Si bien el resultado final fue un empate 2 a 2, Chile hizo un muy buen partido ante los pentacampeones mundiales. Tanto así que la hinchada local terminó vitoriando a la escuadra de Sampaoli.
por Christian Ayala R.
cayala@todofutbol.cl
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Chile jugó muy bien en gran parte del partido y lo hizo con jerarquía, porque no es común ver a una selección nacional parándose de igual cuando se enfrenta de visita al scratch. Pero este equipo de Sampaoli no tiene miedo escénico ni mucho menos se opaca ante los rivales.
Así, fue muy grato ver como los rojos lucharon cada pelota, hicieron un pressing asfixiante y además por largos pasajes del partido fueron los dueños exclusivos del balón, lo que les permitía atacar y hacerlo con mucho peligro.
De hecho, los nacionales sorprendieron a todos anotando el primer gol a los 7 minutos luego que un tiro libre fue cabeceado por Lorenzo Reyes en el segundo palo, para que apareciera por el otro sector Marcos González que le ganó el salto a Rever y de cabeza anotó el 1 a 0.
Con el tempranero gol, bien se podía esperar que Brasil despertara y saliera a buscar con todo el empate, pero se encontró con un Chile que no se amilanó, tanto así que la roja se creó muchísimas ocasiones clara de marcar.
Sin embargo, los brasileños igual lograron llegar al gol cuando a los 24 minutos tras un córner, Rever le devolvió la mano a González y le ganó en el salto para anotar de cabeza el 1 a 1.
Tras la igualdad, La Roja no decayó y mantuvo su buen toque que le permitió arrimarse al arco local con claridad, siendo la mejor llegada un centro de Meneses que terminó con una chilena del pato Rubio que pasó muy cerca. De haber entrado, sin duda se hubiera metido de inmediato entre los mejores goles de la historia de nuestro fútbol.
Olé, Olé Olé
En la segunda etapa, Chile comenzó algo dubitativo y le costó un par de minutos afianzarse en el terreno de juego y eso fue aprovechado por los locales que lograron anotar el 2 a 1. Minuto 53 y Ronaldinho le puso un pase en profundidad a Pato que aprovechó la única desinteligencia de la defensa nacional para aparecer sólo y ante el achique de Herrera tocar al medio para la aparición en solitario por el segundo palo de Neymar que anotó sin mayores problemas con el arco a su merced.
Brasil no merecía la victoria y eso lo entendieron os nuestros que se sintieron tocados con el gol y renacieron futbolísticamente. Nuevamente los chilenos se hicieron protagonistas, tomaron posesión de la pelota y comenzaron a tocarla con mucha intención, lo que hizo ver muy mal a la selección canaria.
Y si bien, Chile buscaba por todos los sectores, no lograba llegar con real peligro, especialmente porque Brasil se refugió prácticamente con 10 hombres en función defensiva. Eso hasta que a los 64 minutos llegó el golazo del empate para Chile. Eduardo Vargas que tomó la pelota cerca de 30 metros de distancia del arco local, enfilo, enganchó hacia adentro y sacó un derechazo extraordinario, hermoso, inolvidable, que se clavó en un ángulo imposible para el meta Cavallieri.
Con el empate, Brasil siguió sin encontrar respuestas y Chile se engrandeció aún más, con autoridad y presencia se comió al cuadro brasileño. Tanto así que por momentos, La Roja sencillamente no le prestó la pelota a los pentacampeones mundiales y eso llevó a que la hinchada local comenzara a corear “olé” “olé” con cada toque del balón por parte de algún jugador chileno. Seguramente, en la historia pocas selecciones visitantes han tenido ese privilegio.
Al final, Chile consiguió un empate 2 a 2 que dejó un gusto a poco, pero que a su vez nos deja con la tranquilidad y la confianza que Sampaoli ha logrado inyectarle su filosofía de fútbol a nuestros seleccionado y que jugando así, sin duda que tenemos muchísimas más chances de poder alcanzar un cupo al Mundial.
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