Se perdió sólo porque Brasil aprovechó la única oportunidad de gol que tuvo en el segundo tiempo. Pero La Roja tuvo el mérito de empequeñecer al Gigante, de dejar de manifiesto que el Mejor de los Mejores esta noche no fue mejor que la selección chilena
Sorprendió Martín Lasarte a todo el mundo cuando se conoció la alineación inicial de Chile. Porque si bien, la idea de que el ingreso de Alexis Sánchez podía significar el sacrificio de uno de los dos puntas (en este caso resultó ser Ben Brereton) no parecía utópica, pero la mayoría de los cálculos apuntaban en ese caso a un reforzamiento del medio campo, ya fuera con Pinares, Galdames o Alarcón.
Y los que apostaban por la posibilidad que el ingreso del tocopillano en ataque significaría la implementación de una línea de tres en defensa, en ese caso le daban camiseta de titular a Enzo Roco.
Lasarte eligió a Sebastián Vegas y no se equivocó. Porque el zurdo formado en Audax Italiano tiene muy buena salida por su costado y además es lo suficientemente rápido como para permitir que el Chueco Mena pudiera proyectarse en ataque cuando Chile tuviera la pelota. Y el lateral de Racing, al igual que el Huaso Isla por la derecha, no se restaron en incorporarse en ofensiva cuando lo requirió el equipo.
Porque eso fue lo otro muy interesante que mostró Chile: un esquema que algunos podían considerar defensivo, no lo fue en la práctica. La Roja, derechamente le jugó a Brasil con el respeto lógico que sugiere el gran candidato a ganar la Copa América. Y le propuso un partido a disputarse en un sector donde la selección chilena es muy fuerte: el medio campo.
En ese sentido, con la solvencia que mostraban Sierralta, Medel y Vegas en el fondo, los dos laterales (Isla y Mena)siempre pudieron ofrecerse como salida y en el medio, Pulgar, Aránguiz y Vidal se hicieron muy fuertes y por momentos controlaron y manejaron muy bien la pelota.
¿Qué faltó llegada?…Es cierto, pero si estás jugando ante Brasil tampoco puedes querer tenerlas todas. Y Chile hizo las cosas muy bien hasta la entrada del área brasileña, pero no exigió mucho a Ederson, salvo esa gran jugada individual de Edu Vargas a los 27´en que dejó pagando dos veces nada menos que a Thiago Silva y sacó un derechazo cruzado que el arquero manoteó con gran esfuerzo al córner.
El otro atacante chileno, Alexis Sánchez hizo un gran esfuerzo y de hecho debió salir en el entretiempo. Más no se le podía pedir al tocopillano. Quería jugar, jugó, preocupó con su presencia a los defensores brasileños, pero no tuvo la posibilidad de hcer sentir su habilidad en el área contraria.
GOL DE CAMARÍN
Por el lado de Brasil, lo que había mostrado en el primer tiempo fue un gran respeto por Chile.
Muy pocas veces adelantó a sus defensores, salvo en las pelotas detenidas y sus intentos de llegada fueron a través del gran talento de Neymar, que cuando logró encontrar algún espacio frente a la marca zonal de La Roja, hizo daño.
Le metió una pelota cruzada a Firmino, que el delantero del Liverpool no pudo empalmar bien en el área chica en lo que junto a un remate de Gabriel Jesús que Bravo manoteó al córner fueron las únicas llegadas de peligro por parte del local.
Eso fue en el primer tiempo, porque lamentablemente, en la primera jugada del segundo tiempo, Lucas Paquetá (que había ingresado por Firmino) consiguió concretar con Neymar una pared media rústica en el área, Vegas no pudo rechazar y el delantero del Olimpique de Lyon fusiló a Claudio Bravo.
EXPULSADO GABRIEL JESÚS
Casi de inmediato, Gabriel Jesús cometió una tremenda imprudencia y le entró con una pierna muy en alto, golpeando a la altura del cuello a Eugenio Mena y Loustau no dudó: roja directa para el atacante del Manchester City.
Claro, estando en ventaja Brasil, si bien a nadie le gusta quedarse con un hombre menos, no lo sintió tanto porque la tarea ya estaba hecha con la apertura del marcador.
Eso obligaba a Chile a salir definitivamente de su zona para ir a buscar el empate. Modificó Lasarte la alineación con el ingreso de un delantero por un defensa (Carlos Palacios por Vegas) y la primera señal de que Chile podía llegar fue un gol bien anulado a Vargas por posición adelantada de Pulgar en el inicio de la jugada.
La segunda señal, un excelente cabezazo de Brereton ante un centro de Mena que devolvió el travesaño cuando no llegaba Ederson.
Y la tercera, que parecía la vencida, fue un sobrepique a la altura del punto penal de Jean Meneses (que había ingresado por Pulgar) y el arquero brasileño con una muy buena reacción sacó la pelota por sobre el travesaño.
Hubo otra, justo en el minuto 90´, en una pelota que quedó botando en el área, parecía que la metían entre Diego Valencia (ingresó por Aránguiz) pero terminó rechazándola Marquinho.
Fue la última, porque los seis minutos de alargue se consumieron en las gambetas y los piscinazos de Neymar, que en eso es único e incomparable.
Brasil resistió así los embates de Chile, aprovechó la única oportunidad real de gol que tuvo en el segundo tiempo y se quedó en carrera en esta Copa que la hizo en su casa para poder ganarla.
Y la selección chilena se vuelve a casa y lo hace con la cabeza muy en alto. Empequeñeció al Gigante y si el partido hubiera ido a una definició por penales nadie podría haber dicho que fue injusto. Porque el Mejor de los Mejores no fue mejor que La Roja. Solamente le ganó, como pudo haber empatado e incluso haber perdido.
Por lo mismo, como dice aquel antiguo himno patrio: Alza, Chile, sin mancha la frente, conquistaste tu nombre en la lid, siempre noble, constante y valiente, te encontraron los hijos del Cid.
por Gerardo Ayala Pizarro. Fotos: Twitter seleccion brasileña y selección chilena.
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