(Goles en video) Tras unos desastrosos primeros diez minutos, donde Paraguay nos metió dos goles, La Roja trató de recuperarse y logró al menos descontar, pero no fue suficiente para dar vuelta el partido. Ahora obligados a ganar a Bolivia.
ASUNCIÓN.- Los primeros 10 minutos parecían salidos del peor capítulo de una película de terror, o mejor aún, de la vieja serie «La Dimensión Desconocida». En la cancha, Paraguay ya ganaba 2 a 0, pasando por arriba ante un escuadra chilena que era irreconocible, lejana de aquella que hace pocos meses conquistó por segunda vez la Copa América.
¿Cómo se pueden explicar esos 10 nefastos minutos?. Difícil, aunque la respuesta más fácil y que de seguro más se debe haber repetido en las redes sociales fue la excesiva confianza, esa que históricamente y tantas veces antes nos ha terminado por pasar la cuenta, simplemente porque de alguna manera extraña, los jugadores chilenos se relajan demasiado cuando se creen superiores. Grave error, porque si esta generación ya debería haber aprendido algo es que para conseguir logros hay que poner el 100% siempre.
Vidal por ejemplo, que hace un par de días había señalado que Chile era la mejor selección del mundo, fue uno de los puntos bajos hoy. De hecho, el volante falló garrafalmente en la salida, lo que le permitió a Paraguay recuperar la pelota y terminar la jugada con un tirazo de Óscar Romero que se metió como un misil en el arco chileno, a pesar de la estirada de Toselli, aunque igual quedó la sensación que el meta de la UC pudo haber tenido una reacción mejor.
Al minuto, Chile nuevamente falló en defensa y tras un doble cabezazo en el área apareció absolutamente libre Paulo Da Silva y de cabeza marcó el 2 a 0. Silva perdió la marca, Aranguiz se quedó en el palo habilitando a todo el mundo y Toselli, no tuvo reacción para salir a cortar el balón. Errores que sumados terminaron sepultando a La Roja.
Esos cachetazos fueron lo suficientemente fuertes como para despertar al campeón dolido. De ahí Chile volvió a entender que al frente no estaba jugando con chicas y comenzó a desplegar el fútbol que le ha valido un reconocimiento mundial. Así, a los 35 minutos, Vidal recordó el gran jugador que es y se empinó entre los defensores paraguayos, tras un tiro libre ejecutado por Aranguiz, y con un golpe de cabeza certero puso el descuento para Chile que hacía esperanzarse con que podía venirse una hazaña en el Defensores del Chaco.
CHILE NO PUDO O NO SUPO
Tras el gol, La Roja siguió dominando y por ahí tuvo alguna ocasión más, como una chilena de Eduardo Vargas que hubiera sido un golazo si es que el portero guaraní, Diego Barreto, no hubiese estado notable mandando la pelota al córner
Sin embargo, el envión chileno no duraría mucho, porque en el entretiempo el Chiqui Arce, el Dt local, supo rearmar muy bien sus piezas y entendió que su equipo debía volver a realizar lo que tan bien había hecho en los primeros minutos, es decir salir muy adelante a presionar y recuperar la pelota arriba, porque de lo contrario, metiéndose atrás, la cosa se podía complicar muchísimo.
Chile, en cambio, no tuvo desde la banca la misma respuesta. Chile volvió igual de perdido que en los primeros 10 minutos y no supo alargar el buen final del primer tiempo.
Con esa realidad, Paraguay logró controlar nuevamente el partido y poner en jaque a una defensa chilena que no lograba afianzarse, lo que se suma a lo errático de Vidal en la salida, al igual que Aranguiz que tampoco logró gravitar. Sánchez en lo suyo cuando las cosas no funcionan, es decir bajando a mediocampo a buscar la pelota con lo que termina siendo muy intrascendente en jugadas ofensivas, mientras Vargas cada vez se quedaba más huérfano en delantera.
Después vinieron los cambios de Pizzi, que en realidad no trajeron ninguna modificación en el estilo de juego. Incluso llama la atención que en estos tiempos, un jugador que acaba de ser fichado por un poderoso club como el Milán, haya estado en la banca todo el partido.
Al final, Paraguay, entendiendo la importancia de la ventaja decidió en los últimos minutos meterse en campo propio y aguantar, haciéndole casi imposible a Chile acercarse al arco local, y de paso, con algunos contragolpes y ayudados por errores de los jugadores chilenos, darse maña de llegar al arco nacional donde Toselli tuvo un par de intervenciones que fueron significativas.
Con este panorama, Chile terminó por perder la cordura y a los errores en los pases, le siguieron las fallas defensivas, las perdidas infantiles de balones por parte de los volantes y finalmente el juego brusco, lo que terminó también con una roja para Gary Medel, que recordando sus más oscuros años, perdió totalmente el autocontrol y decidió que lo mejor era insultar al árbitro, lo que le costó una merecida tarjeta roja.
Una derrota que termina con el logro de dos procesos anteriores que habían logrado ganar en Asunción, pero que más allá de eso, deja una derrota dolorosa y que pone una roca más en el camino para llegar al Mundial de Rusia 2018. Ahora la obligación es ganarle a Bolivia en Santiago, esperemos que para ese partido se haya aprendido la lección de que no somos la mejor selección del mundo…y si lo somos, eso hay que demostrarlo en la cancha en cada partido y sea quien sea el rival que se tiene al frente.
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