Colo Colo cayó por 2 a 1 ante la Universidad de Concepción en el Monumental y perdió su invicto y ahora ya no depende exclusivamente de los albos coronarse campeón en la próxima fecha ante Universidad de Chile.
por Christian Ayala Rojas
cayala@todofutbol.cl
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SANTIAGO.- «Chuncho conchetuma… en tu cara la vuelta vamos a dar» cantaba todo el estadio antes de comenzar el partido, demostrando no sólo la confianza de que esta sería una tarde más de triunfo, sino que coreaba la posibilidad de coronarse campeón del fútbol chileno y nada menos que ante el archirrival, Universidad de Chile.
Mufaso dirán alguno…y con justa razón, porque esta tarde Colo Colo no fue capaz de reeditar otras jornadas que lo tienen encumbrado como el mejor del torneo, sino que además nuevamente terminó cayendo, esta vez por 2 a 1, ante Universidad de Concepción, una escuadra que ahora sí que tiene bien ganado el mote de la gran bestia negra de los albos, mal que mal no sólo retrasarán la fiesta del título para el Cacique sino que le quitaron el invicto, el otro gran sueño de los hinchas del popular.
Colo Colo como era de esperarse en la primera etapa salió con todo en busca de definir lo antes posible el duelo. Pero no la tuvieron fácil, porque al frente la U. de Concepción hizo todo lo posible para evitar ser el chancho de la cena. Bien parados atrás, los penquistas trataron de cerrar todos los espacios posibles, especialmente por los laterales, para evitar el acceso de los colocolinos.
Pero ojo, que Colo Colo, volcado en ofensiva, también dejaba muchos espacios en el medio, donde el pobre Esteban Pavez corría para todos lados tratando de multiplicarse, porque el pajarito Valdes sencillamente no marca absolutamente nada. Con esta realidad, el partido por momentos fue de ida y vuelta. De hecho, los del Campanil tuvieron un par de ocasiones para anotar, siendo la más clara la de Monje a los 36 minutos cuando a la entrada del área sacó un zapatazo que pasó muy cerca del poste derecho que defendía Villar.
Colo Colo intentaba y buscaba entrar principalmente por las orillas, pero esta tarde tanto Flores como Delgado andaban absolutamente nublado, incluso promediando el primer tiempo Tapia les ordenó cambiar de lado, pasando Flores a la izquierda y Delgado a la derecha, pero eso tampoco tuvo efecto.
Así, parecía que el cero era inamovible hasta el descanso, pero a los 45 minutos, el juez Enrique Osses cobró una falta lejos del área, por lo menos unos 30 metros de manera casi frontal al pórtico. La falta fue muy resistida por la gente sureña y de hecho en lo personal -sin repetición de TV a mano- tampoco me pareció falta, ya que se disputó el balón y Vecchio simplemente lo perdió pero cayó al suelo. En todo caso parecía un tiro libre intrascendente porque estaba muy lejos del arco, pero al frente del balón se paró Esteban Paredes y cuando el goleador de Colo Colo está frente a la pelota hay que juntar miedo. Y así nomás fue porque el 30 albo le pegó de manera extraordinaria sacando un remate potentísimo, con mucho efecto y muy bien colocado que se coló junto al palo izquierdo del arco de Cristián Múñoz. ¡Golazo!.
Ahí volvieron los cantos que acompañaron el pitazo final de la etapa. Los albos se iban al descanso con una gran sonrisa.
YA ES MALDICIÓN
Las sonrisas durarían poco para los albos porque en la segunda etapa, todo cambiaría radicalmente. Y ojo que el control del partido siempre perteneció al cuadro popular, pero esta vez no tuvieron el peso ofensivo que en otroras batallas había sido decisivo. Además, la U. de Conce, con un armado bien estructurado lograba, recuperar la pelota y salir rápidamente en contragolpe, especialmente por la rapidez de sus hombres como Múñoz y la calidad de Juan Cabral, que fue la figura de los penquistas.
A eso se sumó que el pilar de la defensa Julio Barroso tuvo que salir en la primera etapa por una molestia física, lo que terminó siendo fundamental, porque claramente sin él en cancha la última línea defensiva baja muchísimo en su calidad y eso se notó.
Con eso, sumado a los espacios enormes que Colo Colo regalaba en el medio, la U de Conce no tuvo más que aprovechar los regalitos y ventajas que daban los albos y así fue como llegaron los goles. El primero a los 54′ tras un rápido contragolpe que lo comenzó Cabral con un largo pase que dejó sólo a Pedro Múñoz que ingresó fugaz por la derecha y definió cruzado ante la salida de Villar. ¿Quién lo marcaba? todavía creo que lo están tratando de pillar.
Y el segundo fue peor, porque los errores defensivos fueron horripilantes, comenzando por Luis Pávez que al pelear una pelota terminó tirándola para atrás a los pies de Sixto Peralta que a la entrada del área la cambió de lado para que Monje fusilara a Villar y pusiera el 2 a 1.
De ahí en adelante, Colo Colo mostró harto amor propio pero muy poco fútbol y no pudo hacer mucho ante el cuadro visitante que estaba muy bien parado defensivamente. Hoy las individualidades en Colo Colo no aparecieron tampoco, así que no hubo como dar vuelta la historia.
Y para colmo, al final del partido el árbitro Enrique Osses expulsó a Esteban Paredes por reclamar airadamente y supuestamente con insultos una posible falta penal que no fue sancionada por el colegiado. Seguramente será el tema más polémico de la jornada.
El cantito se tendrá que guardar seguramente para otra oportunidad, porque ahora la posibilidad de salir campeón en la cara del archirrival, también dependerá del resultado de la Universidad Católica, pero al menos eso aún puede hacerse realidad, porque el salir campeón invicto es algo que seguirá siendo algo que sólo conoceremos por los libros de historia.
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