El proceso de Salah se ha demorado 12 partidos en empezar

El Decano empató ante Deportes La Serena 1-1 y llegó al duodécimo partido consecutivo sin conocer victorias. El gol granate fue obra de Mauricio Salazar, mientras que Héctor Núñez, justo en los 90, firmó la paridad definitiva.

Por TODOFUTBOL
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VALPARAÍSO.- Hablar de mala suerte en estos casos siempre resulta un poco simplista. Pero de que Wanderers la tiene, la tiene. El equipo de Arturo Salah venía de caer estrepitosamente ante Audax Italiano por 4-1 y este sábado, frente a La Serena en Valparaíso, hacía un buen partido. Fue mucho más que su rival. Se generó muchas ocasiones de gol, pero no logró concretar ninguna. Y eso no es mala suerte. ¿La más clara? Un mano a mano de Michael Silva frente a Rainer Wirth que despejó de manera portentosa el «1» granate.

Pero cuando parecía que el 0-0 estaba cantado en el Regional ChileDeportes, una gran jugada de Mauricio Salazar a los 44′ terminó con un inmerecido gol para los granates por lo que se había visto en el terreno de juego. Fue un golazo el del «Ingeniero», en todo caso. Se la picó a Viana y la mandó a guardar, no más. Y todo nuevamente se desmoronaba para el Decano. Y Salah se movía de un lado para el otro en su banca, tratando de buscar una solución y evitar el duodécimo partido consecutivo sin ganar que se apoderaba de la moral de todos los jugadores vestidos de verde.

Lo sintieron. Y harto. Un nervioso elenco «caturro» saltó al terreno de juego para el segundo tiempo y fue La Serena el equipo que mejor se vio en el comienzo del complemento. Con el correr de los minutos, Wanderers fue mejorando y se creó al menos una ocasión clarísima de llegar al empate. Fue a los 57′. Wirth dio un increíble rebote abajo del arco y cuando parecía gol de Michael Silva, Félix Cortés la despejó. Y si no entró esa…

Wanderers sumó doce partidos consecutivos sin vencer. Sí, leyó bien: doce. Porque a pesar del gol de Héctor Núñez en el minuto 90 que le dio la paridad al equipo verde, el premio fue mezquino, aunque merecido por el trámite del juego. La continuidad de Arturo Salah quedó colgando de un hilo, al menos que el propio técnico decida dar un paso al costado. Porque su proceso, ese que prometió a su llegada, se ha demorado doce partidos en comenzar. Mucho.