El legendario arquero mexicano, que está jugando su quinto Mundial fue determinante en el empate sin goles de dos selecciones que se habían ilusionado con ganar el Grupo tras la derrota de Argentina
Pocos en México o en Polonia se imaginaban que cuando el colegiado Chris Beath pitase el inicio de partido se iban a estar jugando acabar la primera jornada por delante de una de las grandes favoritas. Con todos los focos del planeta fútbol puestos en el debut de Leo Messi en la que podría ser su última Copa del Mundo, apareció Arabia Saudí para dotar al México-Polonia de un interés inusitado. Máxima expectación, partido decepción.
No arrancó el duelo con la intensidad que se esperaba para ser dos equipos ante la oportunidad de liderar el grupo. La México del Tata Martino salió buscando dominar el partido con un fútbol que no termina de tener muy definido su estilo. El inicio del choque enseñó algunas de las virtudes aztecas con control de juego y poco gol. Su mayor lastre durante toda la fase de clasificación para Qatar y que quedó refrendado en sus llegadas al área polaca. Amaga, pero no da.
Y eso fue lo que dio vida a Polonia. Mientras el Tri lo intentaba, los polacos tenían muy claro su partido. Cero riesgos y esperar que Lewandowski se regalase su primer gol en un Mundial. Un plan que funcionó en gran parte motivado por la ineficacia mexicana en zona de peligro. Como decíamos, Polonia esperaba que apareciese la oportunidad y la verdad que más clara no la pudo tener el bueno de Robert. El colegiado australiano tras consultar recibir el aviso del VAR señaló un penalti sobre el propio Lewandowski de esos que no sabemos si se pitan o no.
Ahora volvemos a lo de penalti. Pero antes, un merecido homenaje al tipo que se iba a convertir en el héroe mexicano. El Memo Ochoa volvía a calzarse los guantes en un Mundial, el quinto de su carrera (los dos primeros los vivió desde el banquillo). Algo al alcance de tan solo cinco futbolistas más: sus compatriotas Márquez y Carbajal, Buffon, Matthaus y Messi. Leyenda y héroe.
Seguimos. Hablábamos entonces de la gran oportunidad para Polonia. Lewandowski buscaba estrenarse como goleador en un Mundial. Ochoa, parar su primer penalti de los últimos 32 que le habían lanzado. Pues salió ganador el mexicano. Paradón para celebrar su entrada en el Salón de la Fama de los Mundiales.
Y con el penalti se apagó la luz. Algún amago más de México, cambios en ambos equipos imaginando en sus cabezas que buscaban el triunfo. Nada. Ochoa le regaló un punto a su selección el día que entraba en la historia. Lewandowski perdonó un triunfo de oro y sigue seco en una Copa del Mundo. Argentina llora, pero seguro que algo menos.
/Escrito por Carlos Fernández para Marca España. >Fotos: twitter selecciones de México y de Polonia
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