Un penal clarísimo del defensor chileno sobre Capaldo significó la apertura de la cuenta en La Bombonera. Lo empató Palavecino de cabeza
En una nueva edición del Superclásico, River y Boca se repartieron los puntos, el trámite, el protagonismo, y hasta las expulsiones. El trámite mostró una paridad y pocas situaciones claras en general, aunque ambos equipos tuvieron sus chances para ganarlo en diferentes momentos.
Pero pasados los 25 minutos el partido cambió radicalmente, y allí Boca empezó a dominar la pelota y a controlar absolutamente los tiempos, sumado a que River se volvió absolutamente impreciso. Y el local empezó a llegar muy claro, en una jugada que Tévez quedó mano a mano con Armani y el arquero de River salvó al equipo. Pero tres minutos después una buena jugada colectiva dejó a Capaldo entrando solo al área, y allí Díaz se lo llevó puesto. Villa de penal cambió la falta por gol.
En el complemento se vio un River muy apático durante el inicio. No encontraba los caminos para lastimar y además perdía todas las pelotas divididas. Y en el momento que Gallardo se disponía a hacer varios cambios para cambiar el trámite llegó la jugada donde el equipo pudo desahogarse. Un gran centro de Angileri encontró la cabeza de Palavecino, y el mediocampista debutó en las redes ni más ni menos que en un Superclásico.
Luego llegaron las expulsiones que le dieron un condimento caliente al partido, ambas por doble amarilla. Primero Zambrano para el local, y después Casco para el Millonario. En definitiva, y si bien River pudo ganarlo sobre el final con una jugada donde el efecto de la pelota no permitió que ingrese, el resultado es justo por lo ocurrido en los 90 minutos.
/Escrito por Nadir Ghazal para La Página Millonaria
Facebook
Twitter
Instagram
YouTube
RSS