En una muestra contundente de fútbol, el conjunto estudiantil le pasó por encima a los nortinos en un partido que era clave para definir al campeón. Ahora, en la última fecha, la UC deberá abrochar el título.
IQUIQUE.- El de hoy era una final anticipada. A falta de una fecha, Iquique y Universidad Católica, los líderes del torneo se medían en Cavancha, en un partido que de ganarlo, dejaba al vencedor con una ventaja importante para definir al futuro campeón chileno.
Los dos mejores equipos del torneo frente a frente, pero con la ventaja para los dragones celestes de su localía. Pero eso, poco le importó a la UC, que además no contaba con el apoyo más de 500 hinchas en las graderías, pero de poco importa el apoyo de los fanáticos cuando en la cancha tienes jugadores tan desequilibrantes como el argentino Diego Buonanotte o el atacante chileno Nicolás Castillo, que definitivamente están intratable.
Lo de Buonanotte es un agrado a la vista y se dan las gracias por tenerlo en nuestro fútbol, siendo uno de los extranjeros que más han aportado en los últimos años. Tiene todo para ser ídolo y meterse de lleno en la historia cruzada. En primer lugar, está su técnica depurada e inteligencia de juego que marca gran diferencia en el mediocampo estudiantil y segundo está su gran entrega. ¡Es un enano!, pero corre, mete y guapea como el más alto y fornido de los jugadores, nunca da una por perdida y además siempre está pensando en un juego muy vertical y profundo. ¡crack!.
Lo de Castillo no anda muy lejos. Se entiende a la perfección con Buonanotte y tiene la característica de leer muy bien el juego. Se anticipa bien, gana las espaldas, toma las diagonales correctas y como si fuera poco, prácticamente no se equívoca a la hora de definir. ¿Hay alguna forma de pararlo cuando va lanzado al arco rival?, por ahora los defensores no han encontrado esa solución y sucumben una y otra vez ante el gran delantero cruzado.
Hoy a Católica le reconozco otro mérito que antes no tenía y que creo, de manera muy personal, que tiene que ver con la mística que ha logrado inculcar Mario Salas. Y esto es que, por ejemplo hoy, vivió pasajes muy complicados, como comenzar perdiendo o que le empataran muy luego cuando logró ponerse en ventaja. Eso, era para desmoralizar a cualquiera y era algo muy común en la historia pasada de los cruzados, sin embargo, hoy en este partido, a pesar de pasar por esas zozobras, la jerarquía del equipo fue tan contundente que lograron levantarse y terminan por pasarle a un rival importante por arriba.
EL PARTIDO: DIGNO DE UNA FINAL
Sobre el partido en sí, fuimos testigos de un gran juego, lleno de emociones, un juego vertiginoso, muchos goles y todo empapelado por un hermoso entorno gracias al hincha que llegó a repletar Cavancha.
Los primeros minutos fueron brutales. Iquique golpeó fuerte al mentón con la apertura de la cuenta a los 7 minutos, a través de un certero remate de Misael Dávila que fue imparable para Toselli. Pero la UC reaccionó casi de inmediato, cuando a los 10 minutos comenzaría la fiesta personal de Nicolás Castillo que aprovechando las vacilaciones de la defensa local, sacó un tiro de distancia y puso el 1 a 1. ¡Golazo!.
Luego fue al revés, a los 18 minutos, Buonanotte puso el 2 a 1 definiendo con clase una jugada individual y luego, Iquique lo empató casi de inmediato con un tiro rasante de Manuel Villalobos tras aprovechar un rebote que dio Toselli tras un fuerte tiro de distancia.
Y así era el partido, de ida y vuelta, con una intensidad interesantísima, lo que a la postre parece que le terminó pasando la cuenta a Iquique, porque en la segunda etapa, Iquique no fue capaz de mantener el ritmo y eso le permitió al cuadro cruzado pasarle por arriba.
Empezando el segundo tiempo, la UC lo comenzó a liquidar con un nuevo gol de Castillo, esta vez de cabeza, tras asistencia de Buonanotte y luego a los 68′ el artillero volvió a marcar luego de una hermosa jugada personal del volante argentino que hasta metió un túnel o caño como se le conoce en las calles.
El trasandino, que realmente tuvo una jornada espectacular, puso su segundo gol con un tiro libre magistral que metió la bola en un ángulo y finalmente en el minuto 83, para sentenciar el 6 a 3 definitivo, un pase en profundidad de Parot fue capitalizado por Castillo que define con clase ante la salida de Naranjo.
Y así se escribió un partido que era clave para ambos, pero que por marcador final pareciera que sólo se trató de un partido más entre dos escuadras muy desiguales. Sin embargo, el mérito está precisamente en lo contrario, este era el partido del campeonato y la UC tenía muchas adversidades que supo superar con clase y por sobre todo con jerarquía. Ahora sólo que lo último, Temuco el próximo jueves en el Germán Becker, donde deberán rendir su prueba final y demostrar un vez más que tienen todo para revalidad el título y entrar en la historia grande del club, convirtiéndose por primera vez en bicampeón del fútbol chileno. Habrá que esperar, pero por ahora pueden quedarse con la satisfacción de haber dado un paso gigantesco para alcanzar la corona.
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