Mauro Zárate (el «argentino chileno» que Sampaoli quería en la selección) y Lucas Pratto (ex Universidad Católica) tuvieron un duro enfrentamiento verbal en el partido en que Vélez Sarsfiel quedó fuera de la Copa Libertadores.
BUENOS AIRES.- Dicen que una imagen vale por mil palabras. En este caso es cierto. El feroz cortocircuito entre Mauro Zárate y Lucas Pratto denuncia que algo no anda bien en las entrañas de este Vélez que fue candidato en el Final y se desdibujó y que quedó eliminado de la Libertadores cuando no pudo aprovechar su chance de pasar a cuartos jugando como local.
Vélez había perdido 1-0 con Nacional en Asunción. Aquella noche, el técnico José Flores dejó en el banco a Mauro Zárate. Se interpretó que era un llamado de atención al exceso de individualismo del goleador quien dijo lo clásico: «acepto pero no comparto la decisión». Al regreso, Zárate fue titular frente a Central y metió un doblete. Flores le volvió a dar la titularidad para la revancha con Nacional, otra vez haciendo dupla con Pratto. Cuando Vélez iba y no encontraba el camino, Pratto mantenía su estilo de sumarse a lo colectivo y Zárate buscaba siempre la resolución individual.
Pasada la media hora y con el 0-0 inamovible, Zárate hizo una de sus típicas jugadas. Arrancó por izquierda, paralelo a la línea y del área y cuando estuvo cerca de la media luna, disparó. Afuera. Tenía opciones de pase, sobre todo a Pratto, libre sobre la derecha. Pratto le reclamó que no le haya dado el pase y Zárate le contestó con insultos de grueso calibre. Casi sin chances en el Final, rota la ilusión de la Copa, ¿cómo se resolverá el conflicto en Vélez?
/Diario Clarín de Buenos Aires/
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