El derbi de la ciudad se definió con un polémico gol de penal convertido por el argentino. Alexis Sánchez sólo ingresó los últimos 9 minutos.
AGENCIAS
BARCELONA.- El FC Barcelona derrotó hoy por 1-0 al Espanyol sin brillo y con un tanto de Lionel Messi de penal y se colocó provisoriamente como único líder de la Liga española de fútbol.
El equipo dirigido por Gerardo Martino cerró así una semana casi perfecta y consiguió su quinta victoria consecutiva en el campeonato, pese a que volvió a exponer dudas en su juego.
Ahora, el Barcelona se colocó dos puntos por encima del Atlético de Madrid, que jugará más tarde ante el Athletic de Bilbao, y a cinco del Real Madrid, que chocará luego contra el Rayo Vallecano.
Messi, en tanto, anotó por quinto partido consecutivo (76 minutos, de penal) y ya tiene 22 goles en su cuenta, seis menos que Cristiano Ronaldo, máximo artillero del torneo.
El Espanyol, que jugó los últimos diez minutos con diez hombres por la expulsión del portero Kiko Casilla, sumó su segundo encuentro en casa al hilo sin triunfos.
En el primer cuarto de hora se produjo lo mejor del Barcelona. Xavi Hernández se mostró rápido en las transiciones ofensivas y Cesc Fábregas logró conectar con Dani Alves y Neymar con eficacia.
En la segunda parte, el ritmo del partido cayó contundentemente. El Barcelona cayó en la desidia y hasta parecía que a los pases cortos les faltaba fuerza. Los azulgrana no lograban conectar cinco pases consecutivos.
El Espanyol, en tanto, parecía conforme sin sentir el peligro de uno de los luchadores por el título, aunque no disponía de demasiados recursos para amenazar la portería de José Pinto.
La bisagra del encuentro se produjo a falta de 15 minutos para el final del partido, cuando Neymar quiso realizar un control en el área, el lateral local Javi López tocó involuntariamente la pelota y el árbitro Carlos Clos Gómez consideró que la mano había sido deliberada: penal para el Barcelona, que luego Messi anotaría con tranquilidad.
Ya con Andrés Iniesta en el campo, el Barcelona encontró espacios en el campo rival y hasta logró que el portero local Kiko Casilla recibiera la tarjeta roja al detener con la mano y fuera del área un tiro de Messi.
El Espanyol jugó los últimos 10 minutos con el lateral Javi López como un portero improvisado, pero aún así el Barcelona fue incapaz de aumentar la diferencia.
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