Nos hubiese encantado poner en portada la foto del plantel albo levantando la Copa o dando una hermosa vuelta olímpica. Lamentablemente por los simios de siempre que confunden el fútbol no se podrá, porque en Valparaíso el fútbol volvió a sufrir una herida de muerte.
La historia de Colo Colo está llena de vueltas olímpicas memorables, con hinchas desbordando los estadios y con los jugadores levantando el trofeo tras haber ganado un partido increíble. Hoy Colo Colo se tituló nuevamente campeón, 31 copas ya, pero esta tiene un gusto amargo y que quedará en la historia como un título olvidable. Por una parte, la campaña del Cacique fue discreta, con jugadores que estuvieron en un nivel muy poco destacable y que incluso tuvo momentos tan desagradables como la salida del plantel del Chupete Suazo.
Pero hoy la guinda de la torta fue lo que protagonizaron sus «hinchas», que junto a los «fanáticos» wanderinos protagonizaron una de las máximas vergüenzas que recuerde el fútbol chileno. Los enajenados, más parecidos a simios del primer nivel de evolución, ocuparon todo el campo de juego antes de que se diera inicio el partido y rompieron todo lo que había a su paso (incluyendo arcos, publicidades y cámaras de televisión) para luego darse un festín de violencia. Se murió el fútbol y estos malandras se quedaron con el show mientras hacían lo que querían hasta que por fin pudo entrar la fuerza pública. (Recordemos que gracias a la ingeniosa idea de Estadio Seguro, Carabineros ya no puede estar dentro de los estadios).
Afortunadamente no pasó nada más grave, pero lógicamente el partido se suspendió. Afortunadamente para Colo Colo, la UC como se hecho tan costumbre, no fue capaz de soportar la presión y no logró ganarle y ni siquiera empatarle al Audax Italiano y con eso le dio en bandeja el título a los albos, que sin jugar lograban bajar su e4strella número 31.
¿La celebración?, seguramente estuvo muy lejos de lo glamoroso que son las vueltas olímpicas o esos shows con parafernalia y serpentinas que imitan tan burdamente a los campeonatos europeos.
Sí son campeones, disfrútenlo y gócenlo, pero de seguro al igual que nosotros tienen un gustito amargo y esta estrella 31, si bien es válida y justa, quedará con un manchón negro en la historia popular. Y un título no merece ser vilipendiado así.
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