Dice que tiene el recorte guardado en algún lugar de su casa. Asegura que se acuerda todos los días de ellos: un grupo de wines que se mostraban con caras poco alegres en la tapa de la revista El Gráfico. Le reclamaban un lugar en la Selección argentina. «Antes pataleaban. ‘Bilardo, somos wines, queremos una oportunidad’. ¿Quién habla hoy de los wines? Decime vos…».
Bilardo no olvida. Hace un año que ya no es líder de un plantel. Dejó de tomar decisiones como organizador de grupos. Ya no necesita saber todo ni anticiparse a lo que va a pasar. Durante el Mundial 2014, le anunció a Julio Grondona que, pasara lo que pasara, no iba a seguir como Secretario general de Selecciones. Estaba saturado de fútbol y con algunas espinas interiores difíciles de sacarse. «Basta. Tenía que buscar lugar para concentrar, ver partidos, hablar con los jugadores, organizar partidos, la parte técnica me metía un poco…», dice. Un año atrás, percibió que la vida le había pasado de largo mientras estudiaba videos de rivales y se obsesionaba por el mínimo detalle de cada uno de sus jugadores.
Se ocupa sólo de su programa de radio, La hora de Bilardo, a la medianoche, en La Red. Como no le pasó nunca en la vida, tiene tiempo libre. Juega con su nieto de seis años. Se desentendió del fútbol. «Me muestra las figuritas del álbum y me pregunta qué jugador es. ‘Qué se yo quién es'», comenta. Vive a otro ritmo, una velocidad a la que todavía no se acostumbró. «Me estoy acomodando…No me toca correr para un lado y otro. Venía demasiado embalado, de las 6 de la mañana hasta la tarde, viajaba, iba y venía», agrega.
¿Qué le pareció el triunfo de Chile sobre Uruguay?
“Me gustó mucho Chile, fue mucho mejor que Uruguay. Sacó adelante un partido muy duro. Después decide el árbitro, pero al comienzo los uruguayos abusaron mucho del juego brusco”, afirmó el argentino.
Comentó que Chile es serio candidato a ganar el título, así como Argentina que tiene grandes jugadores, incluso Brasil que necesita una revancha luego del Mundial en su casa.
Sobre el caso de Edinson Cavani aseguró que “me llamaron de Italia para comentarme esto (ríe)….Es parte del folklore del fútbol, ha pasado toda la vida. Yo prefiero eso a que me rompan una pierna. Lo que pasa es que ahora uno lo puede ver en internet, en el teléfono, hay muchas cámaras en los partidos, y las cosas se saben. Antes nadie les daba importancia”.
Aunque parece en un nivel mucho menos combativo que en otros tiempos, el ex entrenador de la Selección argentina, campeón del Mundial 86, no deja pasar nada. Tiene referencias claras, nombres al alcance de la mano, vínculos directos e indirectos. «Como técnico, sufrí más explicando que otra cosa», dice. Pero Bilardo no cedió. Todavía quiere explicar su versión. Precisa explicar su versión.
«En el 67 (cuando jugaba en Estudiantes de La Plata, dirigido por Osvaldo Zubeldía) tirábamos los córners de la derecha con la pierna izquierda y al revés. Y me decían ‘qué es esto’. Y ganábamos partidos…El offside, antifútbol me decían…y así ganábamos muchos partidos…», dice. En una conversación telefónica con el sitio oficial de la Copa América 2015, se muestra directo y frontal, sin necesidad de esconder ni aparentar.
Fue uno de los técnicos que más conoció a Maradona y tuvo de muy cerca a Messi. ¿En qué se diferencian en el día a día? En la forma de entrenar, por ejemplo.
En todo. Tienen distinto carácter y formas de vivir. De Messi me sorprendía todo en los entrenamientos.
¿Qué tan injusto es que se señale a Messi por no haber ganado un campeonato con la Selección argentina?
Hay que ver si se le puede dar lo del Mundial. En el 2014, estuvo muy cerca. Si se da, ya quedó en la historia. Está entre los grandes como estuvieron Platini, Cruyff o Gullit. Ojalá pueda tener un título el pibe (Messi)…agacha la cabeza, mete..
¿No es contradictorio que en uno de los pocos lugares en los que algunos todavía lo cuestionan sea su propio país?
Yo me peleé con el país, eh, lo tengo grabado. El periodismo argentino decía que Messi en la Selección no estaba bien. Yo digo que no podemos discutir a Messi porque se enoja, no viene más y estamos cocinados. En un momento le pegaron fuerte, decían que no era el mismo jugador, que en la Selección no rendía…Y yo estaba seguro: ‘No hablen mal de Messi porque este pibe un día se enoja, no viene más y sonamos…con el tiempo, sonamos…’.
¿En qué posición ubicaría a Messi?
A Messi lo hicimos jugar por toda la cancha. Bien por derecha, bien por izquierda. Tiene que estar por todos lados. Encerrado a la raya no me gusta. Sacándalo de la raya, en el medio, hizo lo mejor. Juega por todos lados. No puede jugar sobre la línea. Eso arrancó con nosotros, en la Selección: «Vamos a poner a este pibe por el medio».
¿Pero no fue Guardiola en Barcelona el que le cambió la posición?
Lo empezamos nosotros en la Selección con los diferentes técnicos. Vos fijate que jugaba por izquierda…iba por la derecha. Empezó a cambiar e hizo un desastre. Eso arrancó acá…arrancó de acá…
¿Qué tanto depende Messi de su físico para ser el mejor?
Mucho importa el físico. Cuando te encara, no se sabe para dónde va a ir. Cuando llega, mira, te hace un pase gol o patea al arco. No sé cómo lo hace, pero siempre la mete. Donde quiere que vaya la pelota, va.
Bilardo está convencido de que tiene razón. Plantea al fútbol con paradigmas. Algunos temas lo obsesionan más que otros: la inutilidad de usar wines, la línea de tres, el sistema 3-5-2, los jugadores polifuncionales. Al fin, tiene tiempo para dar a conocer todas sus verdades. Es su momento de señalar a los que, para él, estuvieron equivocados.
¿Cuál fue el mejor equipo que dirigió?
Los equipos de los dos Mundiales (1986 y 1990), la Selección. El segundo, en Italia, con Maradona lesionado, que le decía que se quedara parado. Estudiantes del 82, también, con Russo, Trobbiani, Sabella y Ponce. Era una cosa infernal. Iban para adelante y para atrás. La tenían todo el día, eran jóvenes. Todos quieren tener la pelota, el problema es saber si sabés tenerla.
¿A qué jugadores elegiría para armar un equipo ideal de todos los tiempos?
No diría un equipo, porque todo tiene que ver con las necesidades. Hay jugadores del 86 que a mí me decían que no podían jugar, como Brown, que era suplente en Espanyol, y para mí siempre va a ser un gran jugador. Burruchaga para mí era un gran jugador y en Independiente tenía que luchar por el puesto. Garré para mí era un fenómeno, y la gente me mataba por ponerlo. Para lo que yo buscaba, estaba bien.
No necesita más preguntas. Bilardo empieza su monólogo, como si extendiera parte de su programa de radio. «La táctica de Argentina, la del 86, fue elegida entre las diez más influyentes de la historia por una revista inglesa muy importante (World Soccer). Yo daba la formación en el Mundial y los periodistas me decían que me faltaba un jugador. No, no me faltaba un jugador: para ellos faltaba uno, pero eran Brown, Cucciufo y Ruggeri. Entonces tenía que agarrar una hoja, ponerle tinta y explicarles…».
Da la sensación de que habla como queriendo dar a entender de que usted tuvo razón en muchas cosas…¿el tiempo le dio la razón?
Y la puta…qué te parece…
/CA2015
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