Paraguay jugó un primer tiempo flojísimo. Fue sometido al ritmo que impuso Chile, que en el inicio ya golpeó y luego desaprovechó las jugadas que creó. El equipo de Ramón de Díaz intentó esperar atrás para salir rápido en los contragolpes y si bien tuvo oportunidades para hacerlo, ni el lanzador ni el hombre veloz apareció.
Apenas a los 7 minutos, los de Sampaoli ya festejaban el primer tanto. Tras un desafortunado intento de rechazo de Néstor Ortigoza que pegó en Samudio, el volante chileno, Felipe Gutiérrez, hasta sin querer termina empujando en la boca del arco. Antony Silva había quedado a contra piernas y su intento fue en vano.
Momento más tarde la “Roja” tuvo para acrecentar el marcador, pero el portero paraguayo apagó el “incendio” y le detuvo un mano a mano a Alexis Sánchez, quien las veces que encaró no tuvo quien lo pare. Bajó bastante para asociarse con el cerebro del equipo, Jorge Valdivia. Chile llegó las veces que quiso por los costados, especialmente por izquierda, donde Eugenio Mena y Alexis se divirtieron con las subidas fallidas de Jorge Moreira.
La Albirroja intentó jugar cuando tuvo el balón en los pies de Fabbro, quien cometió el error de entretenerse demasiado, por lo que casi siempre fue “devorado” por un hombre de rojo. Una de las primeras insinuaciones fue un remate del volante de Cerro Porteño que pasó sobre el travesaño de Herrera.
A los 35′, Paraguay dispuso de una ocasión inmejorable, pero no la supo aprovechar. Tras un jugadón de Eduardo Aranda, el delantero José Ortigoza quedó sólo frente al portero chileno, pero su remate fue débil a las manos de Johnny Herrera.
La etapa inicial se fue con un dominio supremo del local, que volvió a cometer el pecado de la selección de antes: tocar demasiado y no concretar.
Con un par de variantes, Paraguay inició con un rostro totalmente distinto el segundo tiempo. Jorge Benítez y Cecilio Domínguez le dieron una aceleración diferente y además el equipo presionó del medio para arriba, algo que no le gustó demasiado a Chile. En dos minutos de furia, el equipo de Ramón Díaz dio la vuelta el marcador y dejó helado a los de Sampaoli, que ganaban hasta como una excesiva comodidad.
A los 50′, Johnny Herrera dio un mal rebote al medio tras un derechazo de Miguel Samudio y Jonathan Fabbro, quien había iniciado la jugada, solo tuvo que empujar el balón en la boca del arco. La Albirroja comenzó a entusiasmarse y fue decididamente a presionar de nuevo y como en la Copa América, las jugadas trabajadas de balón parado volvieron a dar sus frutos. Tras un córner corto de Fabbro, Moreira sacó un centro perfecto para que Jorge “Conejo” Benítez aplique un testazo al ángulo derecho de un impotente arquero transandino. El 2-1 parecía demasiado, pero el cuadro guaraní hizo provecho de su gran efectividad.
Y de a poco el trámite volvió a su realidad: dominio absoluto de Chile, que sufrió la sacudida e inmediatamente quiso empatar. Dos minutos después del segundo tanto albirrojo, Junior Fernandes remató al travesaño del arco de Silva, que se salvaba de milagros.
Pero Paraguay no aguantó mucho, se dejó dominar totalmente de nuevo y el empate llegó a los 63 minutos. Luego de una didáctica a jugada colectiva, otra vez Felipe Gutiérrez empujó en la boca del arco para poner el 2-2.
Y se veía venir que la Albirroja no iba a poder aguantar. Ramón Díaz metió cambios defensivos preferentemente y Chile se vino encima. A los 82′, tras pase cruzado de Mena, Bruno Valdez pifia en su intento de rechazar y Alexis Sánchez da las gracias cerrando en el segundo palo. El 3-2 devolvió la calma a la selección local, que manejó bien la ventaja hasta el final.
La selección paraguaya cayó ajustadamente en suelo chileno, demostrando mucha contundencia y poco nivel futbolístico. Además este juego sirvió para probar a varios jugadores nuevos, que seguramente serán muy útiles en las Eliminatorias.
por Luis Irala (redactor de Deportes de ABC Color de Asunción)
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