La Roja no jugó bien y tuvo muchas dificultades para al menos lograr una igualdad en la Copa Confederaciones. Ahora se deberá medir el miércoles ante el campeón europeo: Portugal de Cristiano Ronaldo.
RUSIA.- Pobre presentación la de Chile en Moscú. Un tibio empate 1 a 1 ante Australia selló su participación en el Grupo B, pero que al menos le alcanzó a clasificar a la semifinal de la Copa Confederaciones, pero como no se logró terminar primero en el grupo se deberá medir ahora ante Portugal, el campeón europeo.
¿Se miró en menos al rival? quizás, aunque tampoco hay que quitarle mérito al rival que hoy se jugó toda su opción por lograr clasificar, especialmente aplicando una gran presión en tres cuartos de cancha lo que marcó una diferencia importante con los chilenos que nunca se mostraron cómodos en la cancha y que por muchos pasajes del partido perdieron la pelea por ganar el mediocampo. A eso se sumó el rudo fútbol de los australianos que golpearon bastante y con eso también fueron mermando físicamente a los jugadores de La Roja, especialmente a Charles Aranguiz quien fue el candidato favorito para recibir cada una de las caricias de los oceánicos.
Esta realidad desdibujó a Chile, que además no lograba elucubrar un juego colectivo coherente. Y el golpe fue tan duro, que Australia logró ponerse en ventaja casi al final de la primera etapa, tras un error en la defensa chilena que parte con una mala salida de Bravo, Vargas que no logra aguantar la pelota en la salida, luego la defensa que no logró despejar un balón y finalmente tras un mal rechazo de Jara le quedó servida a Troisi que definió muy bien ante el achique de Bravo.
Con ese 1 a 0, Australia se sintió con aún más confianza y en Chile la preocupación se hizo evidente. La cosa no se venía fácil.
EL EMPATE Y NADA MÁS
Chile no logró subir su juego en la segunda etapa y a pesar de los ingresos de Marcelo Díaz, Hernández y Rodríguez, el cuadro nacional siguió perdido en el rumbo. Australia siguió apostando a su fuerza física y a tratar de buscar el gol de la clasificación a toda costa, pero con muy poco fútbol.
Lo bueno fue que en uno de los momentos más negros para Chile en el partido, llegó el empate, tras una gran recuperación de Vidal, un centro de Mena desde la izquierda, Vargas que alcanza a pivotear y Martín Rodríguez logra definir en el mano a mano.
Tras el gol se esperaba que Chile saliera con todo por el triunfo y recuperar el liderato del grupo, sin embargo hoy el partido no estaba para nosotros. Al final sólo se escribió un empate 1 a 1 que bastó para clasificar, pero sólo en el segundo lugar del grupo lo que nos obliga a enfrentar el miércoles a Portugal, en un choque que muchos soñaban para una eventual final. Seguramente ante los lusos, para clasificar a la final, La Roja deberá mostrar mucho más de lo que dejó hoy en la cancha, una lección que pudo costar cara pero que ojalá haya sido un punto de inflexión para no confiarse más en este tipo de competencias.
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