torneo de Apertura, la víctima fue la Universidad de Chile. Al minuto 90, con el marcador igualado 1-1, Matigol clavó al ángulo un lanzamiento. Fue el golazo del triunfo que, días después, terminó con Colo Colo siendo campeón en la cara de su archirrival.
La Universidad de Chile se medía ante un encendido Colo Colo, que venía de grandes partidos en la Copa Sudamericana 2006. El encuentro marcó el retorno del Superclásico al Monumental, a causa de una suspensión de tres años antes. El Cacique se puso en ventaja con un tanto de Humberto Suazo a los 9′. Sin embargo, Marcelo Salas apareció para empatar el marcador a los 15′, picando la pelota en la definición tras un pase de Patricio Ormazábal y ante la salida del portero Sebastián Cejas. A pesar de esto, esa tarde los albos se impusieron por 4-2 en Macul.
Para muchos es el mejor gol que se ha visto en las últimas décadas en los enfrentamientos entre la U y Colo Colo. Lucas Barrios acusó problemas físicos en el segundo tiempo. Salió del campo para ser atendido y en su regreso protagonizó una obra de arte: tomó el balón desde antes de la mitad de la cancha, en velocidad dejó a tres jugadores universitarios en el camino y definió rasante ante la salida de Miguel Pinto. Fue el 2-0 para Colo Colo a los 75′ en una jornada sublime del artillero argentino nacionalizado paraguayo, que ya había convertido el primero a los 35′.
Uno de los Superclásicos en los que se registró una histórica superioridad, tanto en el marcador como en el nivel colectivo. El 29 de abril de 2012 se escribió una página imborrable en el historial de este enfrentamiento. La Universidad de Chile se impuso por 5-0 al Cacique. El cuarto de la jornada fue una tremenda muestra de fútbol asociado: entre los “ole, ole” de los asistentes, los azules tocaron 14 veces el balón hasta la definición de Ángelo Henríquez a los 78′.
Esteban Paredes se ha transformado en una verdadera pesadilla para la U. Actualmente posee 15 goles en Superclásicos y está a solo un tanto de Carlos Campos en el historial del duelo. En 2018, con un cuestionado Pablo Guede en la banca, el Cacique se impuso por 1-3 a los universitarios. El segundo de los albos fue una muestra más de la clase de Paredes. Tras un balón filtrado de Jorge Valdivia, el delantero enganchó al brasileño Rafael Vaz y remató de zurda al ángulo a los 49′. Un golazo. Johnny Herrera, una de sus principales víctimas en Primera, se paseaba por el área chica tras el gol, incrédulo.
El abrazo de un emocionado Esteban Paredes con sus hijos es, seguramente, la postal más potente que perdurará de su gol 216, con el que superó el récord del mítico Chamaco Valdés y se transformó en el máximo goleador de Primera. Tal vez no es la definición más espectacular que le ha marcado a la Universidad de Chile, pero es, por lejos, la más importante y simbólica de todas. El minuto 65′ de ese Superclásico del 5 de octubre de 2019 quedará marcado para siempre en la historia del fútbol chileno. Definición de zurda tras una solidaria asistencia de Pablo Mouche.
/LaTercera
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