Todo daba para empate ayer en el estadio Monumental. El 1-1 entre Colo Colo y Coquimbo Unido parecía inamovible.
Se jugaban los descuentos y si bien es cierto que los albos buscaban con desesperación la posibilidad de desnivelar el partido, no se veía por donde podían penetrar a una defensa bien plantada y con un arquero sólido como Cano.
Coquimbo Unido hacía su negocio, porque empatar en el Monumental y con varios partidos pendientes por delante dejaba más complicado con el descenso a Colo Colo, que seguía sin ganar en partidos claves para la permanencia.
El árbitro Héctor Jona, de regular desempeño, había dado cinco minutos de descuento, que estaban por cumplirse. Y ahí comenzó el calvario del defensa argentino Federico Pereyra, que en una pelota intrascendente y más cerca del medio campo que de su área sujetó aparatosamente a Javier Parraguez, que tenía por delante a otros tres defensores «piratas», a los cuales difícilmente hubiera podido sortear para buscar el arco visitante
Del tiro libre se encargó Pablo Mouche y mandó la pelota a caer al área. Inteligentemente, casi todos los defensores «piratas» dieron un paso adelante y dejaron claramente adelantado al propio Parraguez, que apareció por el segundo palo, libre, y cabeceó hacia la red, aparentemente en clara posición off side. Lo que fue sancionado por el línea de ese costado y corroborado por Jona.
Prácticamente no hubo reclamos, hasta que la repetición de jugada evidenció que Parraguez estaba absolutamente habilitado por otro gravísimo e imperdonable error de Pereyra, que no siguió la línea del fuera de juego hecha por su equipo.
El gol se validó como correspondía, Colo Colo obtuvo tres puntos que suenan a salvación y Coquimbo Unido está más cerca que nunca del descenso.
Todo por el doble error de un jugador que nunca podrá olvidar este partido jugado en el Estadio Monumental un 23 de enero del 2001
por Gabriel Ayala. Fotos diario La Tercera
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