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Hay un antes y un después del penal que le hizo Islas a Neymar y que él transformó en la apertura de la cuenta. Hasta ese momento, Chile sacaba adelante la tarea. Después fue una fiesta brasileña
Chile cayó 4-0 en el Maracaná.
Un resultado que nadie esperaba por su contundencia y muy especialmente después que La Roja había soportado el chaparrón inicial y estaba equilibrando el partido, esperando que el primer tiempo se fuera con el marcador en blanco.
Porque los primeros minutos fueron complicados para la defensa chilena. Porque Antony resultaba imparable para Gabriel Suazo y Vinicius también creaba problemas por el sector de Mauricio Isla.
Sin embargo, poco a poco Chile se fue afirmando en la cancha. Charles Aránguiz y Arturo Vidal se cargaron hacia los costados para ayudar a sus laterales, la línea de tres integrada por Medel, Diaz y Roco fue afirmándose y dejó de caer en la trampa que les tendía Neymar al sacarlos del área.
E incluso la selección se fue animando a discutir el medio campo y la posesión de la pelota, aproximándose al arco de Alison.
Tuvo así Chile una muy buena oportunidad de gol, en un descuelgue y un muy buen centro del Huaso Isla que Eduardo Vargas empalmó de muy mala manera, estando solo a la altura del punto penal.
En resumen, La Roja hacía un partido más que correcto y todo hacía presumir que el primer tiempo terminaría con la cuenta en blanco.
PENAL Y A OTRA COSA
Se llegó así al minuto 44´y Neymar encaró por la izquierda. Isla, al verse superado, fue al piso para intentar sacar la pelota al córner y terminó golpeando al crack del PSG.
Penal, nada que discutir y ejecución del mismo Neymar para engañar por completo a Bravo.
Si eso ya era malo, lo que vino a continuación fue aún peor: dos minutos más tarde, una muy mala salida del capitán chileno que le deja la pelota en los pies a Neymar, apertura hacia la izquierda y Vinicius que se dio el gusto de hacer el gol para dedicárselo a los 120 familiares y amigos que invitó al estadio Maracaná.
DEL POSIBLE 1-2 AL LAPIDARIO 0- 4
Comenzando el segundo tiempo, otra vez pareció que el partido cambiaba.
Joaquín Montecinos, que entró muy bien a la cancha se fue por la derecha, desbordó a Danilo y su centro lo empalmó Arturo Vidal para convertir el descuento. No alcanzó a festejarse el gol, porque hubo llamada del VAR (que tantos puntos nos sacó en estas clasificatorias) para indicar que El Rey estaba adelantado. Levemente, pero adelantado al fin y al cabo.
Entusiasmado Martín Lasarte por el comienzo de Chile, puso a otro delantero (Ronnie Fernández) pero se descuidó en defensa.
Y eso, Brasil no lo perdona. Dos contras y el resultado final fue un lapidario 4-0 con fiesta incluida en el Maracaná.
Un penal, muy al límite del área por parte de Claudio bravo (tarjeta amarilla y no juega ante Uruguay) y conversión de Coutinho.
Y en los descuentos, el mejor gol de todo, por la maniobra previa y el finiquito de Richarlison.
Así concluyó esta aventura en Río de Janeiro. De la peor forma, aunque evidenciando la diferencia de puntos que ambas selecciones lucen en la tabla: 42 puntos y clasificado hace rato, Brasil. Y 19 puntos…y casi eliminado Chile.
Porque el casi…porque aún queda una pequeña ventanita de mínima esperanza.
La Roja ya no depende de si misma. Depende que Perú no le gane a Paraguay el martes en Lima y que Colombia tampoco se traiga los tres puntos desde Venezuela.
Aparte, naturalmente, que Chile derrote a Uruguay en San Carlos de Apoquindo. Lo que se simplifica porque los charrúas ya están instalados en Qatar 2022.
Queda solamente la posibilidad de acceder al Repechaje. Y esta Generación debe aferrarse como sea a esta última esperanza.
/por Gerardo Ayala Pizarro. Fotos: twitter selección chilena y selección brasileña
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