En un partido en que nuevamente cuesta encontrar algo para rescatar en Universidad de Chile, el cuadro universitario perdió un partido clave. El único gol del partido fue un penal absolutamente evitable de Arias que Vargas transformó en gol
Uno siempre, por escuela y porque le gusta el fútbol, trata de destacar lo positivo.
Recuerdo que el Sapito Livingstone me decía cuando tuve el honor de trabajar con él en Más Deporte: «en todos los partidos, algo bueno hay. Y eso hay que resaltarlo por todo lo malo que puede haber sido el resto».
Lo recordamos viendo este partido entre Ñublense y Universidad de Chile, dos equipos son candidatos a jugar el temido partido por la promoción.
Por lo mismo, a priori, uno esperaba una lucha de poder a poder. Tal vez sin mucha técnica, pero con entrega, ganas de revertir este mal momento. Y por supuesto con muchas ocasiones de gol en uno y otro arco.
Nada de eso, sin embargo, ocurrió en Chillán, donde predominó obviamente el temor a no perder y sumar aunque fuera un punto para alejarse de Curicó Unido, Huachipato y Wanderers que son por ahora los más amenazados con el descenso.
Pero, en memoria de don Sergio Livingstone no nos quedemos solamente con lo negativo y busquemos algo positivo.
En el primer tiempo, el esfuerzo por encontrar eso bueno es tiempo perdido.
Porque no pasó nada y las dos ocasiones de gol que hubo se desperdiciaron por grueso error de los atacantes, en ambos casos de Universidad de Chile.
Difícil de explicar como Joaquín Larrivey le pegó tan mal a la pelota entrando a espaldas de los zagueros chillanejos. Tal vez porque le dio con la zurda, pero lo cierto es que estando a la entrada del área chica le salió un globo pinchado que no significó ningún problema para Nicola Pérez.
Y la otra oportunidad fue aún peor finiquitada por Franco Lobos. Porque el delantero de la U conectó de cabeza un centro que bastaba con empujar la pelota para mandarla adentro. Sin embargo, podría asegurarse que le dio como un defensa que intenta sacar la pelota al córner.
Fue en el último minuto del primer tiempo, minuto fatal para Lobos, porque en la jugada siguiente debió salir lesionado por un tirón inguinal que lo deja de inmediato fuera del Clásico Universitario del domingo.
En el segundo tiempo, algo más de intención se vio por parte de Universidad de Chile, pero sin ninguna claridad para llegar al arco chillanejo.
Por lo mismo, si algo queremos destacar de lo mostrado en este partido por los azules tendríamos que detenernos en el uruguayo Ramón Arias, que puso en la cancha toda su sangre charrúa para intentar cambiar la suerte de su equipo. Pero, como en esta U nada es perfecto, la embarró de frentón en el minuto final
Y las atajadas de Fernando de Paul, que se vistió de salvador en los minutos finales. Hasta que no pudo más
LO PUDO GANAR ÑUBLENSE
Efectivamente. por el lado de los chillanejos lo mejor fueron los 15 minutos finales, que coincidieron con el ingreso de Roberto «El Pájaro» Gutiérrez.
Ahí, en esos minutos el Nico Guerra tuvo el gol en dos oportunidades claras que evitó el arquero de Universidad de Chile: primero volando hacia su izquierda y luego achicando oportunamente cuando el delantero rojo entraba solo y de frente al arco.
Hasta que no pudo hacer nada más.
Porque prácticamente en la última jugada destacada del partido, Ramón Arias echó a perder todo lo bueno que había hecho al cometer un penal tan claro como innecesario contra Gutiérrez.
Penal bien cobrado por Héctor Jona y ejecución perfecta de Nicolás Vargas para poner el 1-0 que sería definitivo y lapidario para Universidad de Chile.
¿Qué se puede decir en este momento tan pero tan complicado de los azules?
Que se quedan a las puertas de la Promoción, con sus 34 puntos y aventajando solamente a Curicó Unido que tiene 31. y por si fuera poco, ahora viene el Clásico Universitario en San Carlos de Apoquindo.
Peor, imposible
/Gerardo Ayala Pizarro. Fotos: Twitter Ñublense y Universidad de Chile
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