Con un penal dudoso, los trasandinos se quedaron con el triunfo. Chile hizo todo por cambiar la historia pero no pudo. Ahora a ganarle a Venezuela sí o sí.
BUENOS AIRES.- Se podrá decir que Chile hizo las cosas bien, que tuvo varias ocasiones y que tuvo a Argentina en su propio arco defendiendo con 11 hombres mientras la hinchada local sufría en un temido silencio hasta el pitazo final. Pero las estadísticas, frías como ellas sólas, lo único que recordarán es que Argentina venció por 1 a 0 a Chile y se metió de nuevo en la pelea por la clasificación, dejando de paso a Chile fuera de los lugares que permiten ir al Mundial.
¿Por qué perdimos? Simplemente por una jugada puntual, en la José Pedro Fuenzalida cometió un penal casi infantil ante un cruce de Di María, que el argentino logró sacar provecho. El chileno lo tocó abajo cuando el delantero local iba en busca de un centro. Resultado, Di María al suelo y el árbitro brasileño no dudó en cobrar el penal, que seguramente en la otra área no hubiera cobrado ni por si acaso. Messi se encargó de convertirlo en gol, seguramente en una revancha personal por el gol perdido en la final de la Copa América Centenario.
De ahí en adelante, Argentina se borró. Chile fue el dueño del partido, pero por mucho que intentó no fue capaz de anotar y conseguir al menos un empate que hubiese sido lo más justo, una virtud que por supuesto el fútbol no tiene. De todas maneras, Argentina tuvo una más clara cuando Mercado quedó en plena área chica con la pelota en los pies tras un rebote en Beausejour, pero afortunadamente el zaguero argentino mostró toda su incapacidad con la pelotita y la mandó a las nubes, ayudado eso sí por la rápida reacción de Bravo que se arrojó con todo a sus pies y algo lo molestó.
Chile tuvo lo suyo, principalmente con un tiro libre de Alexis que dio de lleno en el travesaño y en la jugada siguiente, Castillo logró sacar un remate que Romero atajó a medias y en segunda instancia alcanzó a salvar el gol ante la arremetida del Tucu Hernández.
El propio castillo tendría una muy clara después al aparecer en el área chica tras un centro desde la izquierda, pero definió mal al intentar rematar con pie cambiado. Su remate salió para cualquier parte. ¿Es más Castillo que Paredes? es una buena pregunta que queda tras este pártido, porque el colocolino entró en los descuentos (y exclusivamente por una lesión de Aranguiz) y en esos pocos minutos que tuvo se vio bastante más movedizo que Castillo e incluso Vargas, que hoy pasó absolutamente desapercibido.
Al final, Argentina con la «táctica del murciélago», todos colgados del travesaño y con el Chiqui Romero pidiendo a los pasapelotas que no se apuraran en devolver los balones a la cancha, la gente rezando y con cara de preocupación, aparte de un silencio sepulcral, que sólo terminó cuando el pitazo final llegó. Nada de eso importó, Chile no logró cambiar la historia y ahora obligado a ganarle a Venezuela acá en Santiago, donde seguramente la historia será distinta.
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