Una vez concluido el clásico universitario, Los de Abajo insultaron a los dirigentes en las tribunas, invadieron la cancha, quisieron pegarle a Andía y le dieron un par de puntapiés a Aued
Azul Azul dio a conocer la siguiente declaración pública:
«No escondemos nuestra desazón por la derrota que sufrimos este sábado en el Clásico Universitario. Entendemos la molestia y aceptamos nuestra responsabilidad en una campaña que ha sido dura para todos: jugadores, cuerpo técnico, dirigencia funcionarios y, especialmente, nuestra hinchada. Asumimos el lugar en el que estamos y solo queda trabajar para salir adelante. Es lo único que nos puede llevar a un momento de mayor tranquilidad. Nuestro compromiso con el plantel es total.
Dicho esto, no podemos quedar impávidos frente a los incidentes que se produjeron una vez terminado el partido en el Estadio Nacional, que incluyó una lamentable invasión de un grupo de individuos a la cancha, lo que implicó una amenaza para nuestros jugadores y también para los rivales. Al mismo tiempo, repudiamos los ataques que recibieron los guardias privados que fueron contratados para la jornada, ejemplificados en una patada cobarde que recibió uno de estos funcionarios mientras intentaba dialogar con los violentos que saltaron a la pista desde las graderías.
Nada justifica estos actos vandálicos, bajo ningún contexto. Los condenamos profundamente, porque dañan el trabajo de cientos de personas que se esforzaron por entregar a nuestros fanáticos la mejor organización, pensando en que era nuestro regreso al principal recinto deportivo del país.
Para esta jornada doble, que también incluyó el Clásico Universitario Femenino, reforzamos nuestro plan de seguridad habitual, cumpliendo por encima de la norma con todos los requerimientos que nos hicieron las autoridades.
Más allá de lo deportivo, el Club realizó su máximo esfuerzo para que el hito de volver al Estadio Nacional resultara de la mejor manera desde el punto de vista operativo. Los actos vandálicos que se produjeron tras el pitazo final empañan un enorme trabajo que, finalmente, también afectan a nuestros propios jugadores que, hoy más que nunca, necesitan del apoyo de sus hinchas en las tribunas.
Por todo lo anterior, como Club pondremos todos los antecedentes a disposición de las autoridades, para que se identifique y castigue a quienes invadieron la cancha y/o cometieron actos violentos durante la jornada en Ñuñoa, que, lamentablemente, incluyeron agresiones contra los equipos de prensa presentes en el estadio. De la misma forma, evaluaremos sanciones como institución contra quienes resulten responsables de los hechos ocurridos, que perjudican al equipo, cuerpo técnico y los verdaderos hinchas de nuestra institución.
Finalmente, ofrecemos disculpas a nuestros fanáticos por el mal rato vivido en el Estadio Nacional. Por el resultado en la cancha y por lo sucedido tras el final del partido. Aceptamos los reproches, pero sabemos también que, la única forma de salir del mal momento, es la unidad y el trabajo.»
POSIBLES SANCIONES
Las imágenes de la transmisión oficial del encuentro serán la prueba con la cual el Tribunal de Penalidades establecerá los castigos que podrían aplicársele a Universidad de Chile.
Se ve, por ejemplo, a un fanático hincha de la U pegándole una patada voladora a un guardia, que lo deja en el piso. Antes, ya habían dañado el Memorial de los Detenidos Desaparecidos.
Durante la invasión, que obligó a los futbolistas a salir rápidamente del campo de juego, la situación estuvo cerca de pasar a mayores. A Luciano Aued, un hincha de la U le pegó un puntapié. El argentino no reaccionó y solo atinó a apurar su recorrido. Yonathan Andía, en tanto, es encarado con por un fanático, con el que incluso se da unos empujones. El mismo hincha después tiene un entrevero con Ronnie Fernández, con quien finalmente termina dándose la mano.
Lo cierto es que el mal comportamiento de la parcialidad estudiantil traerá consecuencias. Una vez que se conozca el informe del juez Julio Bascuñán, el Tribunal de Disciplina citará a Azul Azul para exigirle explicaciones. Y, según las sanciones estipuladas para las infracciones que se observaron el sábado, el club laico podría recibir un castigo de hasta cinco encuentros sin público local. Además, los de La Cisterna deberán asumir una multa que llega hasta las 100 UTM ($5.877.200).
Frente a tal castigo, los dirigidos por López miran su calendario para sacar cuentas. A los azules les quedan apenas cuatro partidos como locales, que podrían jugarlos sin público. Coquimbo Unido, Audax Italiano, Everton y Cobresal aparecen en el horizonte.
/Fuente: La Tercera
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