Vinicius Junior abrió la cuenta cerca del final de primer tiempo. Empató Kevin de Bruyne carca del final del encuentro. Todo se define la próxima semana en Manchester
Real Madrid y Manchester City empataron en el Bernabéu y decidirán el pase a la final en el Etihad el próximo miércoles. Esta vez el coliseo blanco no dictó sentencia, pero tampoco podía esperarse demasiado que así fuera en el partido de la ida. El empate lo deja todo bastante abierto. Derrengado como venía, el 1-1 deja al Madrid vivo para la vuelta. Y para el Madrid esta noche casi todo se limitaba a resistir ante un City que se presentaba poderoso e intimidante tras su racha de victorias en la Premier.
No hubo sorpresas en las alineaciones con las dos bajas conocidas de Aké en los ingleses y de Militão en el bando español. Ancelotti suplió su baja con una dupla de centrales formada por Rüdiger y Alaba y no quiso un cuarto centrocampista, sino que jugó arriba con su triplete atacante: Rodrygo, Vinícius y Benzema.
La primera parte
El City tuvo más el balón
El City jugó según los cánones de Guardiola. En la primera media ahora acaparó el balón y encerró al Madrid en su área, que se defendió como gato panza arriba. Eso sí, sin perder nunca la compostura.
El City dispone posiblemente del centro del campo más lujoso de Europa, con Gündogan, De Bruyne, Rodri y Bernardo Silva. Movió rápido el cuero por la banda de Graelish, que se topó con un buen Carvajal pero, sin espacio, el gigante noruego Haaland no se dejó ver. Rüdiger le ató en corto y Haaland apenas existió en la primera parte.
El delantero noruego
Haaland estuvo controlado por Rüdiger
Tan blindado estaba el Madrid que el City, en el primer tiempo, con todo su dominio en la primera media hora, solo comprometió a Courtois con un par de remates lejanos de De Bruyne y Rodri, pan comido para el portero belga. En algún centro lateral Haaland dispuso de algún cabezazo, pero totalmente inofensivo.
Si el plan de Ancelotti era dejar pasar la primera media hora para luego morder, le salió bien. El Madrid tardó en atravesar el centro del campo. Cuando lo hizo fue en algún pelotazo largo al que no llegó Benzema, que ya no está para muchas carreras y es un campeón de la economía de esfuerzos.
El gol del Madrid
Un pepinazo de Vinícius
Pasada esos primeros treinta minutos apareció el factor Vinícius, de un tiempo a estar parte el elemento diferencial de este Madrid. Sin entrar en batallas ni provocaciones absurdas el brasileño volvió a ser decisivo. A los 36 minutos el Madrid encontró un pequeño respiro en una cabalgada de Camavinga, su jugador más dinámico en el plano físico, que cedió un balón en la frontal a Vinícius, que no se lo pensó y obró como hubiera hecho el mejor Haaland. Soltó un pepinazo que se coló por la escuadra de Ederson.
No era justo con el fútbol visto hasta ahora pero en la Champions hay reglas que parecen pertenecer solo al Madrid.
La segunda parte
El Madrid, mejor
La segunda parte empezó con un Madrid más decidido a atacar. Benzema tuvo una primera oportunidad en el 50, un remate tras un buen pase de Vinícius que Ederson despejó a corner. La replica llegó enesguida en un mano a mano que Cortois le sacó con el pie a De Bruyne, pero la acción estaba invalidada por fuera de juego. Luego Alaba tapó un remate de Haaland cuando el noruego se disponía a apuntillar ante el portero belga.
Con los dos equipos más abiertos y cansados, el partido empezó a ser un toma y daca en el que el Madrid tenía más la posesión y era más vertical. Por primera vez veía la posibilidad de ir a Manchester con la eliminatoria bastante encarrilada.
El Bernabeú, siempre una caldera estas noches, empezó a protestar todo y pedir penaltis en el área de los ingleses. Ruben Dias, el árbitro portugués, llevaba una noche decidido a no pitar casi nada. Solo había sacado una amarilla a Kroos por una entrada terrible a Gündogan cerca del descanso.
El empate
De Bruyne marcó desde fuera del área
El City trampeó como pudo los mejores minutos del Madrid, y cuando parecía inevitable que cayera el segundo gol empató en el 67 con un tirazo tremendo desde fuera del área del belga De Bruyne. El 1-1 dejó un partido poco controlado, Benzema tuvo el 2-1 en un cabezazo detenido por Ederson, que le sacó otro balón de gol en una parada monumental a Tchouaméni en el añadido. No hubo más. El Madrid lo intentó hasta el final, ya con más voluntad que acierto. El 1-1 lo deja todo abierto.
/Escrito por Carlos Novo para La Vanguardia de Madrid. Fotos: twitter Real Madrid y Manchester City
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