Puras Flores para Colo Colo: ganó un Superclásico inolvidable

Un duelo que seguramente quedará en la memoria colectiva, porque tuvo de todo: un gol polémico para la «U», buen juego, intensidad y el gol del triunfo de los albos anotado en los descuentos y por ¡Felipe Flores! ¿Se puede pedir algo más?

por Christian Ayala
cayala@todofutbol.cl
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SANTIAGO.- Hay partidos que nunca se olvidan, que con los años en un bar no faltará el que recuerda ese gol, ese penal, ese resultado o esa gran figura que anotó el gol del triunfo agónico en un estadio lleno.

Y hoy, fue una de esas ocasiones, porque esta versión 174 del Superclásico chileno tuvo absolutamente de todo, desde un gol gracias a un penal totalmente inexistente hasta un gol de la victoria en el último minuto y convertido por el delantero más vilipendiado y trolleado de los últimos tiempos en Colo Colo: Felipe Flores que se seguro con esto quedará metido en la historia grande del club popular…las cosas del fútbol ¿no?

El partido comenzó a un ritmo digno de un clásico, con Colo Colo tomando la iniciativa y el protagonismo mientras Universidad de Chile con mejor juego colectivo, no lograba afirmarse bien en la cancha del Monumental.

Los azules, tocaban y tocaban pero sin profundidad y terminaban siempre perdiendo el balón con alguna imprecisión. Colo Colo mucho más directo y frontal aprovechando muy bien el juego de las bandas, con Fierro por la derecha y sobre todo por Delgado por la izquierda que andaba con las luces prendidas.

Así, a los 8 minutos llegó el primer grito de gol, precisamente por una jugada por la izquierda que inició el Chapita y terminó con un centro-pase de Delgado para que apareciera Esteban Pavez sin marca a la entrada del área y le pegara al balón con borde interno para colocar la pelota con mucho efecto al palo más alejado del meta Marín, que a esa altura ya había mostrado algo de nerviosismo, especialmente en una jugada previa donde quiso rechazar con el pie y le pegó muy pifiado.

De ahí, la “U” trató de rearmarse, pero con pocas ideas y Colo Colo, esperando, lograba recuperar el balón y apostaba así al contragolpe, de hecho Vecchio lo tuvo a los 14 cuando recorrió casi 30 metros y sacó un remate que se fue desviado por poco. El argentino nuevamente pecó de individualismo porque podría haber habilitado a cualquiera de lso 3 compañeros que lo acompañaban y que estaban en mejor posición de remate, pero no lo hizo y se quiso consagrar.

Y Vecchio la repitió a los 23 cuando de nuevo quedó sólo ante Marín y en vez de definir de primera se quiso pasar al defensa que lo seguía y la pelota le quedó larga y terminó perdiendo una ocasión inmejorable. Y en la contra Aranguiz casi logró el empate entrando sólo por la izquierda y en vez de combinar hacia atrás le pegó al arco, a pesar de tener poco ángulo y la pelota ya se metía cuando Luis Pavez la sacó de cabeza de manera milagrosa desde la mismísima línea.

El “fantasma” Figueroa, preocupado porque Colo Colo llegaba como quería por el medio, decidió hacer un cambio bien prematuro, tratando de no permitir un tránsito fácil para Colo Colo, por lo que Sebastián Martínez ingresó por Ubilla…ni les cuento la carita del delantero cuando abandonaba el campo de juego antes de los 30 minutos del primer tiempo. Con ese cambio, Figueroa dio muestras que equivocó su planteamiento inicial y trató de enmendarlo en el camino .

Y cuando más complicada estaba la “U” le llegó un regalito que cambió la cara del partido, porque a los 36 minutos el árbitro Osorio, a instancia del guardalínea Marcelo Barraza, cobró un penal inexistente luego de un cabezazo de Lorenzetti que dio en el estómago de Esteban Pávez, pero de acuerdo al asistente le dio en la mano (sólo lo vió él). Osorio cobró y Charles Aranguiz puso el gol desde los doce paso con un tiro potente a la izquierda que superó la estirada de Villar.

Tras el gol creció la “U” y quiso aprovechar que Colo Colo había quedado mosqueado con el cobro injusto y que hace rato no controlaba el juego. El entretiempo llegó en el momento preciso para los albos para tener 15 minutos y enfriar las cabezas calientes.

¿LES QUEDÓ CLARO POR QUË ES UN CLÁSICO?

En la segunda etapa Colo Colo salió con mucho ímpetu y tratando de acorralar a la “U” con mucha presión en el medio. Y de entrada pudo haber marcado otra vez en los pies de Vecchio que se lo volvió a perder, esta vez entrando sólo por la derecha pero su remate cruzado se fue desviado por muy poco.

Pero a los minutos, el “gordo” la haría de oro, porque a los 7 minutos encabezó un contragolpe veloz y esta vez, no pecó de egoísmo, y habilitó a Delgado que con la clase de un jugador experimentado definió con un toque suave por sobre la cabeza de Marín que se había jugado su chance en el achique.

Tras el gol, Colo Colo trató de manejar el partido bajándole la intensidad al juego, pero fue la “U” que apremiada por la búsqueda del empate trató de atacar con mayor profundidad. Y por ahí tuvo una muy clara luego que Toro pifió una pelota dentro del área y le quedó servida a Charles Aranguiz, que le pegó con el alma, pero con demasiada fuerza y la pelota se fue por arriba del travesaño cuando Villa ya estaba en el suelo totalmente vencido.

Como Colo Colo estaba perdiendo la pelota y se venía la “U”, Héctor Tapia comenzó a mover la banca y mandó a la cancha al argentino Mauro Olivi quien reemplazo a Vecchio que a esa altura, por el gran desgaste físico que había realizado, se fue totalmente fundido.

Figueroa también mostró sus cartas y mandó a la cancha a Ramón Fernández, tratando que con el ingreso del argentino la “U” mejorara en la puntada final, donde definitivamente el equipo no estaba andando y terminaban perdiendo siempre en la última jugada.

Y el cambió le llegó del cielo y le solucionó todos los problemas, porque fue el propio Fernández el que logró el empate a los 72 minutos cuando Fierro, de manera muy tonta, le cometió una falta innecesaria a Aranguiz a la entrada del área y el argentino le pegó con su clase acostumbrada para colocarla abajo muy cerca del palo derecho y evitar la estirada de Justo Villa, que a esa altura ya jugaba lesionado y se le notó por lo lento de su reacción.

De ahí el partido se puso muy entretenido, con Colo Colo jugándose su chance por ganar el partido aprovechando los pases en profundidad que por lo general pillaban muy mal parada a la defensa de la “U”, pero los delanteros albos no supieron capitalizar. Y de hecho, a los 40 la “U” tuvo el gol del triunfo tras una gran triangulación entre Lorenzetti y Cereceda, que le permitió a este último entrar sólo por la izquierda y sacar un remate a quemarropa, pero Justo Villar se jugó el pellejo para salvar su valla y lo consiguió.

Pero, lo mejor estaba guardado para el final, porque ya en el minuto 90, Colo Colo con lo último de sus fuerzas y cuando era la “U” la que estaba más cerca de conseguir un gol heroico, Pavez inició un contragolpe por el medio y metió un pase profundo, preciso, inolvidable, para dejar sólo a Felipe Flores y el vilipendiado delantero, otrora villano, se vestía de gigante y defnía con un toque raso, al costado dejando sin opción al achique de Marín. La postal es de esas soñadas, con el arquero en el suelo, jugadores de la “U” en el suelo casi llorando y la pelota entrando lentamente traspasando la línea de gol…y cómo si fuera poco, con la hinchada de la “U” como telón de fondo. Histórico, así de simple.

Y de ahí, la “U” trató cambiar la sentencia de la historia, pero ya no había tiempo y el juez Osorio levantando sus brazos al cielo proclamaba el fin de un superclásico inolvidable, despertando los festejos que hace tiempo no se vivían con esta intensidad en el Monumental, como si hubieran ganado de nuevo la Libertadores. Ya no importaba lo mal que lo han pasado en este torneo, ya no importaba lo mala gestión de Blanco y Negro, ya no importaba que el título hace rato se había alejado…todo eso, para los hinchas albos no es comparable con haberle ganado a la “U”…y de esta manera con un gol en los descuentos.