Un solitario gol de Facundo Castro le bastó a los rncagüinos para obtener un triunfo importantísimo que deja a los caturros a 10 puntos de la permanencia en Primera División
Era una final, y se jugó como tal. El fútbol que Miguel Ramírez pregona, al fin se vio en el estadio El Teniente, al menos por 45 minutos. En un partido casi redondo, donde lo dominó en gran parte, O’Higgins derrotó a Santiago Wanderers por 1-0 y dio un paso gigante para salir de la zona de riesgo en la tabla de colocaciones.
En la previa se sabía que el duelo era clave por la permanencia, y así lo entendió el “Capo”. Desde el arranque, salió a morder, a buscar la tenencia del balón y así lo hizo.
Ya con la pelota en su poder, siempre trató de buscar las puntas: Los movedizos Facundo Castro y Francisco Arancibia generaron mucho riesgo. Lo mismo Fabián Hormazabal y Antonio Díaz que colaboraban con aquellas acciones. Sumado al trabajo creativo de Matías Sepúlveda y del eje de ataque, Marcelo Larrondo, complicaron en demasía a la visita.
En los 6’, 8’, 13’, 19’, 33’ y 34’, el elenco local tuvo ocasiones claras para anotar la apertura de la cuenta. En varias de esas intentonas, de no ser por el portero Mauricio Viana el marcador al término de la etapa culminaba en goleada.
Pero, en los 42’, llegó el desahogo. Castro, con el protagonismo que le extrañábamos, tomó el balón desde la izquierda y en diagonal la portería sacó un remate furioso que se coló en un rincón. Golazo para festejarlo con todo, pues el plantel encontró la llave para enrielar el partido a su favor.
SE COMPLICÓ, PERO LO GANÓ
Si bien es cierto, la visita quiso buscar alguna ocasión para igualar, su falta de claridad a la hora de atacar fue fundamental para mantener por largos minutos el arco en cero.
Lo anterior, le dio tranquilidad al cuadro celeste para tratar de sostener la intensidad que mostró en los primeros 45.
Es más, las intentonas en ofensiva provocaron que, el autor de la apertura de la cuenta, Castro, fuese reemplazado en los 57’ producto de una molestia muscular. Allí, Ramírez, aprovechó la vocación de Hormazabal para adelantarlo en el campo y cubrir su posición con Alejandro Márquez.
Pero, con el paso del tiempo, el equipo se diluyó. Perdió intensidad, marca en el medio campo y Wanderers se vio un poco mejor.
Promediando la media hora del complemento, Ramírez intentó recuperar el fútbol con Iván Rozas (por Sepúlveda) y el ex Ñublense en la primera que tuvo generó peligro pues, en los 78’, habilitó a Hormazabal que, para mala suerte local, definió por sobre el travesaño.
Pero, si se trata de sufrir, los celestes terminaron el partido con 10 jugadores. En los 81’, Arancibia cometió una falta sobre Viana y eso le significó la segunda tarjeta amarilla, por tanto, fue expulsado.
A la postre, y pese a los 7 minutos de agregado, O’Higgins lo aguantó, se desahogó y consiguió una victoria fundamental.
Con 28 puntos, el cuadro celeste se aleja a cinco cuerpos por sobre Huachipato y seis sobre Melipilla. Ahora bien, el próximo viernes –en La Cisterna- también debe sumar para así cumplir con el cometido, mantenerse en la categoría de honor.
Para Wanderers la suerte ahora sí parece sellada. Se queda con 15 puntos a 7 de Melipilla y a 10 de Huachipato, que es el rival a bajar para salvarse del descenso. Claramente los porteños la tienen aún más complicada que la propia selección chilena
/Por Ricardo Obando para El Rancaguino. Fotos: twitter O´Higgins y Santiago Wanderers
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