El futbol Profesional en el mundo y en el Chileno en particular, desde que se está jugando sin público por causa de la Pandemia, pareciera que los técnicos y sus ayudantes se hubieran transformado en actores relevantes del espectáculo futbolístico. Estos saben que las cámaras de TV son implacables con ellos y “actúan” gesticulando aparatosamente atrayendo la atención de la audiencia, jugando prácticamente un partido aparte. Naturalmente hay rostros que venden más que otros.
Terminada la 4° fecha del Torneo de Primera División del Futbol Profesional Chileno 2021, no abrevio este título rimbombante porque algunos parecerían olvidar la palabra PROFESIONAL. Ya se ha jugado el 12% (32 de 272) del Campeonato y veo algunos hechos, que, si no son graves, de cierta forma nublan el desarrollo del futbol, pero no el del espectáculo, pues por algo la TV siguen atentamente los movimientos y gesticulaciones.
Se trata de los integrantes (no todos) del cuerpo técnico de cada uno de los participantes de la competencia y que lo componen, el entrenador, el asistente técnico (o ayudante), preparador de arqueros, preparador físico, paramédico, kinesiólogo y otros. En el estadio, ellos ocupan la llamada área técnica, que es la demarcación para que se muevan los entrenadores y para sentarse el resto del staff técnico, está el “banquillo”, pero no precisamente el de los “acusados” sino todo lo contrario, el de los “acusadores”.
¿ Que logran con sus permanentes reclamos e histrionismos…?, Uno amedrentar y presionar al árbitro, y así conseguir cobros favorables para su equipo, o dos, lograr predisponerlo en contra y que sea más severo y riguroso con los “odiosos acusadores”, créanme que en la mayoría de los casos sucede esto último.
En la página Web de la ANFP, están los informes arbitrales de cada cotejo, y pude constatar que, en los 32 encuentros de lo que va del Torneo, hubo 19 amonestaciones a los integrantes de los distintos staff técnico, que van desde reclamos airados, gesticulaciones y garabatos, como también 9 faltas al artículo Art 35, de las bases del torneo que, hace referencia a la indumentaria de los técnicos y jugadores. Son muchas amonestaciones y faltas para lo poco andado, y además es un pésimo ejemplo para sus dirigidos, es difícil exigir respeto, cuando ellos se lo faltan constantemente a los árbitros.
En mi opinión las circunstancias de no tener hinchas ni público en los estadios han obligado de cierta manera a cambiar el foco del espectáculo futbolístico y la televisión ha encontrado en el VAR con los árbitros y con los entrenadores más sus ayudantes una buena fuente de imágenes, que son atractivas al televidente y al rating. Hoy en día los referís son más conocidos, pues están expuestos en pantalla durante mucho rato mientras esperan el veredicto del VAR y eso lo saben y no dudo que estudian sus movimientos, y a lo mejor más de alguno, será rostro televisivo o candidato
Recuerdo que hace no más de diez años, era un acontecimiento cuando apercibían a un técnico, eran 4 o 5 veces en un torneo, ahora he visto que este tema ha ido “in crescendo” (con acento italiano…) Afortunadamente no son todos los técnicos, ni ayudantes los que tienen un comportamiento amenazante, teatral o exagerado, pero si lo suficientes, como para creer que estamos presenciando algo parecido a Titanes del Ring
por Gonzalo Mingo Ortega.
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