Tres acontecimientos importantes se vivieron el fin de semana. Uno, el gran triunfo 3-0 de Universidad Católica ante U. de Chile, exhibiendo el equipo cruzado, una contundencia y densidad futbolística de gran nivel para el torneo nacional. Dos, la lamentable situación de ColoColo, que, con la salida de su técnico Gualberto Jara y la llegada de Gustavo Quinteros, no creo (ojalá me equivoque) se superen los problemas, pienso que los albos precisan otros cambios. Tres, la dificultad del seleccionador chileno, Reinaldo Rueda para congregar un plantel para el primer partido ante Uruguay por las eliminatorias de Qatar 2022.
Si bien es cierto a Universidad Católica, en el plano internacional hace rato no pasa las primeras fases de las Copas Sudamericana y Libertadores, este año no fue la excepción y ya quedo fuera de esta última y solo puede optar al premio de consuelo, como se le suele llamar a la Copa Sudamericana. Pero, para el futbol de casa, los cruzados están sobrados de cariño y de seguir jugando como lo está haciendo, con un Pinares y Fuenzalida sobre la media, indudablemente y de no pasar nada raro, se alzará por tercera vez consecutiva, con el campeonato nacional. De ser así, los cruzados lo harían con tres técnicos distintos, Beñat San Jose (2018), Gustavo Quinteros (2019) y Ariel Holan (2020), todavía falta mucho, pero para allá van…
A raíz del clásico, no me gustaron las declaraciones del portero de Everton, Johnny Herrera, que criticó duramente al técnico azul Hernan Caputto por la forma de plantear el pleito ante los cruzados. Tenga razón o no, el ex portero azul, considero de mal gusto que un jugador en actividad se meta (aunque esta en todo su derecho) y diagnostique las falencias de su anterior club. Hay que recordarle a Herrera, que el año pasado a esta altura del torneo, fecha trece, los azules marchaban en el penúltimo lugar (15°) y a 23 puntos del líder, ahora a igualdad de fechas, se ubica (5°) y a 10 puntos de U. Católica. Si alguna recomendación se le puede dar a Johnny, es que se concentre en Everton, que esta jugando muy bien, y que no vuelva a cometer errores como le sucedió ante los cruzados, regalándole el empate.
En la tienda alba, rodo la cabeza de Gualberto Jara, el técnico paraguayo que no se si fue interino o de “planta”, y que sin lugar a dudas agarro una “papa caliente” al sustituir al comandante Mario Salas en la banca colocolina. Difícil tarea le toca al técnico Gustavo Quinteros, pero si lo directivos, logran alinearse, dejan sus diferencias y dejan a Quinteros trabajar tranquilo, este técnico que es de carácter, podría llegar a “enfriar la papa” que no pudo o no supo lograr Gualberto. El viernes 09 ante Coquimbo Unido, tiene el primer examen.
Para terminar, las mejores vibras para nuestra selección nacional, que el jueves 8 a las 19:45 se mide ante Uruguay en el mítico Estadio Centenario. Chile llega a este pleito con un año sin jugar (15-10-2019) y Uruguay no juega desde el 18 noviembre del 2019, o sea casi en igualdad de condiciones. No caigamos en el derrotismo, que no podremos contar con fulano o con zutano, pongamos la fuerza y la mente en los que sí podrán jugar y que están atravesando por un muy buen momento en sus clubes en Europa, Sud América y en Chile.
Voy hacer, lo que no se deba hacer, que es dar una formación tentativa para enfrentar a los charrúas. Arias en el arco, una línea de cuatro en defensa, con Isla-Diaz-Roco-Vegas Una mitad de cancha con Aránguiz-Fuenzalida-Vidal- Pinares y adelante Alexis Sanchez y Eduardo Vargas. Cuando de Chile no se espera mucho, es la vez que, damos las grandes sorpresas con triunfos inesperados.
En esta selección quedan seis jugadores pertenecientes a la llamada generación dorada, que todavía tienen algo mas que decir, en este caso, algo más que jugar.
Gonzalo Mingo Ortega
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