Junto con lamentar las fallas en ambas áreas, y descartar una renuncia a su cargo, el argentino da señales de cómo reemplazará a suspendidos para el Clásico Universitario.
Cabizbajo y notoriamente triste se le vio a Mauricio Pellegrino tras la derrota de Universidad de Chile, en casa ante Everton, no es para menos, porque además de no saber de triunfos en siete de sus últimos 10 partidos, vislumbra el dolor de cabeza que tendrá de cara al Clásico Universitario del fin de semana.
No es para menos, pues el técnico argentino deberá enfrentar a Universidad Católica con muchísimas bajas en el plantel, ya sea por lesión o por suspensión, como ocurrió tras la caída de local, donde Nery Domínguez e Ignacio Tapia recibieron tarjeta roja.
Por ello, y de cara al clásico del sábado, Pellegrino sostiene que “el equipo está preparado para competir, sí tenemos bajas, por suspensión y lesiones, eso lo siente el equipo; pero hay que cargar pilas, quedarse con lo positivo y tener cabeza para afrontar el partido que viene”.
En esa línea, el técnico de la U advierte que “cuando faltan jugadores, se abren las puertas a gente joven, como es el caso de Renato Cordero, o a principio de año con Chelo Morales, que se ganó el puesto. Es lo que hay, pero vamos a trabajar con el plantel que tenemos, y sin dudas vamos a dar la cara“.
A la hora de analizar el encuentro, Pellegrino enfatizó que “estamos muy dolidos por nuestra gente, por los chicos, hicimos un partido donde merecimos mucho más. Fallamos en las áreas y lugares donde con equipos tan igualados no debemos, hemos arrancado bien, hicimos un buen primer tiempo”.
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