Si algo necesitaba Coquimbo Unido para encontrar una llama de esperanza era anotar un gol tempranero.
Y lo consiguió a los 10 minutos: no fue un gol de gran gestación ni mucho menos, porque el remate de Lautaro Palacios se desvió al golpear en Suárez y descolocó por completo a Herrera, pero igual vale. Y mucho.
Tanto, que de ahí en más se vio mucho mejor parado sobre la cancha al cuadro local, que tuvo al menos tres llegadas claras al arco de Johnny Herrera.
Everton da la impresión de ser un equipo ya resignado a su suerte. Los viñamarinos sabe que tendrían que darse muchísimos resultados para que se complique su permanencia en primera y a su vez la opción de alcanzar una copa internacional se ve lejana.
Por lo mismo, no puede decirse que sea un equipo que esté entregando los puntos a priori, pero tampoco se ve esa desesperación por dar vuelta el resultado.
De hecho, aparte de un remate cruzado de Cuevas no hubo otra jugada que inquietara a Orellana
LESION DE OSORIO
El problema principal que afronta Coquimbo Unido no es el rival de turno, sino el agobiante estado físico de sus jugadores tras la gran seguidilla de partidos que debió jugar para ponerse al día con los encuentros suspendidos.
Y eso le pasa la cuenta con reiteradas lesiones: hoy fue el turno de Raúl Osorio, que debió abandonar la cancha antes que terminara el primer tiempo. Lo sustituyó el Nico Berardo
LO LIQUIDA CON DOS GOLAZOS
Coquimbo jugó un partido que hizo acordar sus mejores actuaciones en Copa Sudamericana
Y lo liquidó con dos golazos
A los 78´ Lautaro Palacios remata violentamente y con poco ángulo para concretar una gran asistencia de Jorge Gática.
Y a los 83´ Rubén Farfán con un derechazo desde fuera del área al ángulo. Asistencia de Nicolás Berardo.
GOLEADA Y ESPERANZA
Coquimbo llega a 34 puntos y queda a una unidad de Deportes Iquique que está descendido.
Por lo mismo, llega todavía con algo de vida y mucho de esperanza al difícil partido del fin de semana con Palestino.
Everton, ya dijimos que le daba lo mismo: se quedó en 40 puntos, no puede descender, pero tampoco puede aspirar a nada más que eso
por Gabriel Ayala Espejo
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