El Barcelona se impusó al Deportivo de La Coruña con un 4-5, en un partido cargado de emoción de principio a fin. Messi firmó un nuevo “hat-trick”, mientras que Alexis Sánchez no disputó ni un minuto. Jordi Alba y Tello también marcaron para el Barça; Pizzi, Bergantiños y Jordi Alba, en propia puerta, lo hicieron para el Depor. El encuentro fue un auténtico homenaje al fútbol y el buen ambiente creado por la afición local no se vio corrompido por la mala actuación del árbitro.
por Ignacio Iturrarte Pérez (@inaiturrarte), corresponsal en España
LA CORUÑA.- Con esta victoria, el Fútbol Club Barcelona se coloca líder en solitario de La Liga con 22 puntos, a expensas de lo que haga el Atlético de Madrid ante la Real Sociedad, y aventaja en 8 puntos al Real Madrid de Mourinho. Por otro lado, el Deportivo dormirá en puestos de descenso con tan sólo 6 puntos.
Jordi Alba abrió la lata a los 120 segundos de partido y Cristian Tello, una de las última perla de “La Masía”, agrandó la herida a los 5 minutos marcando el segundo tanto. Lio Messi hizo el tercer gol en el minuto 17, pero, en el 25, el Deportivo respondió con un penalti, erróneamente señalado, transformado por Pizzi. En el minuto 37, Bergantiños marcó el 2-3 y dio esperanzas a su equipo, pero Messi, en el 44, puso el 2-4 en el marcador y la moral de los gallegos por los suelos. En la segunda mitad, Pizzi volvió a poner en pie al público local con un golazo de falta en el 47. En el minuto 78, Messi marcó el quinto para su equipo con uno de sus goles característicos, pero, al minuto siguiente, Jordi Alba marcó el definitivo 4-5 en propia puerta.
El Deportivo de La Coruña se presentó en el estadio de Riazor sin cambiar su formación titular, al contrario que la mayoría de equipos que se enfrentan a un equipo como el Barça. El técnico deportivista, Jose Luís Oltra, mantuvo a los once jugadores que le suelen permitir desplegar un juego de creación y atractivo para el espectador, aunque dejase a Nelson Oliveira, uno de sus jugadores de más calidad, en el banquillo.
Por su parte, el once del Barcelona estuvo marcado por las suplencias de Alexis Sánchez, que no disputó ningún minuto del partido, y de Xavi, necesitado de descanso tras sus compromisos internacionales. David Villa, el cual no ha gozado de muchas oportunidades esta temporada, y Messi, cuya presencia fue dudosa hasta el último momento por su inminente paternidad, fueron titulares.
Los de Tito Vilanova salieron con más ritmo que en cualquier otro partido de la presente Liga, y pronto obtuvieron sus frutos. Dos minutos después del pitido inicial, un gran pase de Cesc Fábregas acabó en las botas de Jordi Alba, y este, tras plantarse ante Aranzubia con un control orientado, mandó el balón al fondo de las mallas con un tiro raso y sutil.
Tan sólo cinco minutos más tarde, Tello recibió un pase de Messi, recortó al defensor Ayoze y superó al portero deportivista por bajo, ampliando de esta manera la diferencia en el marcador.
A los 17 minutos de juego, Messi recibió la frontal del área un pase de tacón de Cesc y coló el esférico por la escuadra izquierda de la portería. El Barcelona se coronaba como dueño y señor del partido y parecía meterse el encuentro en el bolsillo.
El Deportivo parecía mermado, noqueado. A pesar de ello, en el minuto 25 el árbitro Paradas Romero señaló un penalti inexistente de Mascherano sobre Riki, que fue transformado por Pizzi en el 1-3. El “Depor” se echó arriba y empezó a tener más el balón, buscando de forma valiente el segundo gol.
En el minuto 37, el encuentro ganó en emoción: tras un saque de esquina, Bergantiños remató a puerta y el balón se escurrió entre las manos del portero Víctor Valdés con destino al fondo de la red.
Sin embargo, en el minuto 44, cuando el empate parecía inminente, Fábregas volvió a ponerse el traje de asistente magistral para que Messi marcase su segundo gol con un potente tiro cruzado. A pesar de su valentía, el equipo gallego se mostró indefenso ante las acometidas “culés”
Con la reanudación del encuentro, el partido enloqueció. A los dos minutos de juego Pizzi marcó un golazo de falta directa al colar el esférico por la escuadra, imposible para Víctor Valdés. Tan sólo 120 segundos después, Mascherano fue expulsado tras ver la segunda amarilla por un codazo involuntario a Riki en el borde del área.
Inmediatamente, los entrenadores comenzaron a mover sus banquillos. El cambio más significativo fue la entrada de Xavi Hernández en sustitución de Fábregas: la labor ofensiva realizada por el ex del Arsenal fue reemplazada por el control y la serenidad que aporta el cerebro del Barcelona y de la selección española.
Así pues, tras media hora sin novedades, Messi volvió a aparecer. En el minuto 78, el de Rosario recibió el balón en el medio campo y, tras una galopada en la que dejó atrás a varios defensores, marcó el tercer gol en su cuenta particular con un zurdazo cruzado.
Tan sólo un minuto después, cuando el partido parecía, finalmente, sentenciado Jordi Alba marcó gol en propia puerta: En un intento de que el balón no llegase a los pies de Nelsón Oliveira, el lateral “culé” coló el esférico por encima de Valdés a modo de vaselina.
Los últimos compases del encuentro estuvieron cargados de emoción hasta el pitido final. Con todo, el árbitro, cuya actuación dejó mucho que desear, puso fin a un auténtico partidazo en el que, aunque parezca mentira, el Barcelona marcó cinco goles y acabó pidiendo la hora, y en el que el Depor hizo cuatro y no puntuó.
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