La selección chilena tuvo un tibio debut en el torneo continental y sólo logró un empate sin goles en el clásico del Pacífico, en un estreno que dejó muchas dudas y que mostró más desvirtudes que aciertos.
Chile tuvo un estreno muy frío en la Copa América Estados Unidos 2024, al empatar sin goles ante Perú, en un partido que dejó muchas dudas sobre el rendimiento de la Roja y que deja un grado de preocupación sobre lo que puede ser la actuación nacional en el torneo continental.
Si bien, nunca fue superado del todo futbolísticamente por Perú, lo cierto es que La Roja tampoco no mostró un gran rendimiento, de hecho muy por abajo de lo esperado y fue una actuación muy baja para lo que había venido mostrado en los partidos amistoso anteriores. Fue un resultado decepcionante, principalmente por la poca dinámica del equipo y la falta de manejo del mediocampo lo que le pasó la cuenta en el poco dominio del juego y de las acciones.
PRIMER TIEMPO Y CHILE LO PUDO HABER GANADO
La primera etapa fue interesante, mostrando por instante un juego fuerte y rudo, especialmente de parte de la escuadra peruana que se juagaba todo por el todo, dejando claro que eso del «clásico del Pacífico» se lo toman enserio. Los del Rimac, de la mano de su DT Fosatti, planteó bastante bien los primeros minutos, con una presión en el mediocampo, lo que le impedía a Chile poder generar juego, eso complicó mucho a los nacionales que al menos en los primeros 15 minutos se vieron muy anticipados por la férrea marca de los peruanos.
Sin embargo, Perú no pudo mantener ese ritmo y eso permitió que los chilenos comenzaran a poder tener algo más de espacio para poder generar su juego y ahí el papel protagonista se tiñó de rojo. Chile comenzó a jugar mejor, a juntarse sus jugadores con pases triangulados que comenzaron a complicar a la defensa peruana que comenzó a mostrar todos sus ripios.
Así, Chile estuvo muy cerca de marcar la apertura de la cuenta, especialmente cuando a los 23 minutos, Dávila logró sacar un centro desde la izquierda para que Alexis Sánchez apareciera libre por el medio, pero lamentablemente le pegó con la zurda, su pierna menos hábil y un poco a contrapie, y no le pudo pegar bien y la pelota se fue por arriba del travesaño cuando el gol era inminente.
El propio Sánchez tuvo otra después con un remate a la entrada del área que nuevamente se fue por arriba, luego de aprovechar un rebote que le quedó en buena posición al delantero chileno. Lo de Alexis es llamativo, porque parece que sufre el mal del «10», quiere ser el volante de creación del equipo y retrocede siempre al mediocampo, pero pierde su posición de ataque lo que deja muchas veces sin una opción de ataque a los nacionales. Y como 10 tampoco es Valdivia, por lo que su aporte se ve mermado e incluso desordena bastante el juego chileno.
El resto de esa etapa, solo se caracterizó por un juego fuerte que significó las lesiones de Valdés (que fue reemplazado por Osorio al entretiempo) y Litchnovski que quedó a mal traer. Tambipen hubo una que otra llegada de Perú incluyendo un muy buen cabezazo de flores en plena área chilena, que obligó a Bravo a estirarse y frenar el balón, en una atajada muy vistosa que impidió el gol peruano. Al final el fin de la primera etapa se cerró con un empate sin goles.
CHILE PERDIÓ EL MEDIOCAMPO
La salida de Valdés le pasó la cuenta a Chile más de lo se podía esperar. La Roja perdió el control del medio y por lo tanto también la salida en ofensiva. Eso fue bien aprovechado por Perú que comenzó a desnivelar el juego hacia la zona chilena. Ahí la defensa nacional tuvo trabajo y estuvo sólida aguantando los embates incaicos que afortunadamente carecían de claridad en los últimos metros.
Eso trajo un partido con pocas ocasiones, pero con mucho trajín y pelotas perdidas por ambas escuadras, lo que desordenó muchísimo el juego. Como Chile no encontraba la solución, Gareca decidió hacer modificaciones y mandó a la cancha a Brereton y Bolados, sacando a Vargas -que casi no recibió ninguna pelota- y a Dávila que hoy se ganó todos los premiados, porque los peruanos le pegaron todo lo que pudieron.
Por Valdés había ingresado en el entretiempo Osorio, pero al ex Universidad de Chile le costó enchufarse además que su juego no es el de armador de jugadas, por lo que su aporte no fue lo que se esperaba, aunque con Brereton en cancha la Roja pudo tener un respiro y comenzó a desahogar el juego y se empezaron a acercar al arco peruano, pero también con poca claridad en los últimos metros.
Y así fue todo el resto del partido. Chile no mostró casi nada de lo que vimos ante Francia o Paraguay, pero lo que más preocupa es como el mediocampo se desarmó con la salida de un solo jugador, lo que deja claro que en esa posición tan importante en el armado del juego no hay muchas alternativas y eso puede pesar, sobre todo ante el próximo rival, Argentina, que precisamente tiene un mediocampo fuertísimo y que podrá ser clave en el duelo ante la albiceleste.
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