Jude Bellingham, que marcó, y Bukayo Saka, que firmó un doblete, brillaron con luz propia en un debut inglés en el que Harry Kane no dio con el arco
Evitar un resbalón en el debut siempre es una buena señal para toda selección que quiera luchar por el título en un Mundial. Inglaterra pareció ser muy consciente de ello y por eso se puso el mono de trabajo para pasar por encima de Irán este lunes (6-2) en un encuentro dominado de principio a fin por los de Gareth Southgate. Curiosamente no marcó ninguno de los cinco goles un Harry Kane al que se le presupone el papel de ‘hombre-gol’ en los ‘pross’. Pero en su lugar lo hicieron Jude Bellingham, que promete dar mucho que hablar en este Mundial de Qatar 2022, y también Bukayo Saka (2), Sterling, Rashford y Grealish confirmando que los de la zona de tres cuartos también tienen facilidad para ver puerta.
Sorprendió Southgate con un ‘once’ en el que no estuvo Phil Foden y donde el dibujo táctico fue un 4-2-3-1 en lugar del 3-4-2-1 que se esperaba. Prescindió de un central para ganar presencia en campo rival consciente de que Irán le cedería la iniciativa por completo y a tenor del resultado la apuesta fue acertada.
No obstante, y a pesar de que el resultado final no ofrece dudas en cuanto a que existió mucha diferencia de nivel entre unos y otros, el primer tanto se hizo esperar. También en parte porque el juego estuvo detenido más de 10 minutos antes de que acabase siendo sustituido el guardameta iraní Alireza Beiranvand tras sufrir una hemorragia nasal en un golpe con su compañero Majid Hosseini. Entró en su lugar Sayid Hossein Hosseini para recibir el caramelo envenenado de encajar seis goles y salir en sus respectivas fotos.
El primero lo hizo Bellingham poco más allá de la media hora de juego al cabecear con maestría un centro de Luke Shaw desde la banda izquierda. Y antes de que se llegase al descanso el partido quedó ya visto para sentencia después de que Bukayo Saka (43’) y Sterling (45+1’) vieran puerta, en la segunda jugada de un córner el primero y culminando una buena acción colectiva el segundo.
Con ese 3-0 en el marcador, en la segunda mitad el guion de partido continuó siendo el mismo. En el 62’ Bukayo Saka se internó en el área para completar su particular doblete con un certero zurdazo y, aunque Mehdi Taremi (65’) marcó para Irán poco después, Rashford, en el primer balón que tocaba, hizo el quinto gol inglés poco después (71’).
De ahí hasta el final, con Irán habiendo bajado los brazos al verse completamente superada, hubo tiempo para que llegase el 6-1 (90’), obra de Grealish, y también para que Mehdi Taremi, de penalti, firmase el definitivo 6-2 en la última acción del partido. Los jugadores de la selección de Irán no celebraron ni este gol ni el primero, no por el resultado que estaban sufriendo sino como gesto de protesta por la represión que se vive en su país, sumándose a los actos que están aconteciendo en Irán tras la muerte de Masha Amini a manos de la policía el pasado mes de septiembre por no llevar puesto el velo islámico. Tampoco cantaron el himno por el mismo motivo.
Más allá del triunfo, Inglaterra acumuló buenas sensaciones. Las mismas son intangibles, pero sirven para ganar en confianza de cara al resto del torneo. El único punto negro en clave inglesa, a falta de ver cómo está un Harry Maguire que dejó el verde por una lesión por determinar, fue que Harry Kane no vio puerta. No obstante, poco importó teniendo en cuenta que sus compañeros firmaron seis tantos y que, de hecho, asistió y fue clave en el que marcó Rashford.
El siguiente compromiso de Inglaterra tendrá lugar el próximo viernes (20.00 horas) ante Estados Unidos mientras que Irán, ya sin margen de error, se medirá horas antes (11.00 horas) a Gales.
/Escrito por Javier Alfaro para Mundo Deportivo
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