El delantero cruzado está pasando por una estabilidad matrimonial y familar. Contento por el nacimiento de hija, el «pájaro» habló con TODOFÚTBOL y nos reveló el inicio de su carrera y los costos que tuvo que vivir para alcanzar la profesionalidad.
Santiago.- Luego del entrenamiento de los jugadores que no fueron citados por Mario Salas para el partido con Cobreloa, aparece Roberto Gutiérrez Gamboa más conocido como el «Pájaro». Él terminó la práctica antes que sus compañeros, ya que una lesión le ha impedido jugar los últimos encuentros. Además, tiene una rutina de ejercicios distinta, se quiere recuperar y aportar al equipo con su principal herramienta, marcar goles.
Nacido y criado en la comuna de Curacaví, Roberto nos cuenta su gran relación con el sector que lo vio nacer, «siempre he vivido en el mismo lugar, nunca me he cambiado. Por lo mismo, me gusta estar con mi gente, con mis cercanos, soy un hombre muy familiar», mencionó.
Es por esto, que antes de alcanzar el éxito, al «pájaro» no le importó cruzar todo Santiago para poder estudiar, entrenar, llegar a su hogar y no distanciarse de lo que, para él, es lo más importante, la familia. Nos comenta que desde pequeño su sueño fue ser futbolista, pero al pasar los años veía complicada su situación. Ya iba a alcanzar la mayoría de edad, y la presión de su mamá para que terminara el colegio y sacara su título técnico se hacía cada vez más fuerte.
«Estudié en el Liceo Abdon Cifuentes, ahí me dediqué a aprender y me recibí de contador. En ese último año, fortuitamente, pude llegar a Católica. Se me dio todo de la mano, no tuve que dejar nada de lado, pude terminar de estudiar y de complacer el deseo de mi mamá. En un momento me vi trabajando de contador y pude utilizarlo como fuente de trabajo», agregó el goleador cruzado.
El primer año en la «UC» fue complicado para Gutiérrez, levantarse en la madruga para compatibilizar los estudios y su gran pasión por el fútbol sería la primera gran barrera para alcanzar sus sueños. «Nada en la vida es fácil, para obtener beneficios hay que hacer cosas súper sacrificadas. Hoy por hoy, esto lo veo como un fruto. Muchas veces, la gente tiende a entender que por ser jugador se gana dinero, pero no ven el esfuerzo que hay detrás de las familias», comentó el «pájaro».
Esposo y Padre
Hace tres semanas, nació su primera hija, para Roberto es un sueño que esto haya sucedido y que por sobre todo fuese mujer, ya que considera, que las niñas son más apegadas al papá. La relación con su esposa es sana, estable y tranquila, llevan más de diez años juntos y hace un par, decidieron formalizarlo y casarse.
«Mi mujer ha sido pilar fundamental en mi vida. Mi amiga en el sentido de darme consejos cuando los necesito, se valora y estoy muy contento con ella. Hemos podido encontrar la estabilidad y el nacimiento de nuestra hija refuerza aún más esto», dijo el orgulloso padre.
Un «pájaro» en México
En 2005, Roberto Gutiérrez parte a prestamo al Cruz Azul, ahí es el inicio de su carrera en el extranjero. Aquella temporada con el equipo pelearon el ascenso a la división de honor mexicana. En aquel entonces, el «pájaro» y compañía no pudieron alcanzar el éxito. Sin embargo, él lo considera como el año en que maduró como futbolista, ya que logró desapegarse de su núcleo familiar, situación que no había vivido antes.
«Cuando partí a México, no me fui con un gran sueldo. La parte económica fue fundamental, yo sabía que no podía desperdiciar mi dinero y a la vez, no podía invitar a mi padre y madre. Todo lo que ahorré allá, fue para tener una base al volver a Chile, ya que no sabía que iba a suceder cuando volviera», agregó Roberto.
A parte del Cruz Azul, Gutiérrez jugó en Tecos y el Atlante. Su carrera en el extranjero lo llevó a disputar 49 partidos marcando 7 goles.
Fútbol Chileno
En el ámbito nacional, el «pájaro» a defendidos los colores de Melipilla, Everton, Santiago Wanderers, Colo-Colo, Palestino y la Universidad Católica. Destaca su participación y campaña en el «Decano», lo vivido en Valparaíso fue enriquecedor para el delantero, aunque no pudo obtener el título en 2014, se llevo los recuerdos de un gran plantel.
Por otra parte, en 2011 cuando llegó Colo-Colo fue de «dulce y agraz», ya que aquel equipo
prometía conseguir grandes cosas. Sin embargo, Roberto cree que ha sido uno de sus peores episodios como jugador, no sumar minutos, estar alejados de las canchas y no marcar fue algo que opacó su carrera como goleador.
Selección Chilena
Para el delantero cruzado es complicar hablar de la selección, es un tema que va y vuelve, que nunca se ha sellado y que no se ha concretado estar dentro de la lista que siempre se ve de Jorge Sampaoli.
«Me gustaría sanjar el tema de ser seleccionado o no, me gustaría decidir si yo doy por acabado con este tema o soy parte del grupo. Hay que reconocer que esto es un proceso de rendimiento, tenemos un técnico que nos está viendo a todos», agregó Roberto.
Por ello, buscará dar buenas actuaciones en Católica, buscando ser campeón y llegar a estar dentro de los seleccionados que trabajarán en el proceso de Rusia 2018. Espera evitar lo anteriormente sucedido, lo que fue lesionarse y quedar fuera de la Copa América.
Sin duda alguna, Gutiérrez le tiene un gran cariño a «La Franja», fue el equipo que lo vio nacer y que siempre lo ha esperado con los brazos abiertos. En su último regreso a San Carlos, el «pájaro» llegó junto a Mario Salas, con quien ya habían trabajado juntos.
«Tengo una buena relación con Mario, nos conocimos cuando él era ayudante de Nelson Acosta en Everton. Tenemos una relación de confianza, Salas puede confiar en mi. Nos decimos las cosas de frente y yo aporto con ayudar al equipo», se refirió Gutiérrez.
Finalmente, considera que la «UC» tiene todas las herramientas para garantizar un título más a la institución cruzada. Roberto ve con mucho optimismo que la clasificación ante Libertad no es imposible, y que los jugadores y cuerpo técnico están conectados para revertir la llave por la Copa Sudamericana. El «pájaro» finaliza la conversación mencionando que su objetivo principal va más por el lado grupal que personal, es decir, que es más importante obtener una corona antes que ser goleador.
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