En la despedida oficial del Toto Berizzo, O´Higgins le regaló a su técnico y a su multitudinaria hinchada la conquista de la Supercopa. En la definición a penales- donde hubo más errores que aciertos- los rancagüinos derrotaron a Iquique.
por Gerardo Ayala Pizarro
SANTIAGO.- En su joven historia, O´Higgins ha tenido grandes equipos, escuadras inolvidables, como las de los argentinos Federico Vairo, Roberto Rodríguez y Mario Desiderio. Otras más cercanas, como aquella que ganó una liguilla gracias a un golazo de Juvenal Vargas. Y esa que capitaneaba Miguel Ángel Neira, con el Walo Quiroz y el «Pelao» Acosta, como sus escuderos en medio campo.
Lo reiteramos: grandes equipos, inolvidables equipos. Pero ninguno como este que hoy cerro el ciclo del Toto Berizzo, obteniendo la Supercopa del fútbol chileno.
Pudo y debió ser campeón en aquella final que le birló un error grosero de Enrique Osses en la final con Universidad de Chile. Dejó pasar una temporada para recomponer sus heridas y volvió a la lucha para darse el gusto de entrar a la historia como el primer campeón de la ciudad heroica, tras superar en emotiva final a U.Católica.
Y no contentos con eso, esta tarde, en lo que fue el último partido del entrenador rosarino – que se despidió de su gente antes de que entraran a la cancha- han conquistado la Supercopa que los enfrentaba como campeones del Apertura con el Campeón de la Copa Chile (Deportes Iquique)
EL PARTIDO
Fue un emotivo encuentro, con dominio alternado en el juego, aunque por oportunidades, siempre fue O´Higgins el que estuvo más cerca del gol.
Aunque parezca contradictorio, sin embargo, fue Iquique el que abrió la cuenta. Se jugaban recién 6 minutos cuando el ‘Rengo’ Díaz sacó un balazo que se clavó lejos del arquero Roberto González, que no se imaginaba a esa altura que sería luego el héroe de la jornada.
Incluso más, Iquique tuvo alguna oportunidad de aumentar la ventaja, pero cuando eran los mejores momentos del cuadro nortino, a los 39 minutos, Luis Pedro Figueroa le dio el empate a O´Higgins, definiendo de gran manera ante la salida de Rodrigo Naranjo. Sería el 1-1 con el que terminaría el partido.
Esto, porque en el segundo tiempo, ambos equipos, teniendo ocasiones para desnivelar las cifras, no dieron con el arco. Iquique luchó, puso todo, pero futbolísticamente fue superado en esta etapa por un O’Higgins que tampoco supo definir el encuentro. Especialmente en dos contragolpes que dilapidaron a pesar de tener todo como para haber derrotado a Naranjo.
POR PENALES
Se llegó así a la definición desde los doce pasos.
Opazo y Huerta comenzaron convirtiendo para O´Higgins, mientras que Zenteno falló para Iquique y Romero abotó, dejando 2-1 el marcador.
Sin embargo, ahí comenzaron las chambonadas de los rancagüinos, porque Vargas y Uglessich enviaron la pelota a las nubes, literalmente y también fracasó Chaves (este último intentando picar la pelota al estilo Abreu).
Iquique no aprovechó el regalo, porque un infalible como el Rengo Diaz también elevó su remate y Pinares no pudo derrotar a Roberto González.
Afortunadamente, para los nortinos Villalobos sí fue certero y puso el 2-2 en la tanda de cinco penales.
Fueron al uno a uno con muerte súbita desde el lanzamiento penal.
Comenzó Luis Pedro Figueroa, marcando para O´Higgins pese a la excelente estirada de Naranjo. Y en la instancia fianl, otra vez el Beto González hizo pesar su experiencia y contuvo el remate de Brito.
O´Higgins campeón. Toto Berizo se va como lo merecía, como un ganador.
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