Durante el tiempo que demore el proceso de transición, Rafael Dudamel seguira en Universidad de Chile y su futuro dependerá de los nuevos controladores que asumirán formalmente a fines de mayo
La información entregada por El Deportivo, establece que los nuevos regentes no van a traer un nuevo técnico hasta no entregar el club a sus próximos administradores.
El cuestionamiento de los hinchas para con Rafael Dudamel es cada vez mayor ya que en dos partidos en el Monumental la U ni siquiera pudo hacer un gol. En enero empató sin goles en un partido olvidable ante el peor Colo Colo de todos los tiempos; y el domingo cayó por la mínima ante los alboss.
Esto agrava todos el «prontuario» que Dudamel ha ido acumulando desde que arribó al CDA, tanto dentro como fuera de la cancha.
A su llegada no supo manejar de buena manera el camarín azul y sus decisiones —así como las de Azul Azul— precipitaron el retiro de Walter Montillo. No solo eso: destruyó la pareja futbolística que había formado con Joaquín Larrivey, máximo goleador del equipo en la temporada pasada.
Desde que firmó por el Chuncho el 6 de noviembre de 2020, solo él y sus ayudantes saben a lo que juega la Universidad de Chile. No existe una idea clara, un proceso concreto, un mecanismo concienzudo que salte a la vista de aquellos que ven los partidos de la U.
La relación con Azul Azul tampoco ha sido buena. El venezolano no tuvo reparos en criticar durante una mediática conferencia de prensa la falta de refuerzos por parte de los dirigentes.
Es cierto que clasificó a la fase previa de la Copa Libertadores pero no pasó de la primera ronda tras caer ante San Lorenzo en una eliminatoria de dos partidos. En Santiago, la U empató 1-1 teniendo un jugador más por varios minutos, mientras que en Argentina los universitarios cayeron por 0-2, dejando una pobre imagen.
Lo cierto es que aquella situación colmó a los directivos de Azul Azul, que incluso discutieron sobre su despido. Esperaban que el venezolano pusiera su cargo a disposición, pero no ocurrió. Finalmente decidieron que sería removido del cargo solo por resultados deportivos.
Los cuales no han sido los mejores. Dudamel acumula 21 partidos jugados, apenas seis ganados, 11 empatados y cuatro perdidos, lo que da un 46,03% de rendimiento. En el Torneo Nacional apenas acumula cinco puntos de 12 posibles.
Tras la derrota ante Colo Colo, Dudamel aseguró que no piensa en renunciar y que no tiene nada que reprocharle a sus jugadores: “Si mi puesto está en juego es un análisis de ustedes los periodistas, yo no me puedo hacer eco, solo del análisis del partido, lo que tengo que hacer cada día es mirar como a actúa el equipo y de lo otro no puedo responder. No tengo respuesta para tu pregunta”.
Así, la decisión queda en manos de Azul Azul. Ya habiendo asegurado que un eventual despido de Dudamel será solo por cuestiones deportivas, cabe hacerse la siguiente pregunta: ¿Cuánto es suficiente para los regentes de la U? ¿Cuántas derrotas? ¿Cuántas polémicas? ¿Cuánto mal juego? La respuesta solo la conocen Sergio Vargas, Rodrigo Goldberg y Cristián Aubert.
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