Con pasajes de muy buen fútbol, los árabes consiguieron vencer por 2 a 1 a los universitarios que nuevamente hicieron un muy mal partido y se van quedando en el fondo de la tabla.
SANTIAGO.- Partamos por lo más claro: la victoria de Palestino hoy fue absolutamente justa. Los árabes demostraron que su buen arranque de campeonato no era sólo un espejismos, sino que hoy frente a Universidad de Chile no s+olo lograron vencer por 2 a 1 y seguir como líderes junto a la UC, sino que además dejaron una muestra de buen fútbol, de una intención de fútbol ofensivo muy interesante y por sobre todo de temple para no amilanarse en los momentos más complicado. Y eso no es resultado de la casualidad.
Los árabes mantienen una base futbolística que les dejó Guede, donde destaca un juego de conjunto siempre pensando en el arco contrario, pero basado en movimientos de conjunto lo que les permite defender con una gran cantidad de hombres y lo mismo pasa cuando se juega en campo contrario, especialmente porque los laterales que tiene, Zacaría por la izquierda y Campos por la derecha, llegan muy bien a labores ofensivas, porque no sólo suman en número, sino que por lo general terminan muy bien las jugadas, ya sea con centros peligrosísimos o con remates a portería.
De hecho así llegó el primer gol del partido a los 20 minutos, cuando Jonathan Zacaría subió por la izquierda y sacó un centro con mucho efecto, que en primera instancia Enzo Gutiérrez deja pasar, lo que descoloca a la defensa azul y le permite a Nicolás Maturana ingresar sólo por el segundo palo y anotar el 1 a 0 con el arco a su merced.
Hasta ese minuto, Palestino había sido muy superior, como ya lo dijimos en materia colectiva, pero también de manera individual, porque por ejemplo Nicolás Maturana hoy tuvo un partidazo siendo desequilibrante en el mediocampo, lo que se suma a Marcos Riquelme que es un delantero que lucha cada balón y a Carvajal que en el medio las corrío todas y como si fuera poco en defensa Farías fue impasable.
Y ahí estuvo la gran diferencia, porque en la U da la impresión que a nadie le importa ganar, no hay motivación y muy pocos son los que tratan de colocar un poco más de lo justo. Es tanto así, que a ratos para que el único que juega es Mathias Corujo que se supone que es lateral, pero termina jugando como central, volante de contención, incluso como el «10» del equipo y hasta como un puntero derecho. Por eso al final, el uruguayo, entre las pifias merecidas de la hinchada, es el único que se lleva todos los aplausos. Pero obviamente, el uruguayo no las puede hacer todas.
La «U» muestra muy poco fútbol y lo peor es que tiene muy poca contundencia ofensiva, lo que queda demostrado con los últimos partidos donde los azules sólo han marcado un gol y fue de penal. Y hoy eso se vio claramente en el Nacional, porque la «U» prácticamente no llegó con peligro al arco de Marín, por ahí quizás la única clara fue tras un error de la defensa palestinista que le permitió a Ubilla quedar sólo frente al meta visitante pero definió suave a un costado lo que le permitió a Marín evitar el gol.
Aún así, la «U» logró empatar a los 74 minutos cuando un remate de Valencia fue interceptado con la mano por Carvajal, lo que obligó al árbitro a cobrar la pena máxima, el que fue canjeado por gol por Johnny Herrera que definió con un derechazo potente.
Uno espera que un equipo grande, tras lograr el empate se vaya con todo en busca de la victoria, pero eso no ocurrió, porque si bien hubo un atisbo de repunte por parte de los azules, tienen tan poco juego colectivo e individual que lo único que consiguieron fue dejar más espacios en defensa lo que le permitió a Palestino retomar el control y comenzar a llegar al arco azul con insistencia.
Tanto así, que llegó el gol justiciero a los 84 minutos cuando la defensa universitaria no tuvo reacción ante una buena jugada comandada por el Nico Maturana que terminó con un centro atrás para que apareciera César Cortés y definiera de frente metiendo la bola al fondo de las mallas.
La «U» en lo que quedó de partido no tuvo reacción y Palestino se dedicó a cerrar sus filas para terminar abrochando un gran triunfo que les permite seguir como líderes en el torneo y de a poco van consolidando una muy buena campaña. La «U», por el contrario se hunde en el fondo, pero lo peor es que cada vez más preocupa su manera de jugar y el bajo nivel individual. Se viene una semana complicada para Sebastián Beccacece, que en cada partido que pasa va perdiendo algo más de credibilidad.
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