El ingreso de Alexander Oros fue fundamental para derrumbar la resistencia de Everton, que ya atesoraba el empate sin goles. Él y Juan Martín Lucero, con dos golazos, sentenciaron el partido
El aforo autorizado en el estadio Monumental era de 26 mil personas: llegaron 27 mil. Y si se hubiera autorizado asistencia completa, sin límites por la pandemia, seguramente quedaba gente afuera.
Esto es porque el hincha de Colo Colo está optimista, ilusionado. Cree a pie juntillas en que el campeonato se perdió por esos imponderables tan comentado y que este es el año de la revancha.
Pregúntele a cualquier colocolino y será capaz de jurarle que no habrá pentacampeonato de Universidad Católica. Que el 2022 será albo.
GANAR COMO LOCAL.
Es elemental y fundamental. Cuando se anticipa una lucha tan pero tan cerrada como la que todo hace presumir que tendrán Colo Colo y Universidad Católica no se puede regalar ningún punto jugando como local.
Y muy especialmente cuando el gran adversario, con dificultades es cierto, pero sacó adelante la tarea como visitante en Coquimbo.
Por eso, Colo Colo entró con esa pesada mochila a jugar con Everton: obligado a ganar.
Y le costó mucho más de la cuenta. Porque, por largo rato, no jugó bien.
Especialmente en el primer tiempo, cuando el medio campo integrado por Pavez, Costa y Pizarro no funcionó. Por lo mismo, lo único que hicieron fue atorar al trio integrado por Solari, Lucero y Zavala, que terminaron estrellándose contra una zaga bien plantada y que tenía a Julio Barroso como estandarte.
De hecho, en esos 45 minutos, Fernando de Paul no tuvo que esforzarse mucho y sólo se limitó a cortar centros que pasaban por su área. En cambio, Brayan Cortés vivió un par de situaciones de real peligro y especialmente en un remate cruzado de Alex Ibacache que se fue apenas ancho, simplemente estaba entregado.
CAMBIOS DECISIVOS
El segundo tiempo se presento con características diferentes, porque Everton prácticamente no cruzó la media cancha, pero Colo Colo seguía estrellándose como un toro ciego, teniendo en un cabezazo de Lucero la única situación de verdadero peligro para el arco de De Paul.
Hasta que Gustavo Quinteros movió con acierto el tablero. Primero ingreso Carlo Villanueva, que tuvo el mérito de intentar poner la pelota contra el piso y después lo hizo Alexander Oroz, que sencillamente fue determinante, decisivo.
Oroz es un chico de 19 años, formado en las canteras de Colo Colo, un diestro que se desplaza muy bien por el sector izquierdo, goleador en las divisiones inferiores, que el 2021 fue cedido a préstamo a Deportes Iquique, club donde debutó y llamó la atención, anotando 5 goles en 27 partidos. Especialmente fue figura en los dos partidos de la llave de Copa Chile 2021 frente a Universidad Católica, a pesar de la pronta eliminación de su club del torneo.
Este año volvió a Macul y cuando muchos presumían que nuevamente iría a préstamo, ante la inesperada ausencia a última hora de Joan Cruz, fue citado por Gustavo Quinteros y tuvo su oportunidad, promediando el segundo tiempo. Y como la aprovechó.
DOS GOLAZOS PARA EL FRENESÍ DEL MONUMENTAL
Él inició y concluyó la jugada que terminó por derrumbar el muro defensivo de los viñamarinos.
Fue en el minuto 84´, cuando la ilusión de la hinchada alba comenzaba a dar paso a la frustración. Oroz recibió una pelota de Suazo, perfilado como puntero izquierdo. Levantó la vista e hizo un cambio largo de frente para Solari. El Pibe amortiguó, encaró hacía el áre ay sacó un centro rasante. ¿Quién llegó para empalmar la pelota?…Si, obvio, Alexander Oros, que de primera y con un derechazo violentísimo prácticamente le botó el arco al Tuto de Paul.
Lo celebraron todos, de manera frenética, los de adentro y los de afuera.
Porque ese gol bastaba y sobraba para quedarse con los ansiados tres puntos. Everton, es claro, no tendría como reaccionar.
Pero, por si acaso, bastaba la guinda para la torta. Y la puso Juan Martín Lucero, al mejor estilo del recordado Carlos Humberto Caszely. Minuto 89´y el argentino entró destapado por el centro, eludió con una finta la salida del arquero viñamarino y cuando parecía que la pelota se le iba larga, enganchó hacia el medio para dejar pasar de largo a López y definió con un toque sutil a la red.
Así ganó Colo Colo, ante un Monumental que terminó eufórico. Son los tres puntos para un campeonato que obviamente está recién empezando. Pero, había que partir ganando. El sueño de ser campeón así lo exigía. Y la tarea se sacó adelante
por Gerardo Ayala Pizarro. Fotos: twitter oficial de Colo Colo y Everton
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