Con un partido de infarto y una brillante e inolvidable actuación de Claudio Bravo en la definición a penales, Chile eliminó al campeón de Europa, Portugal y se metió en la gran final del torneo mundial, a la espera ahora de su rival entre México y Alemania.
RUSIA.- Cuando uno piensa que este equipo ya tocó techo o que simplemente ya escribió todas las hazañas que tenían preparadas para su generación, este grupo de jugadores nos vuelven a maravillar, emocionar e incluso nos hacen llorar de felicidad y alegría, consiguiendo un nuevo logro lleno de dramatismo y con tintes de heroísmo lleno de pasión, lucha y que nuevamente se convierte en una historia inolvidable que será recordada eternamente.
Y es verdad, hoy no se ganó un título ni tampoco se consiguió la clasificación a un Mundial, pero se alcanzó una final inédita y como si fuera poco dejando en el camino al campeón de Europa y que tiene en sus fila nada más ni nada menos que al mejor jugador del mundo. Seguramente, por fin Messi debe haber disfrutado un triunfo chileno y por fin debe haber celebrado cada tapada de Bravo.
SUFRIMIENTO DE PRINCIPIO A FIN
Una de las cosas que seguramente más se disfrutarán de este triunfo es que no fue para nada un regalo. Hubo mucho mérito del equipo, que a ratos fue superado por los lusos, especialmente en el aspecto físico sencillamente porque Chile no cuenta con un plantel muy amplio. Eso permitió por ejemplo, que el DT portugués pudiera hacer varias modificaciones lo que le dio un nuevo aire a su escuadra en diferentes pasajes del partido, en cambio Chile ya sabemos que tiene un número reducido de jugadores que hacen el esfuerzo supremo y ahí, Pizzi no encuentra suplentes que le den cierto manejo de variantes. Eso es una desventaja con la que la Roja tuvo que saber batallar.
Pero por otro lado, en el aspecto futbolístico, Chile nunca fue superado, por el contrario, se vio muy sólido en todas sus líneas, tanto así que la gran figura Ronaldo prácticamente desapareció en la segunda etapa, aunque en la primera, con más espacio por la izquierda se la ingenió para crear algo de peligro, pero en todo caso muy poco para la categoría del astro mundial. Eso en gran medida gracias al excelente trabajo de Isla y Medel por esa franja y de Hernández, Vidal y Charles en el mediocampo.
Así, el partido fue parejo de principio a fin. Chile tuvo al principio una muy clara con Vargas sólo frente Rui Patricio, pero el golero europeo achicó muy bien, claro que en la jugada de contra Portugal también tuvo su gol, pero esta vez fue Claudio Bravo el que achicó como los dioses ante un remate de André Silva.
En el resto del partido, se repartieron el protagonismo y el partido fue muy tenso, nadie regaló absolutamente nada hasta que el cero en el marcador quedó sentenciado primero en los 90 minutos y luego en el alargue, donde Chile perfectamente lo pudo haber ganado, primero con un penal clarísimo que no le cobraron a Silva (Y el VAR dando pena una vez más) y luego con un remate de Vidal que dio en el poste y el rebote le quedó muy poco cómodo a Martín Rodríguez que le pegó como pudo y volvió a estrellar el balón en el travesaño. Así, nuevamente la suerte de la Roja se sellaría una vez más desde los 12 pasos.
CLAUDIO BRAVO, LA LEYENDA
Lo de Bravo ya no puede ser casualidad. Que una vez en una definición a penales sea figura puede ocurrir, que en una segunda ocasión vuelva a lucirse, puede darse, pero que ya en tres, cuatro o cinco veces termine siempre siendo determinante desde las definiciones de doce pasos, eso habla de un portero especialista, con una jerarquía enorme que está preparadísimo para estas instancias.
Y hoy fue sencillamente decisivo, rutilante, determinante y brillante. Y aún así creo que uno se quedaría corto con las alabanzas para el portero nacional, porque sencillamente estuvo fenomenal tapando los tres penales de los portugueses y cerrando tempranamente la definición a favor de Chile.
Claro, tampoco podemos dejar pasar lo bien que patean los nuestros, que en esta ocasión les tocó a Vidal y Aranguiz que le pegaron con mucha jerarquía para anotar para Chile y eso también fue clave para la tranquilidad.
Ahora hay que prepararse para la final, se viene un México más conocido o una Alemania joven pero que tiene un fútbol muy directo, dos estilos distintos que seguramente nos darán una dura tarea para quedarnos con la Copa, pero por ahora nos podemos quedar con la tranquilidad que con este grupo de jugadores sea cual sea el rival, siempre vamos a tener 11 luchadores en el campo de juego vistiendo con tanto orgullo esa camiseta tan querida por todos nosotros.
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