Un partido en que casi no hubo llegadas al arco. Tanto es así que lo más destacado de los 90 minutos fueron las expulsiones de Osorio y Pacheco
Se esperaba un gran partido.
Por la posición de Cobresal, que de ganar recuperaba el primer lugar en la Tabla de Posiciones.
Y por la necesidad de rehabilitarse de Universidad de Chile, que venía de perder en Coquimbo y necesitaba los tres puntos para seguir prendido arriba.
De entrada, en la primera jugada, nos entusiasmo en que eso iba a ser así. Porque desbordó Valenciar por la derecha y su centro pasado fue muy bien cabeceado por Pacheco en el segundo palo. La pelota superó a Campos y cuando el gol parecía inminente surgió Zaldivia para rechazarcon un frentazo en la línea de gol.
Sin embargo, de inmediaro lo metieron al refrigerador, porque hubo que esperar hasta el minuto 20´para tener otra llegada con cierto peligro de gol. Desborde de Israel Poblete por la derecha, centro que encontró absolutamente solo a Palacios en el centro del área y su cabezazo se fue desviado junto al palo derecho.
Y no hubo más. Eso fue todo lo que se pudo rescatar de un pobrísimo primer tiempo jugado en la soledad de Santa Laura, por la sanción que afecta a los azules tras los desórdenes ocurridos en el Clásico Universitario.
El segundo tiempo algo mejoró, pero no mucho.
Hubo un par de llegadas, un remate de distancia de Guerra, otra de Fuentealba y un centro que empal´mó muy mal Waterman.
En los minutos finales vinieron las dos expulsiones, ambas por doble tarjeta amarilla y ajustadas a reglamento: Osorio por pegar un manotazo hacia atras y Pacheco por entrarle con plancha a un rival.
Bueno, cuando las expulsiones son lo más destacado de un partido no hay más que agregar ¿verdad?
/por Gerardo Ayala Pizarro. Fotos twitter Universidad de Chile y cobresal
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