Ya convertido en leyenda, el defensor merengue puso el empate en el minuto 90 y le permitió al Real Madrid igualar el clásico y mantener su diferencia como líder de 6 puntos.
BARCELONA.- Los clásicos tienen ese toque especial de convertir en héroes a personas normales. Y este no fue la excepción, porque nuevamente el defensor del real Madrid, Sergio Ramos, anotó un gol agónico para darle una felicidad tremenda a su equipo, tal como ya lo ha hecho en ocasiones anteriores en partidos tan gravitantes o más que este.
Esta vez, no fue un triunfo, ni una copa, pero si el gol que le permite al Real lograr un empate agónico y mantener la diferencia de 6 puntos que precisamente tiene con los blaugrana, le permite, además, aumentar a 33 partidos su invicto y afianzarse como el exclusivo líder de la Liga española. Pero quizás, lo más importante, borrarle la sonrisa al archirrival, que ya saboreaba un triunfo dulce ante el archirrival de siempre.
BARCELONA NO SUPO MANTENER LA VENTAJA
En general el partido fue favorable para el Barcelona, que al menos en la primer tiempo y gran parte del segundo, fue el dominador, incluso viéndose muy cómodo en el terreno y con el partido sumamente controlado. Eso, permitido además por la ventaja en el marcador tras la apertura de la cuenta por parte del infaltable Luis Suarez, que a los 7 del segundo tiempo, metió un testazo casi en el {área chica superando al grandote de Varán.
Real Madrid hasta ese momento no reaccionaba y llegaba de manera muy aislada al arco del alemán Ter Stegen. Sin embargo, Barcelona comenzó inexplicablemente a retroceder y eso permitió que el Real al menos tuviera más volumen ofensivo.
Y como suele suceder en estos casos, sobre todo cuando al frente se despierta el león herido, llegó el empate en el final del partido, tras un tiro libre, centro al área y aparece Sergio Ramos que con un certero cabezazo puso el 1 a 1 definitivo.
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